El poder económico más concentrado siempre defendió y justificó sus privilegios haciendo uso de todas las formas de la violencia. La mentira y la manipulación son formas de violencia simbólica, que se ejercen a través del discurso.

La pregunta que por estos días emerge tiene que ver con un tipo de funcionamiento específico de mentiras, falsedades y manipulaciones. El interrogante nos conduce a intentar describir los canales por los que circula, la velocidad en que lo hace, y las transformaciones (la potenciación, por ejemplo) que puede experimentar la mentira en su loca carrera dentro del universo inasible, en expansión, de la Infosfera.

Elaboradas estrategias de mercadotecnia (disciplina más conocida por su versión en inglés “marketing”) desempeñan un papel determinante en los procesos virales de propagación de mentiras. Desde esta perspectiva, los hechos no importan. Lo que importa es su capacidad de “contagio” (el uso de la metáfora biológica, viral, abre todo un espacio a la reflexión).

Por eso se habla de la “era de la posverdad”, que no sólo es un eufemismo para decir mentira. Es además un intento de naturalizar el borramiento del límite entre verdad y mentira, y los criterios de verificación.
El académico inglés William Davies señala en su libro de 2018 Nervous States: How Feeling Took Over the World (Estados nerviosos: Cómo las emociones se adueñaron de la sociedad, en su versión en castellano) que “las sociedades globalizadas y tecnificadas son más vulnerables, no tienen anticuerpos contra las manipulaciones, están inmunodeprimidas para defenderse de las tácticas virales de propagación de contenidos falsos”.

Y aclara que sólo se necesita persuadir a un número reducido de gente que pertenezca a ciertos entornos clave para que, desde allí, el contagio se extienda a la sociedad.

“Creer de todo o dudar de todo son dos soluciones igualmente convenientes: ambas te ahorran la necesidad de pensar”, afirmó el matemático, físico y epistemólogo Henri Poincaré (1854-1912).
El problema es que las narrativas falsas, engañosas, emitidas por el mundo del mercado y las corporaciones, afectaron gravemente un elemento central en la cultura: los criterios de validación de un hecho. Las fantasías y las versiones más descabelladas pasaron a ocupar el lugar de los fundamentos y la argumentación.

Según Davies, uno de los mayores cambios en los medios de comunicación es que ya no informan, sino que se ocupan de “sincronizar la atención y canalizar las emociones de un grupo de personas”.

La influencia creciente de las neurociencias en el discurso neoliberal es otro dato a tener en cuenta. El sueño de los manipuladores asesorados por neurólogos es lograr una nueva versión de la sinapsis (la conexión entre neuronas). La realización de ese sueño se llama internet, que permite sincronizar la atención y canalizar fantasías, anhelos y deseos inconfesables. Cada cerebro de cada persona conectada se vincula con el de las otras, como si cada cerebro fuese una neurona. Y entonces la red es como un gran cerebro colectivo, formado por una cantidad indeterminada de cerebros conectados.

Ilustración: Facundo Vitiello

Las corporaciones utilizan este gran órgano colectivo para conseguir el apoyo de sus víctimas y producir la epidemia de síndrome de Estocolmo que padece cierta porción de la población mundial.

Las organizaciones sociales, los medios alternativos y los movimientos populares, en cambio, hacen una utilización muy otra de este gran cerebro. Se organizan, resisten, luchan, informan, pelean (en el mundo virtual, pero también en el otro, en la calle) con las mismas armas que los que quieren destruirlos, pero con objetivos muy distintos.

En el marco de la lucha por el sentido, el neoliberalismo viene actuando como un feroz enemigo del pensamiento crítico (y del pensamiento a secas) y de toda forma de discurso. Es anti-intelectual, e intenta reemplazar los grandes relatos, que incluyen una dimensión utópica, de liberación, por los pequeños relatos individualistas, a veces narcisistas, que siempre consideran al sujeto aislado, sin historia y fuera de todo contexto social-comunitario.

Los grandes medios concentrados de la Argentina y el mundo disputan sentido con los medios alternativos, cooperativos y en manos de trabajadoras y trabajadores. Las corporaciones intentan configurar una voz única, un repiqueteo permanente que arrasa subjetividades con su omnipresencia y el uso maníaco de la repetición.

A los medios que no trabajan para las corporaciones les queda la tarea de informar. Y lo hacen en forma coral, a través de una multiplicidad de voces que no repiten lo mismo. Lejos de eso, establecen un diálogo entre distintas posiciones ideológicas, prácticas sociales, intereses, necesidades y anhelos de distintos sectores de la población.

El uso actual de la mentira y la manipulación a través de los medios hegemónicos al servicio de los poderes fácticos es apena una de las tantas estrategias utilizadas en el marco de la batalla cultural, que se da a nivel de los relatos y también de unidades menores de sentido: la palabra.

“Cuando las palabras pierden su significado, el pueblo pierde su libertad”, señaló Confucio (551-479 a. C.).
En Alicia a través del espejo, de Lewis Carroll (1832-1898) se puede leer el siguiente diálogo:

–Cuando yo uso una palabra –dijo Humpty-Dumpty con un tono burlón– significa precisamente lo que yo decido que signifique: ni más ni menos.
–El problema es –dijo Alicia– si usted puede hacer que las palabras signifiquen muchas cosas diferentes.
–El problema es –dijo Humpty-Dumpty– saber quién es el que manda. Eso es todo.

El ministro del Reich para la Ilustración Pública y Propaganda, Joseph Goebbels (1897-1945), describió con precisión otra estratagema muy utilizada: la demonización y estigmatización de un dirigente político o un grupo social determinado. “Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo”, señala su “Principio de simplificación y del enemigo único”. La derecha de América Latina, junto con las corporaciones, los medios hegemónicos a su servicio, EEUU y sectores corruptos de la Justicia, practicaron a pie juntilla el principio del genocida nazi.

El filósofo, ensayista y profesor de Ciencias de la Educación de la Universidad de Quebec (Canadá) Normand Baillargeon se tomó muy en serio la afirmación de Noam Chomsky con relación a la necesidad de “analizar y reflexionar sobre la propaganda” en el ámbito de la educación: “Creo firmemente que los ciudadanos de las sociedades democráticas deberían hacer un curso de autodefensa intelectual para protegerse de la manipulación y el control, y sentar las bases para conseguir una democracia mejor”, señaló Chomsky.

En 2005, Baillargeon publicó Petit cours d’autodéfense intellectuelle (Pequeño curso de autodefensa intelectual), en el que analiza los problemas epistemológicos, políticos, y de educación cívica que producen la utilización propagandística de la mentira.

El pensador canadiense se ocupa en su libro del trabajo de vaciamiento de la palabra. Hace referencia al accionar de la comadreja, que ataca los nidos de otras especies y vacía los huevos, pero a través de un pequeño agujero, casi imperceptible, que los deja vacíos pero enteros.

Baillargeon analiza las “palabras comodín”, vacías, sin sustancia, y que se las carga del significado que cada grupo o sector necesita de acuerdo a sus intereses. Los ejemplos sobran, pero palabras como “democracia”, “libertad”, “república”, son algunas, entre tantas, muy atacadas por el hambre de las comadrejas.

Pero ya hace años que, en todo el mundo, los movimientos sociales y los medios cooperativos, autogestionados y en manos de trabajadoras y trabajadores ofrecen otro tratamiento a la palabra, la información y, sobre todo, a las y los que intentan informarse, que no son considerados como sujetos a manipular. En las antípodas de los medios corporativos, la información se considera un derecho humano fundamental.

El cuidado de la palabra y su puesta en contexto expande sus significados, las hace dialogar con otras, y la pone a salvo de las comadrejas. Y con esas palabras se construyen relatos basados en fundamentos. Relatos que siempre contienen y apuntan a la liberación de los oprimidos y excluidos. Lo comunitario frente al elitismo corporativo. Comadrejas go home.

Fuente: El Eslabón

Los usos del odio

 

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12 Lectores

  1. miguel trade

    03/08/2020 en 21:31

    Hola Pablo.

    Esta vez coincido mucho con vos.

    «La mentira y la manipulación son formas de violencia simbólica»: también el kirchnerismo ha recurrido mucho a esto. El programa 6-7-8 hizo una vergonzosa operación el día 01/01/2013. Ese día Luis Zamora fue invitado, y tuvo diez minutos donde criticó al gobierno por izquierda. En el segundo bloque Foster trató de equilibrar un poco la cosa y Zamora se plantó mejor con la argumentación. Fueron a un corte. El corte duró 10 minutos, al volver hubo un número musical, otro corte largo. Al volver, el periodista y conductor (también gran insultador de López, el de los bolsos, te acordás?) Sr. Barragán dijo: «Se nos acabó el tiempo». El programa terminó, el debate se silenció. No hace falta decir que las propagandas eran o del gobierno o del canal, un primero de enero había cierta flexibilidad de horarios, el conjunto musical no era necesario, y se quiso evitar la páliza mediática (la expresión es de los medios k de baja estopa) de Zamora a Foster.

    ¿Será que se aplica a esto lo que Sandra Russo, Cintia García, Mariana Moyano, Nora Vieyras, Luciano Galende, Jorge Dorio y cía llaman con el término poco elegante de «opereta»?

    Responder

  2. miguel trade

    03/08/2020 en 21:41

    «Elaboradas estrategias de mercadotecnia…» Estas que llevaron a Guillermo Moreno a violentar estadísticas desde 2007, y ya que hablaste de violencia, ¿querés ver a Moreno maltratando a un Licenciado en Economía solo por pensar distinto?. Acá lo tenés, a Alejandro Berkovich, también «de ustedes». Mirá: https://www.youtube.com/watch?v=cMddeMaIAvE
    Flojito el gato para defender, eh!
    Moreno: «es un chiquito, qué va a ser profesional, no le doy entidad».
    Gato: correspondía invitarlo a retirarse.

    Moreno es el mismo que en 2013 dijo respecto del actual Presidente de la Cámara de Diputados, el político que se permitió ir por otro camino, + a = b (de boludo).

    Quedó claro que el Indec no mentía… Ja ja !!!

    Moreno, un ultra violento en el gobierno de Néstor y Cristina.

    Responder

  3. miguel trade

    03/08/2020 en 21:49

    «Por eso se habla de la “era de la posverdad”, que no sólo es un eufemismo para decir mentira. Es además un intento de naturalizar el borramiento del límite entre verdad y mentira, y los criterios de verificación.»

    Celebro que tomes una posición realista y racionalista. Diferente de muchos k, particularmente de ese tipo de k que vienen de «las ciencias sociales».
    Son los que copian y pegan el mensaje falso difundido por el penoso perfil peronista «Los Incorregibles», donde se le atribuyen a Jauretche frases imposibles, con realidades y expresiones de otra época.
    Son los que copian y pegan la noticia de que Cristina habló con el Presidente chino Xi Jinping (el que agradeció la llegada a una cueva de latas de comida enviadas por Perón…) Esos que te insultaban con el título «¿ves lo que pasa cuando habla Cristina?».
    O los que copiaron una foto falsa de Macri con Videla (imposible, no da la cronología, ni pueden sacar cuentas). Si les avisabas, te decían, «la foto es falsa pero la verdad histórica…» Me pregunto: – La verdad histórica qué, Goebbels?

    Responder

  4. miguel trade

    03/08/2020 en 21:56

    “… las sociedades globalizadas y tecnificadas son más vulnerables, no tienen anticuerpos contra las manipulaciones, están inmunodeprimidas para defenderse de las tácticas virales de propagación de contenidos falsos”. Excelente descripción de sujetos kirchneristas que copian y pegan mentiras y barbaridades en redes sociales.

    «En el marco de la lucha por el sentido, el neoliberalismo viene actuando como un feroz enemigo del pensamiento crítico (y del pensamiento a secas) y de toda forma de discurso. Es anti-intelectual» No solo el neoliberalismo, Pablín, por casa cómo andamos?

    Dije por casa para pasar al tema de cómo Redacción Rosario y El Eslabón desinforman sobre LA TOMA. Para no abundar, mejor nos remitimos a lo que suelo opinar en vuestras notas sobre la usurpación de Ghioldi y La Toma. Ver mis comentarios a esta nota:

    https://redaccionrosario.com/2018/08/14/buitres-al-acecho-de-la-toma/

    Responder

  5. miguel trade

    03/08/2020 en 22:10

    Siguiendo con La Toma, y una periodista que seguramente entra en uno de los dos grupos que describís, me refiero a Sonia Tessa.
    https://www.pagina12.com.ar/204006-otro-zarpazo-a-lo-colectivo
    Ni siquiera sabe bien el nombre de SEDESA. No es «servicio», es seguro. Lo que pasa es que Ghioldi, en los primeros años, la llamaba «servicio», y los medios progres, en lugar de investigar e informar, copian y pegan las mentiras, amenazas y bravatas de Carlos Ghildi.
    Tampoco es cierto que Sedesa haya impulsado la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de expropiación. Sonia debería salir al aire con la Dra. Gastaldi, decirle con sinceridad que escribió eso, y tratar de exponer los fundamentos. Luego darle la palabra a Gastaldi para que tenga derecho a réplica.
    Tampoco es cierto que el Banco Roca «quebró de inmediato», luego de prestar los fondos al Hipermercado Tigre. Ver mis comentarios, en los que brindo información más precisa. Tampoco dijo nada Sonia respecto de: las astronómicas cifras que debe la toma por Tgi, los exorbitantes importe que se deben por impuesto inmobiliario, la ventaja de no pagar alquiler. Te cuento algo, Pablo: todo inmueble genera costo, tgi, inmobiliario, aguas, alquiler. La toma ya no paga ninguno. Encima se opone a las decisiones del Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe, el cual es una instituciones de fundamentales de nuestra (imperfecta, es cierto) democracia. Y de yapa, Ghiolid, amenaza con sacar a patadas a las cuadrillas que vayan a cortar servicios (qué tal una nota sobre «Ghioldi, ¿democrático o autoritario?»). Animáte, investigá y escribíla. «Medios cooperativos por la verdad», ¡probáme que lo son escribiendo sobre la verdad de la toma!

    Responder

  6. miguel trade

    03/08/2020 en 22:23

    Lenguaje peronista: me viene bien tu cita. «Baillargeon analiza las “palabras comodín”, vacías, sin sustancia, y que se las carga del significado que cada grupo o sector necesita de acuerdo a sus intereses.»
    Cuando hablan de los 90 se olvidan de que Menem ganó las internas del partido peronista en el 88, que el partido peronista lo votó en el 89, que le dieron apoyo en las legisltivas del 91 y 93… En el 94 con buena parte de la faena hecha (plan Brady, convertibilidad, Afjp, Cavallo, neoliberalismo, alinearse con USA, INDULTOS !!!!, etc.) Cafiero, Néstor y Cristina, votan la reelección (la reforma consitucional), más lista sábana 1995, con la frase de Néstor, «nos visita el mejor presidente de la democracia después de Perón».
    Todo eso, hermano, fue peronismo, salió de ese partido, fue la forma que tomó el PJ, pero Ustedes, tal como lo analiza Baillargeon, lo banalizan, lo vacían, usan comodines, y pasan a llamarlo «neoliberalismo», «menemismo», «los 90», «Cavallo», «convertibilidad», «el uno a uno». Nada de todo eso: una expresión lo resume: fue el peronismo de los 90. Los votantes coinciden con muchos de los votantes de ahora. Si hasta el actual presidente, Alberto, integró lista con Cavallo en 2000. Y su renuncia en 2003, permitió que sea legisladora una mujer que defendió a Videla (el otro que también renunció, curiosamente, fue el dueño de Página 12). La nota donde se informa la muerta de Elena Cruz, (qué raro !) no menciona a Alberto y al dueño de Página. https://www.pagina12.com.ar/241070-a-los-93-anos-murio-elena-cruz

    ¿este es el periodismo alternativo que te dice la verdad?

    Responder

  7. miguel trade

    03/08/2020 en 22:27

    “Creo firmemente que los ciudadanos de las sociedades democráticas deberían hacer un curso de autodefensa intelectual para protegerse de la manipulación y el control, y sentar las bases para conseguir una democracia mejor”, señaló Chomsky.

    Sí, por favor, una democracia mejor, que no sea como la de 1973 / 76. En esa época tuvimos: López Rega, triple A, muertos y desparecidos en un gobierno consitucional, con violencia de derecha e izquierda, rodrigazo, y el gran regalo de Perón, dejar como vice a María Estela Martínez!

    Responder

  8. miguel trade

    03/08/2020 en 22:32

    «la información se considera un derecho humano fundamental.» Podrían recordarle a la gente que Perón avanzó en el poder con un gobierno de facto, que fue Ministro de Guerra, Vicepresidente y Secretario de Trabajo y Previsión de un gobierno militar y golpista. Que luego de ganar las elecciones en febrero de 1946 y antes de asumir en junio de ese año, le pidió a Farrell tres medidas para ir ganando tiempo. Una de esas medidas fue la nacionalización del BCRA. Algunos ingenuos dicen que Perón nacionalizó el BCRA …. La medida está bien, pero no lo hizo Perón, lo hizo Farrell a pedido de Perón en un gobierno ilegítimo. Dejo para tu erudición histórica que informes (derecho humano fundamental) cuáles fueron las otras dos medidas.

    Responder

  9. miguel trade

    03/08/2020 en 22:36

    Paro un poco, me voy cansando y acumulo errores de redacción y tipeo (a vos se te filtraron algunos). Pero no puedo dejar de transmitir una impresión, por todo lo que callás, Pablo, me quedan grandes dudas acerca de tu calidad como pensador y tu honestidad intelectual. Las críticas empiezan por casa, es una de las grandes enseñanzas del psicoanálisis. ¿cuál es tu contribución al desorden del cuál te quejas?. Tu posición es demasiado peronista, la culpa se siempre del otro. Saludos.

    Responder

  10. Pablo Bilsky

    24/08/2020 en 14:07

    Quedo a la espera, Señor, del placer de leer tus comentarios a las precisas, veraces y excelentes notas de Clarín, Infobae y La Nación, por solo nombrarte algunos medios que son idénticos a los alternativos. Seguramente los habrás compilado en un libro de varios tomos. Y, si no es mucho pedir, pasame el dato de tu libro sobre La Toma, así aprendo algo.Aunque, te confieso, me cuesta mucho entender las escrituras sagradas. No soy un exégeta, como te habrás dado cuenta. Y contame, te suplico humildemente, tus intercambios con los periodistas que escribieron sobre La Toma. ¿Cómo te fue cuando fuiste a hablar con Carlos Ghioldi cara a cara? Mientras espero el Maná, te cuento que me da mucha alegría y me divierte la gente que piensa como vos. Son un bálsamo para mi vida. Coincidir con vos, eso, sí, sería traumático. Hablar idiomas tan diferentes es un regalo de Dios, o sea tuyo.

    Responder

  11. Pablo Bilsky

    24/08/2020 en 14:24

    Miguel Trade: Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.

    Responder

  12. Miguel Tardewski

    25/08/2020 en 17:23

    Grande Pablo! Gracias por escribir.
    En los comentarios a tu nota Mundo Fake he tratado de que mi mensaje llegue con más efectividad. Con gusto te contaré algunos intercambios con Ghioldi y cómo me insultaron (él y algunos compañeros) por dar información sobre la hipoteca. Mi impresión sobre los medios «corporativos» anda cerca de la tuya. Lo que me preocupa es que medios alternativos, en algunos casos, caigan en lo mismo, siendo que predican lo contrario. La Toma es la gran Fake de los medios cooperativos. Mi intención es, humildemente (sé que reirás con sarcasmo), aportar datos, fuentes, pruebas, información e ideas para que algunos perciban el otro aspecto de La Toma. Y mi ilusión es que Redacción Rosario alguna vez publique algo al respecto. Esa ilusión tiene fundamento: hay algo de verdad en lo que te digo y los medios alternativos te cuentan la verdad (según un escritor, los únicos).
    Abrazo.

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