Periodistas denuncian ataques y arrestos arbitrarios en Estados Unidos durante la cobertura de las protestas por la muerte de George Floyd, hombre afrodescendiente que, aún esposado y en el piso, murió asfixiado en plena calle por la rodilla de un policia el pasado 25 de mayo en la ciudad de Mineápolis, estado de Minesota .

En un contexto de ciudades bajo el toque de queda, y el despliegue de la Guardia Nacional para reforzar a las fuerzas policiales, ante un clima de descontento generalizado. trabajadores y trabajadoras de prensa sufren heridas, detenciones, censura, y desprotección.

Luego del brutal asesinato del hombre afroamericano por el policia Derek Chauvin, se multiplicaron las protestas en varios estados, protestas pacíficas en numerosas ciudades del país. El asesinato de Floyd, la brutalidad policial, la violencia sistémica, y la humillación a las comunidades afroamericanas histórica, cargaron las tintas. Una realidad que incluso también sucedió y sucede en contexto de la pandemia, según numerosos testimonios de manifestantes a medios periodísticos. El territorio estadounidense, es uno de los más castigados del continente por la política anti cuarentena desplegada por Donald Trump.

Los medios y trabajadores que cubren las protestas e incidentes en Estados Unidos han denunciado desprotección, maltrato y violencia de las autoridades, e incluso de algunos manifestantes. Al menos una decena de periodistas que cubren las protestas contra la violencia policial en Estados Unidos, denunciaron ataques, censura, pérdida de ojos, gaseadas, y detenciones injustificadas de las fuerzas de seguridad durante su cobertura.

El Comité de Reporteros para la Libertad de Prensa informó que desde el comienzo de las protestas y los disturbios, registró alrededor de 10 incidentes diferentes contra los cronistas, que incluyen desde asaltos hasta amenazas, en Phoenix, Indianápolis, Atlanta y Mineapolis.

En esa ciudad, donde el lunes pasado la policía mató a George Floyd, el hecho que disparó la ola de protestas, el periodista de la CNN Omar Jimenez y su equipo, fueron detenidos cuando trasmitían en vivo y en directo el sábado.

El periodista de MSNBC, Ali Velshi, recibió el impacto de una bala de goma en la pierna y aseguró que «la policía del Estado, con el apoyo de la Guardia Nacional comenzó a disparar gases lacrimógenos contra una protesta pacífica sin provocación alguna».

En paralelo, la fotógrafa independiente Linda Tirado perdió la visión de un ojo luego de recibir el impacto de un proyectil de pintura lanzada por la policía.

Por su parte, la periodista de Los Angeles Times, Molly Hennessy-Fiske, denunció que un policía de Minnesota disparó a quemarropa una lata de gas lacrimógeno contra ella y contra su equipo mientras cubría una protesta contra una comisaría de la ciudad.

El corresponsal de Nine News, Australia Tim Arvier, fue detenido y registrado sin que se le dieran motivos mientras cubría la protesta en Mineápolis.

Tanto él como su operador de cámara fueron esposados y retenidos temporalmente por las fuerzas de seguridad.

También fue arrestado temporalmente un fotógrafo de la cadena WCCO, una estación local de CBS, tras ser alcanzado con una bala de goma.

El periodista del Minneapolis Star Tribune, Ryan Faircloth, se encontraba en su vehículo cuando el coche recibió el impacto de una bala de goma.

«El cristal estalló frente a mi rostro y mi cuerpo. Tengo sangre en mi cara y en un brazo», relató el cronista, mientras que el periodista del medio digital Vice, Michael Anthony Adams, y el corresponsal de la agencia oficial de noticias rusa RIA Novosti, Mijaíl Turguiev, también denunció agresiones policiales.

Adams aseguró que un agente de policía lo arrojó al suelo mientras otro le roció con gas pimienta cuando se encontraba inmovilizado.

«Con el desmoronamiento de la paz civil en todo el país, la Policía y los manifestantes perciben a los periodistas como un objetivo», lamentó Bruce Brown, director ejecutivo del Comité de Reporteros, «y esa es una situación extremadamente aterradora», informó la agencia Europa Press.

Télam

Toque de queda 

El gobierno de Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, declaró el toque de queda hasta la madrugada del domingo,  y convocó a la Guardia Nacional por los disturbios, saqueos y protestas contra la violencia policial, los más importantes desde 1992, provocados por el crimen de George Floyd en Minesota, informó la agencia Télam.

Desde la noche del viernes, el centro de la ciudad fue el núcleo de los conflictos, con coches policiales incendiados, carreteras bloqueadas y ventanas rotas, durante las protestas contra la violencia policial desencadenadas por el crimen del ciudadano afroamericano.

El sábado los disturbios se propagaron a otras zonas como Beverly Hills y West Hollywood, donde se dieron escenas de saqueos y batallas campales.

Ante ese panorama, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, declaró un toque de queda para toda la localidad que se extenderá hasta la mañana del domingo y pidió, según medios de comunicación locales, que las autoridades de California desplieguen efectivos de la Guardia Nacional.

Otras capitales estadounidenses como Atlanta (Georgia), Filadelfia (Pennsylvania) y Portland (Oregon) han impuesto medidas similares, pero en el caso de Los Ángeles hace temer que se repita la situación ocurrida en 1992.

En ese año, otro crimen policial, en ese oportunidad el de Rodney King, desembocó en violentos disturbios y enfrentamientos con la policía que terminaron con más de 50 muertos y 2.000 heridos.

Durante el sábado, varios manifestantes se convocaron en las zonas adineradas de Beverly Hills y West Hollywod/Fairfax en protestas pacíficas que posteriormente desembocaron en confrontaciones violentas.

Varios comercios de las conocidas zonas comerciales Rodeo Drive y Fairfax, como Apple Store y Nordstrom, fueron saqueados al tiempo que se organizaron barricadas en las avenidas y autopistas más importantes de la ciudad.

A pesar de las imágenes impactantes, también hubo manifestaciones pacíficas en barrios como Boyle Heights, considerado históricamente como el corazón del activismo latino en Los Ángeles.

Por el momento, el Ayuntamiento de Los Ángeles ha pedido al gobernador de California, Gavin Newsom, el despliegue de la Guardia Nacional, un cuerpo militar de reserva, para hacer frente a los disturbios.

En el área de San Francisco, al norte de California, no se ha declarado aún ningún toque de queda ante las manifestaciones que se organizaron frente al Ayuntamiento y recorrieron el centro de la ciudad, mayoritariamente pacíficas.

El comisionado de Seguridad Pública de Minesota, John Harrington, anunció este sábado en conferencia de prensa,  la detención del agente Derek Chauvin, homicida del Floyd, según el registro de un video del hecho, acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.

 

 

Más notas relacionadas
Más por Redacción Rosario
Más en Info General

Dejá un comentario

Sugerencia

La universidad pública se defiende en la calle

En un intento de frenar la manifestación en defensa de la educación y la ciencia, el gobie