Los fiscales federales que intervienen en la causa por la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro apelaron en las últimas horas la resolución mediante el cual la jueza federal 2 de Bahía Blanca rechazó la mayoría de las medidas que solicitaron para avanzar en la pesquisa, en el que además cuestionó su estrategia de trabajo, que equiparó con una «auténtica excursión de pesca'».
Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que la apelación fue presentada este martes ante la Cámara Federal de La Plata por los fiscales Héctor Andrés Heim y Horacio Azzolin en contra de la resolución de la magistrada María Gabriela Marrón.
Una presentación en igual sentido realizaron los abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, quienes representan en la querella a la mamá de Facundo (22), María Cristina Castro, junto con la Comisión Provincial por la Memoria.
El abogado Peretto consideró este miércoles que la jueza del caso «menospreció la prueba» obtenida hasta el momento y «rozó el agravio» con los fiscales, en las argumentaciones que virtió para rechazar casi todas las medidas que le solicitaron.
Para el letrado, la resolución emitida por la jueza Marrón «no resiste ningún tipo de análisis, ni legal ni lógico» y que «se ha extralimitado» en sus funciones «al hacer consideraciones de tipo defensivas para la postura de la policía» y al «menospreciar la prueba».
Además, opinó que la magistrada «ha rozado el agravio con los fiscales» Heim y Azzolin cuando cuestionó las medidas que ambos le habían pedido.
«Realmente como titulares de la acción pública no merecían ese trato procesal pero, conociendo el temperamento de la Cámara (Federal), podría llegar a revertirse», añadió Peretto.
«La tranquilidad que tengo es que con lo que está en la causa hay material para poder generar imputación pero siempre y cuando los ojos que lo vean tengan ganas de verlo», manifestó.
En una dura resolución que trascendió este martes pero que fue firmada el 15 de este mes, la titular del Juzgado Federal 2 de Bahía Blanca consideró que la estrategia de los fiscales «no parece orientarse a buscar la verdad» sino «solamente a compeler la responsabilidad policial» en el hecho.
«Ser policías no los vuelve delincuentes ni culpables», dijo la magistrada y agregó: «Es fácil creer que haya sido la policía pero se necesita prueba».
Además, equiparó la estrategia del Ministerio Público con una «auténtica ‘excursión de pesca'» y rechazó pedidos de allanamientos en dependencias policiales y el secuestro de teléfonos del personal de esa fuerza.
Las únicas medias a las que hizo lugar fueron a un pedido para que un oficial que interceptó a Facundo el día que desapareció entregue una libreta en la que registró sus datos personales y a requerirle a la comuna de Villarino el informe de lectoras de patentes entre el 30 de abril y el 8 de mayo en cercanías del puesto fitosanitario sobre la ruta nacional 3.
Los rechazos de la jueza
Los fiscales apuntaron a que los celulares secuestrados a los policías tenían mensajes borrados, sumado a mensajes «sugestivos». Para Marrón, «nada tiene de anormal es algo común, que hace mucha gente, ya que los teléfonos poseen información sensible de nuestra privacidad e intimidad. El borrar un mensaje no convierte a alguien en sospechoso de un delito ni pone en riesgo su inocencia».
Otro pedido de los fiscales era el análisis genético de un cabello encontrado en el interior de un móvil policial pese a que “supuestamente (Facundo) no habría estado” en el interior de ese rodado. La juez respondió: «Se ha probado que Facundo estuvo con González. El policía se desplazó en el móvil hasta la zona donde se lo vio a Facundo. El propio González lo dijo en su declaración. Así las cosas, el hallazgo del pelo por sí solo ¿qué conducta reprochable a González puede inferir? Volvemos a lo mismo ¿qué supone la fiscalía hizo González?».
En cuanto al hallazgo de un amuleto con forma de sandía, de propiedad de la víctima en el Puesto de Vigilancia de Teniente Origone, Marrón cuestionó el origen del hallazgo que «pone en duda su legalidad y por ende su validez» porque el lugar ya había sido allanado y los canes de la fuerza de seguridad no encontraron nada, pero el perro del perito de parte sí. «Con excepción del supuesto amuleto encontrado por el perro del perito de parte, no hay otra evidencia, hasta el momento, ni siquiera accidental, que ubique a Facundo en el Puesto de Vigilancia de Origone», dijo.
Otro amuleto y más apreciaciones de la jueza contra el perito de parte.
El perro de Marcos Herrero, el perito de parte, también encontró una piedra turmalina en un móvil de la Policía Local. La jueza plantea «la posibilidad de un error en el AVL del móvil» que habría estado cerca de donde se encontraron los restos de Facundo y apunta que «la fiscalía no presenta, ni siquiera mínimamente, una hipótesis que conecte a los policías de Bahía Blanca con los del Partido de Villarino». «En definitiva, lo único que enlaza a las dependencias policiales de Origone y Policía Local de Bahía Blanca con Facundo son los amuletos hallados por el perro del perito de parte, cuando la ciencia indica que en esos momentos no era posible que oliera esencia de Facundo», agrega.
Con respecto a la mochila que pertenecía a Facundo, la jueza Marrón explicó que los fiscales «no indican en qué fundan la certeza sobre los objetos que llevaba Facundo ese día en su mochila, es que ¿cómo podían saberlo? ¿Le armaron la mochila? Es improbable que alguien sepa – exactamente – qué cosas contenía y cuáles le faltaban al bolso que preparó el 30 de abril antes de partir. En cuanto al daño en algunas ropas, para adquirir relevancia en esta investigación, no concuerda con el resultado de la autopsia – sin lesiones, ni heridas de bala, cortes, etcétera –, por lo que lo más probable es que sean anteriores a la muerte o se hayan producido por efecto de la naturaleza».
En relación al pedido para allanar por tercera vez el destacamento de Teniente Origone. La fiscalía pide buscar fauna cadavérica, sedimentos y/o micro algas y sustancias hemáticas mediante el empleo del dispersado de luminol. La jueza respondió: “El informe final de la pericia a los restos óseos determinó con rigor científico que el cuerpo siempre estuvo en la zona del hallazgo. También determinó que no presentaba lesiones vitales. La fiscalía no esboza una idea a modo de hipótesis razonable y lógica para sostener la medida».
La jueza también se negó a dar curso al secuestros de teléfonos a alrededor 50 policías de la región. La fiscalía pide investigar si hubo entorpecimiento de la investigación, pero Marrón señaló: “Fundar una medida invasiva de la intimidad de las personas en conclusiones que no se infieren lógicamente de algún hecho concreto es un acto de arbitrariedad. En consecuencia, la estrategia escogida por los acusadores se asemeja a una auténtica “excursión de pesca”, lo que es inaceptable en un Estado de Derecho. Se trata de un acto ilegal, desproporcionado, que vulnera, sin eufemismos, garantías constitucionales».
Fuente: Télam/diario Perfil
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