Con la caída por 4 a 2 ante el conjunto del Sur del Gran Buenos Aires, en Arroyito y por la 3ª fecha, el auriazul complicó sus chances en el grupo 3 de la Copa de la Liga Profesional. Arrancó arriba con gol de Vecchio, pero Fontana, Bordagaray, Galoppo y Cuero (una verdadera pesadilla) lo dieron vuelta.   

Rosario Central evidenció serios problemas defensivos y pocas respuestas ofensivas, lo que explican, en parte, la goleada que sufrió en el Gigante de Arroyito ante el líder indiscutido de la Zona 3, que suma puntaje ideal. Si River vence a Godoy Cruz, el equipo de Cristian González quedará tercero, y con un incómodo panorama.

El duelo era parejo, hasta que entró a jugar la diferencia de velocidad entre ambos equipos. Sobre todo entre los atacantes del Taladro y la última línea auriazul. La visita avisó con un remate al travesaño de Martín Payero tras un córner corto, y respondió Emiliano Vecchio con un potente disparo que se abría a medida que tomaba fuerza.

El capitán con pasado en el Santos fue justamente quien abrió el marcador, a los 23’ de ese primer tiempo, luego de recibir un buen centro de Fernando Torrent. Pero la alegría duró apenas unos minutos, porque a los 26’, el dueño de casa empezaba a padecer las corridas de Mauricio Cuero. En esta ocasión, avanzó dejando a varios en el camino, y puso un preciso centro en la cabeza de Agustín Fontana, quien sólo tuvo que empujarla.

Al local se le hacía imposible frenar al colombiano por las bandas, pero también exhibía desajustes en el los centrales. Así llegó el grito de Fabián Bordagaray a los 43’. La jugada arrancó casi con el saque de arco de Iván Arboleda, apenas desviada en el camino, pero la pasividad de la última línea le dejó servido el gol a un ex Canaya, que definió con un toque sutil.

En el segundo tiempo, el moreno delantero seguía haciendo de las suyas por los costados, donde arrastraba todo lo que se le cruzaba por el camino. En una dejó sólo a Fontana, merced de una lenta reacción de Diego Novaretti, pero el punta la tiró arriba.

A los 20’ llegó otra falla en el fondo. De un tiro de esquina, Giuliano Galoppo apareció increíblemente solo, con su marca alejada varios metros a la redonda, y cómodo de cabeza estiró la ventaja.

En la adversidad, el conjunto dirigido por el Kily se adelantó unos metros, movidos más por el orgullo que por el buen juego. Y así también se descuidó atrás. Cuero, cuando no, metió otro pique –veloz a tal punto que ni falta pudieron cometerle– y definió a los 32’ para gritar el suyo, y liquidar definitivamente el encuentro.

Para lo único que quedó tiempo fue para el descuento auriazul, casi en tiempo cumplido. Que además valió la pena porque fue un verdadero golazo de Fabián Rinaudo, que había ingresado en el complemento después de una larga inactividad. En vez de tirar el centro al área, Vecchio la jugó rápido para Fito, que la clavó al ángulo a los 47’.

La victoria inicial de Banfield ante River pateó el tablero del grupo, que tenía al Millonario como gran candidato. Ahora, los de Arroyito corren detrás de ambos, y tendrán que hacer una segunda parte casi perfecta para aspirar a la clasificación.

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