Yo no sé, no. Cuando en la escuela aparecieron las figuras geométricas para mí era un problema el círculo, y más cuando había que hacerlo con el compás, pues o no lo llevaba o estaba deteriorado, casi atado con alambre.
Antes de que apareciera el compás, los círculos lo hacíamos con un molde como las monedas, estas servían todas hasta que aparecieron las multi lados.A veces, cuando escuchaba al que levantaba quiniela quejarse diciendo “esta brava la cosa, no circula una moneda”, yo pensaba que era culpa de aquellas que habían perdido su redondez.
Desde chico, lo circular lo asociaba únicamente a la redondez. Desde arriba del bondi, cuando íbamos al centro, me preguntaba: ¿El Círculo Obrero será redondo por dentro? ¿Y lo mismo el teatro El Círculo?
Ya en la época del compás de metal éramos de decir “está circulando tal cosa” o “está circulando la que te gusta”. “Gusta de otro”, era lo peor para nosotros, más que cuando la maestra nos retaba por la falta de compás o por tenerlos hechos bolsa de tanto garabato en cuanta madera teníamos a mano. El compás en pocos meses había trazado más corazones con el “tu y yo” que círculos en todo el año
Donde me parecía bien era cuando, en algún picado, alguien reemplazó el “largala morfón” por el “hacela circular, hacela”.
Por ahí descubrimos que el mejor del equipo era el que la hacía circular, con mucho juego, por lo general el 5, que aparte de recuperar, cuando la tenía, comenzaba desde sus pies el mejor juego para el equipo. Eso sí: no abundaban esos 5.
En las clases de Anatomía particularmente cuando enseñaban circulación sanguínea a Pedro se le venía a la mente un montón de círculos yendo y viniendo .
Y empezaba a circular por nuestras cabezas la idea de lo colectivo. En un tiempo lo hacíamos bien, la entregábamos redondita al compañero, había como dicen los comentaristas, “buena circulación” de pelota.
Un dia a Las Madres le dijeron “circulen, circulen” y ellas circularon alrededor de la plaza con los pañales hechos pañuelos.
Por esos años, los economistas de la miserable dictadura nos decían entre otras cosas que la circulación de los billetes traían inflación y más cuando estaban en los bolsillos de los que menos tenían. Hoy, a pesar de la falta o por lo menos insuficiente circulación de billetes en nuestros bolsillos, aumentan los precios de casi todo.
Y una parte del coloniaje hace circular que la tierra es plana y las ideas como las de los antivacunas, anticuarentenas y otras giladas, dan vergüenza y bronca.
Y lo peor, es la noticia que en cada vez más lugares hay circulación comunitaria del bicho Covid-19. Bueno, habrá que redoblar esfuerzos para cuidarnos y acotar la transmisión. Ya tendremos tiempo para salir, haciéndola circular para los costados y para adelante, para que triunfen y circulen los sueños colectivos.
Fuente: El Eslabón