No cabe duda que la medida de emergencia de suspender las actividades de bares y restaurantes desde el sábado por la noche perjudica económicamente a muchos empresarios y trabajadores. También es evidente que si no hay un freno a los contagios de Covid-19, las consecuencias en la salud, con riesgo de vida incluida, lo sufrirán en los propios lugares de trabajo, como cada vez es más frecuente, todas y todos. Y los empresarios también.
¿Es legítima la bronca? Quizás sí, pero es irracional su sustento. ¿Por qué no exigir al Estado alguna compensación en vez de directamente negar la enfermedad y sus consecuencias?
Y eso se pudo ver una vez más en otra protesta como la del sábado, en Oroño y Jujuy, zona de coquetos bares y restaurantes, que directamente se pareció a otra manifestación anticuarentena, antipolítica, anti-todo.
Los cánticos con insultos al gobernador, que comunicó la decisión el viernes ante la aceleración de casos, más la repetición de “basta de mentiras”, son una postal del sin sentido. La pregunta hacia uno de los manifestantes, grabada en un video, es clara: ¿por qué “mentira”, señor? La respuesta no tanto.
— Rodrigo Miró (@RodrigoMiro76) August 29, 2020
“Los orcos de piel verde (conocidos como Orcdom) son unas de las razas más prolíficas de Azeroth”, dice una reseña. “Nativos originarios del mundo de Draenor, los orcos llegaron a Azeroth a través de un portal dimensional conocido como el Portal Oscuro, donde comenzaron una guerra con los humanos influidos por el embrujo de la Legión Ardiente”.
“Los orcos –continúa el texto– cultivaban originalmente una sociedad noble y chamanística cuando vivían en Draenor. Desgraciadamente, el orgullo de algunos clanes orcos fue aprovechado por la Legión Ardiente para corromper a sus líderes y usarlos como su brazo extensible en la invasión del mundo de Azeroth”.
¿Está claro?
