El presidente mexicano regresó a su país y tras elogiar el trato de su par estadounidense, agradeció que no tocara el “espinoso” tema del muro fronterizo. Pero la tregua duró muy poco y Trump volvió, este viernes, a defender la muralla.

“Fuimos a representar a todos, a un pueblo que es ejemplo por su fortaleza, por su cultura, por su grandeza, eso es el pueblo de México (…) Fuimos a representarles como se merece, con decoro y con dignidad”, aseguró el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (Amlo) en conferencia de prensa desde el Palacio Nacional, luego que sus efusivos elogios a Trump con quien estuvo durante la semana. “Consideramos que fue una gira muy favorable por los beneficios para nuestros pueblos, para la nación”, agregó el mandatario.

Uno de los principales logros que destacó fue la entrada en vigencia del acuerdo de libre comercio para Norteamérica (T-MEC), a la que consideró oportuna para la reactivación de la economía, en medio de la profunda crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

Consultado por la polémica que gira en torno del muro fronterizo de Trump, el mandatario mexicano explicó que no se habló del tema porque se procuró hacer a un lado “las diferencias”. “Es un tema que no se trató porque procuramos que el encuentro se diera a partir de las coincidencias, que hiciéramos a un lado las diferencias y que se buscara resolver esas diferencias que son propias de vecinos y de países independientes y democráticos mediante el diálogo, pero que no era un tema que nosotros no quisiéramos tratar, que no queremos tratar”, declaró el presidente mexicano, según el medio digital local Milenio. “Agradecemos que no se haya abordado en lo público. En la cena hubo una expresión, pero no con propósitos de imponer nada, de otro tipo; en lo público se abordó lo del tratado y se habló de la cooperación en enfrentar la pandemia”, concluyó.

Pero este mismo viernes, Trump sostuvo que gracias al avance del muro fronterizo su país no fue “inundado” por el coronavirus proveniente de México.

“Especialmente por el Covid, somos muy afortunados por que el muro se esté construyendo, sino estaríamos inundados, porque ellos tienen graves problemas”, dijo el jefe de la Casa Blanca en una rueda de prensa en Florida, publicó el diario mexicano La Vanguardia.

Ambos presidentes se reunieron el miércoles 8 de julio pasado en la Casa Blanca, en un encuentro marcado por un intercambio de halagos, la entrada en vigencia del flamante tratado de libre comercio norteamericano y el silencio alrededor de los temas más incómodos como la inmigración y el muro fronterizo.

En ese momento, Trump estuvo lejos de la agresiva retórica que predica desde su campaña electoral en 2016 contra el vecino México, con su promesa de expandir el muro fronterizo. Pero apenas pasadas una horas de la cumbre con Amlo, el jefe de la Casa Blanca volvió a la carga, para fijar así una fotografía del pulso ganado a México, al que forzó a duros controles migratorios con la amenaza de guerra comercial, y para seguir desviando la atención de la pandemia.

Es la economía

El T-MEC, en vigor desde el 11 de julio representa un intercambio comercial en la región de 1,17 billones de dólares, y es considerado por López Obrador como un salvavidas crucial ante el desplome económico por la pandemia ya que México destina el 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos.

Solo entre abril y mayo pasado, el Instituto de Estadística de México estimó que se perdieron 20 millones de empleos formales y, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), este año el PBI podría caer más de un 10 por ciento.

Una muestra de la importancia que le dio México al aspecto económico es el perfil de la comitiva que acompañó a López Obrador y que hoy cenará en la Casa Blanca. La delegación está compuesta por el canciller Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, y un grupo de 11 empresarios, entre ellos Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo que emplea a más de 280.000 personas en una vasta red de compañías.

Por eso López Obrador eligió deshacerse también en halagos hacia su par estadounidense, pese a que éste ha generado en el pasado mucho repudio en México por sus declaraciones racistas, sus amenazas arancelarias y su obsesión con el muro fronterizo.

“Usted no nos ha tratado como colonia, al contrario ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso, estoy aquí. Para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto”, aseguró López Obrador en los jardines de la Casa Blanca.

López Obrador también recurrió a la relación que mantuvieron el republicano Abraham Lincoln y Benito Juárez, al que continuamente se refiere como el mejor presidente de la historia de México, para hacer un paralelismo con la situación que viven ellos dos.

Pese a sus diferencias ideológicas, ambos presidentes comparten una actitud incrédula hacia los riesgos del coronavirus, rechazan usar tapabocas y minimizan la amenaza de la crisis sanitaria. No se estrecharon las manos al encontrarse en la puerta de la Casa Blanca, aunque posaron juntos con el rostro descubierto sin respetar el distanciamiento social recomendado.

Fuentes: Télam-La Vanguardia-BBC-MIlenio

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