Los 75 años del primer alzamiento de masas que cambió para siempre la historia nacional se viven y sobrellevan en situación de pandemia. Si bien no habrá bombos, bombas de estruendo, ni banderas en las calles, la militancia se hará sentir, esta vez por otros medios.
Mientras la derecha anticuarentena se ufana de haber ganado las calles, envalentonada por los medios hegemónicos tradicionales, las bodas de brillantes del peronismo ocuparán el ágora del siglo XXI, es decir la red de redes, Internet, la web o como queramos llamar a esta “mezcla única de estrategia militar, colaboración técnica e innovación contracultural” –según el filósofo Manuel Castells– que hoy atraviesa todas las relaciones sociales y productivas.
Vida digital
La cuarentena, sea relativa o estricta, consagró la virtualidad como un estándar relacional a nivel planetario, con todas las limitaciones y exclusiones de un mundo desigual. Las videollamadas, las clases virtuales, los juegos en red y los espectáculos por streaming dejaron de ser una práctica de nerds “antisociales” para convertirse en una forma obligada de interactuar en sociedad. Los vivos de Facebook, Instagram y YouTube son parte de la nueva vida en confinamiento, la oferta cultural se desmaterializa y se hace bits, que son inmunes a los virus biológicos.
Más que aislamiento social, la prevención de la Covid-19 se efectúa mediante el aislamiento físico, los cuerpos evitan el contacto para reducir la circulación del virus, pero las ideas y los proyectos se potencian a través de las plataformas digitales.
En 1996, John Perry Barlow –letrista de los legendarios Grateful Dead y cofundador de la Electronic Frontier Foundation– lanzó desde Davos, Suiza, la Declaración de Independencia del Ciberespacio, donde afirmaba que ese lugar inmaterial sería “el nuevo hogar de la mente”. En su misiva, Barlow desafiaba a los “gobiernos del mundo industrial” a la vez que afirmaba que se estaba construyendo un nuevo contrato social, con reglas propias.
Miles de millones de bits pasaron bajo el puente desde aquella declaración y el mundo industrial finalmente impuso sus reglas –no sin conflicto ni tensiones–, y colonizó el ciberespacio. Así fue que surgieron plataformas que capitalizaron y encauzaron la energía de las mentes interconectadas, como Google, Amazon o Facebook. De todos modos aún quedan intersticios en los que la contracultura originaria sigue vigente y desafiante.
Sin chori ni bondis
Este septuagésimo quinto aniversario del Día de la Lealtad no podrá celebrarse en las calles, pero tendrá su lugar de expresión en el ciberespacio y las redes sociales. Una de las formas de participar será VirtualMov. Una plataforma web que se presenta como “la primera herramienta integral para realizar movilizaciones masivas en el espacio digital”.
“Una herramienta innovadora de activismo y expresión colectiva, sin límites de participantes, ni límites geográficos que permite el encuentro en tiempos de pandemia y la producción de eventos híbridos”, explican sus desarrolladores. VirtualMov fue creada por la productora de Javier Grosman, responsable de las grandes realizaciones del gobierno de Cristina Kirchner, como las jornadas del Bicentenario y Tecnópolis.
VirtualMov fue utilizada el pasado 12 de septiembre en la marcha virtual Fuego Cero, organizada por Greenpeace Argentina para reclamar la Ley de Humedales, que convocó “a personas de todas partes del mundo a reunirse en simultáneo (y en forma virtual) en la región del Delta del Paraná”. También estuvo presente en otros eventos masivos como el Día de la Tierra 2020 en Washington y los festejos del Día del Orgullo en Madrid.
Para participar de la concentración virtual hay que entrar en la dirección 75octubres.ar y seguir los pasos que consigna el propio sitio web: “Ingresá completando algunos datos básicos y eligiendo un avatar, que es la figura que te va a representar en la movilización. Luego comienza la experiencia ocupando un lugar en el plano que geolocaliza la movilización. Allí podrás acceder a material diseñado especialmente para el evento mientras comienza la transmisión del mismo”. VirtualMov aclara que no exige ninguna información personal para ser parte de una movilización y es posible participar a través de cualquier dispositivo que se conecte a Internet.
La movilización se desplegará sobre espacios icónicos, como la Plaza de Mayo e incluirá canales de chat, streaming en vivo, un contador de asistentes certificado por Google y Amazon, entre otras características. A través de los hashtags #MovilizaciónVirtual y #PorUnNuevo17DeOctubre VirtualMov se conectará con otras plataformas como Facebook, Instagram o Twitter. En estas redes además se puede encontrar la fanpage, y los perfiles 75octubres.
Octubre es el mes de los alzamientos populares y las grandes revoluciones, pero en esta primavera la empatía hacia las personas vulnerables y la solidaridad con el personal sanitario se impuso por sobre las ansias –y la necesidad– de movilización. Es natural que un peronismo asediado por poderes oscuros se defienda ganando la calle, practicando la más directa de las democracias, pero esta vez el derecho a la vida y a la salud son prioridad. Sin embargo, el subsuelo de la patria podrá volver a sublevarse una vez más, desde millones de hogares y en el ciberespacio.
