Este miércoles al mediodía, familiares, amigos y amigas de Sebastián Cejas exigieron el esclarecimiento del asesinato frente al edificio del Centro de Justicia Penal.

La movilización comenzó en la zona del Hospital Españo, epicentro del crimen ocurrido en las primeras horas del martes pasado, y terminó en el Centro de Justicia Penal de Sarmiento y Rueda.

Cejas, de 38 años, estaba sentado en su auto junto a su madre cerca de la medianoche de lunes, primeras horas del martes, en la puerta del Hospital Español, en Sarmiento y Gaboto, esperando que su padre saliera de diálisis, Cuando, según testigos, cuatro hombres armados sacaron bruscamente del auto a la madre y, luego recibir patadas y piñas, le dispararon un tiro en el pecho a la víctima, que horas después murió en ese mismo nosocomio.

Sebastián fue velado y cremado y sus amigos y familiares fueron a exigir explicaciones al Centro de Justicia Penal. Allí su hermano relató que movilizándose pasaron por las inmediaciones del lugar del hecho y encontraron una vaina servida con la que, supuestamente, hierieron a su hermano.

“Acabamos de encontrar una vaina que usaron para matar a nuestro amigo, caminando haciendo la marcha para acá, vimos que brillaba en el piso el casquillo servido, lo vamos a mostrar para que vean la justicia que tenemos”.

Siempre protegió a los padres

En diálogo con El Eslabón, Diego Gauna, contó que lo conoció a Sebastián Cejas en el contexto de su laburo como asesor gastronómico: “Me contrató el dueño de la parrilla El Mejor, de Italia y Riobamba, para armar la carta, organizar la cocina y la parrilla. Y me recomendó un cocinero-parrillero que era Sebastián. Yo lo tomé y empecé a tener buena onda con él. La verdad que se notaba que desbordaba buena onda todo el tiempo, cero maldad, era una cosa increíble. Yo después me contagié de Covid-19, y bueno, me aislé, y dejamos de trabajar. Sebastián además tenía a la madre que es mayor, y el papá que se hacía diálisis. Los cuidaba mucho, siempre protegió a los padres. Es más, decía que no tenía novia y que ‘picoteaba’ para cuidar a sus padres. Como que él estaba a cargo de los viejos”.

Además, Diego contó que, casualmente ese noche, la del crimen de Sebastián, tipo una una le escribió al Whatapps. “Me acordaba de que en el Instagram, él había publicado una foto mía con un costillar, ya que yo suelo hacer un catering criollo, diciendo que le hacía falta algo así. Y después me enteré que a las 12 había pasado esto. Una cosa de locos”.

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