Las fintech se instalaron rápidamente en el mercado global, incluso en Latinoamérica. Teniendo como objetivo la digitalización financiera, las nuevas entidades tecnológicas se abrieron paso agilizando el tiempo de las transacciones y, por sobre todo, logrando una inclusión financiera. Un ejemplo de esto es Wenance, empresa fintech argentina, la cual marcó la diferencia.

Es que Wenance, que opera en el país desde 2014 de forma 100% online, a través de sus dos desarrollos, Mango y Welp, llevó el negocio digital a sus productos. Por ello, ofrecen créditos online en el acto de hasta 300.000 pesos con el diferencial de que se pueden adquirir de forma totalmente digital

Cifras oficiales

Según el informe «Fintech en América Latina 2018: crecimiento y consolidación», del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista (una organización de impacto que potencia los ecosistemas Fintech e Insurtech en América Latina y España), hay 1.166 nuevos emprendimientos en la región.

Asimismo, se puede observar que esta industria digital ya se ha expandido a 18 países, ocupando Brasil el primer puesto, con 380 nuevas empresas, seguido de México con 273, Colombia con 148, Argentina con 116 y Chile con 84.

Hacia la digitalización

Se entiende que el aumento de productividad y conectividad son los grandes beneficios de la transformación digital. La adopción por parte de las empresas de herramientas como el big data y la inteligencia artificial brindó el resultado de agilizar y masificar los productos financieros.

La automatización de procesos tradicionales y el uso de plataformas digitales implementados por las empresas Fintech permitió que ofrezcan un servicio 100% digital, mucho más rápido y masivo que los conocidos por las bancas tradicionales.

Estas entidades tecnológicas supieron ver que está ocurriendo un fenómeno global: tanto el Internet como los dispositivos móviles llegan a manos de casi la totalidad de la población mundial. Por ello, utilizaron ambos elementos y los convirtieron en los nuevos espacios para realizar las transacciones financieras.

Esto transformó que un cliente que acude a sucursales físicas  y que debe trasladarse, además de solicitar turnos en un horario de atención estricto y lleva consigo documentos físicos pase a ser un usuario que administra sus finanzas sin salir de casa.

Inclusión financiera a través de la economía digital

En conjunto con el proceso de digitalización, se trabaja la inclusión financiera. Estas compañías analizaron que las personas no bancarizadas o excluidas del sistema económico carecen de posibilidades para acceder a servicios financieros. Este amplio sector fue desatendido por las entidades tradicionales sin contar con otra alternativa. Por ello, las empresas Fintech llegaron para cambiar este contexto.

Reestructurar el modelo del perfil crediticio de una persona y tomar nuevos parámetros fue esencia para masificar el servicio.

Por este motivo, los requisitos para que un cliente solicite un producto financiero digital son mucho más flexibles y se adaptan a la realidad económica de cada uno.

En Latinoamérica no existe una educación social respecto a las finanzas. Es por esto, que esta falta de entendimiento no les permite a las personas lograr una independencia para administrar su dinero correctamente.

En consecuencia, empresas como Wenance Fintech, acompañan a los clientes en dimensionar la capacidad de ingreso e identificar su situación financiera para que adquieran correctos servicios personalizados en base a las posibilidades y objetivos de cada uno.

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