El cuerpo técnico de la Reserva del Halcón de Varela aprovechó los meses de aislamiento para que sus dirigidos investigaran y debatieran sobre temas históricos y culturales como la Guerra de Malvinas, el golpe de Estado y el racismo.

 

El aislamiento preventivo social y obligatorio que dictaminó el gobierno nacional en marzo pasado, para combatir la pandemia del coronavirus, trastocó los planes de todo el mundo. El fútbol no fue la excepción: la imposibilidad de entrenar de manera presencial y una gran incertidumbre sobre cuándo y cómo volverá a rodar la pelota en las canchas argentinas. La mayoría optó por enviar rutinas a los jugadores, para que no pierdan estado físico, y hacer un seguimiento a través del uso de nuevas tecnologías. Pero en el Halcón de Florencio Varela decidieron volar incluso más alto y el cuerpo técnico de Reserva y Cuarta división –encabezado por el ex defensor de Argentinos Juniors, Pablo De Muner–, pergeñó un proyecto ambicioso y que se transformó en un verdadero golazo.

Quedate en casa y estudiá

“Cuando arrancó todo esto hicimos actividades en Zoom, como hicieron todos los clubes, y nos pareció que muchos chicos hacían un esfuerzo muy grande para conectarse, y que por ahí el tiempo que nosotros estábamos dedicándole al Zoom, quedaba medio vacío”, señala Pablo De Muner desde el otro lado de la línea. “Siempre decimos de aprovechar el día a día, de apostar a ser mejores, de ganarle algo a ese día a día, y nos parecía que haciendo solamente actividades físicas, esa regla la estábamos rompiendo como cuerpo técnico”, argumenta, y agrega: “Así que empezamos a debatir qué cosas podían encajar. Teníamos una lluvia de ideas y empezamos sin saber cuánto iba a durar todo esto, y sin saber cómo iban a responder los chicos y nosotros mismos. La vez pasada me llamaron «docente», y les aclaré que no, que estamos muy lejos de la docencia, no estamos preparados para eso”.

El formador explica que la iniciativa comenzó con “actividades culturales, después con algo conceptual que tenía que ver con el juego, hablamos de la historia del club, estuvo José Lemme (presidente del club) y algunos jugadores que tuvieron algunos logros. Empezamos a ver hechos culturales a nivel nacional y mundial que nos parecía que eran importantes”.

El entrenador, que antes tuvo un paso por All Boys e Independiente Rivadavia de Mendoza, destaca el anclaje que los futbolistas hacen entre temas del pasado y la actualidad, y de todo eso con el fútbol. “Es increíble como todo se va enlazando, de algo que pasó en Malvinas, en el golpe de Estado, hablamos también de Mandela. Algo de cada cosa que sacás en esas charlas, la utilizás en otras. Y no en boca nuestra, sino en la de los chicos”.

El ex jugador del Bicho, de San Martín de Tucumán, de Boca Unidos y de tantos otros clubes del país y de afuera, admite que “muchas veces al futbolista se lo aleja de todo esto, empieza a vivir en una burbuja” en la que la cultura va para un lado y la pelota para el otro. Pero resalta: “Creo que hoy los clubes han mejorado en ese aspecto, porque se le da más importancia, aunque todavía haya mucho por hacer”.

Por su experiencia y larga trayectoria con los cortos, Pablo sabe que el fútbol profesional es para unos pocos, y por eso la idea de su cuerpo técnico es que los pibes “tengan otras herramientas” más allá de la redonda. “El fútbol no le da la oportunidad a todos, sólo el 1 por ciento de los chicos llega. ¿Y el resto? Así que buscamos que esto los pueda nutrir, y a nosotros también”.

Tirando paredes

“La respuesta de los chicos es para sacarse el sombrero”, asegura De Muner al ser consultado sobre la devolución del grupo de jugadores, que toca y va a buscar. “Nosotros no bajamos ninguna línea, porque lo importante no es lo que nosotros pensemos. Lo más importante es que ellos puedan saber lo que sucedió”, afirma el DT, y sigue: “Se miran documentales, lo hablamos entre todos, y la idea es que el debate sea entre ellos, que se pregunten y se repregunten, y se vayan nutriendo”.

Sobre este aspecto, tras aclarar que como cuerpo técnico tienen una definición precisa respecto a temas como el golpe cívico-militar o Malvinas, señala que “lo más importante es el trabajo de ellos, ya que muchos no sabían lo que había pasado con la última dictadura, no tenían ni idea. Lo mismo con la guerra de Malvinas, que nosotros lo enlazamos con la clase 62, para vincularlo al fútbol. Ya que muchos futbolistas de la edad de ellos en aquel momento les dijeron que tenían que ir a la guerra”. Pablo se pone de ejemplo al contar que en su casa, “el golpe de Estado era un tema tabú, no era algo que pueda hablar abiertamente como sí lo hacemos con los chicos”.

El director técnico de las dos categorías anteriores a la Primera del Halcón subraya que de los 44 jugadores del plantel “en todas las sesiones en estos casi 5 meses de cuarentena, tuvimos el 80 por ciento de los chicos conectados, ya sea una sesión física, de cultura, o conceptual”. E infla el pecho al remarcar que “es un gran orgullo para nosotros porque el objetivo de que esas sesiones no estén vacías y que cada uno se lleve algo, está cumplido mutuamente”.

Además, cuenta que como parte de una competencia interna, en la que “el trabajo de campo, distintas actividades, llegada a horario, y cosas así” hacen a la puntuación, un grupo de jugadores se ganó la posibilidad de ser parte de los cursos de deporte y literatura de la facultad Tea y Deportea, a cargo del docente y escritor Ariel Scher. “Siempre premiamos a los ganadores, que los hay mensualmente. Todo corre por cuenta del cuerpo técnico, tratamos de conseguir algún sponsor o, dentro de lo que es el presupuesto nuestro, les regalamos los premios, que van desde un libro hasta un par de botines, guantes, desodorantes, galletitas”, dice Pablo, que aclara que “con esto de la pandemia no teníamos la posibilidad de darle los premios y se nos acumularon dos meses”. Y de ahí salió la idea de los cursos virtuales, becados por la entidad verdeamarela: “A los 10 chicos que habían ganado les ofrecimos esto de manera optativa, y 8 tomaron la decisión de hacerlo. Es un cierre muy bueno para estos meses”.

Un jugador de primera

Al parecer es tanto el compromiso de los alumnos-jugadores, que uno le pidió pararse detrás del escritorio para dar una charla. Se trata de Valentín Larralde, quien hoy es parte del plantel que comanda Hernán Crespo, y se animó con una clase sobre el medio ambiente. “Nos dijo que le interesaba el cuidado medioambiental, y que quería hacer una charla él. Y así fue. Se encargó de organizarla, de prepararla, de explicarla”, relata De Muner, que tras admitir la “sorpresa” que esa iniciativa causó, agrega a conciencia: “Hasta ahí, uno no tomaba noción de la importancia del cuidado del agua, entre otras cuestiones esenciales”.

Entre otros tópicos que despiertan la atención y curiosidad de los futbolistas, aparecen las cuestiones raciales. “Lo que pasó con Mandela en Sudáfrica fue muy bueno. Vimos un documental sobre el racismo, que es una historia muy parecida a lo que le pasó a Floyd (en Estados Unidos)”, cuenta el ex zaguero, y cierra: “En seguida los chicos lo enlazaron con la actualidad. Ahí se armó un lindo debate, y veíamos como muchas cosas que siempre repudiamos se vuelven a repetir a lo largo de la historia”.

Al costado del mundo

Después de un arranque prometedor en el club de La Paternal, Pablo Daniel De Muner conoció Europa gracias a ser fichado por el Poli Ejido, de España. Y conoció Chile, porque defendió los colores de Unión San Felipe; y Bolivia, tras su paso por el Oriente Petrolero; y Paraguay, porque jugó en Sol de América. Pero las clases de geografía que está desarrollando el plantel en la actualidad le hicieron ver que en su paso por otras latitudes “no hice nada, no conocí nada, no lo supe aprovechar”, según reconoce entre risas. “Tuve la suerte de viajar por un montón de lados gracias al fútbol, y con esta actividad estoy descubriendo el tiempo que perdí en todos esos países que estuve. Por eso, esta sesión me está dejando un aprendizaje hermoso, igual que a todo el cuerpo técnico”.

El técnico de la Reserva asegura que la materia de mapas y globo terráqueo “está muy buena”. Y detalla la consigna: “La cosa es así: vamos por los continentes y se eligen países, y un grupo de jugadores se dedica a preparar material sobre ese país: cultura, comidas típicas, turismo”.

 

Fuente: El Eslabón

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