El 8 de octubre pasado Brandon Gabriel Bay, “El Gordo”, le mandó un mensaje desde la cárcel de Coronda, donde está preso, a su cuñado Sebastián Aguirre, que cumple sus directivas extramuro, según los fiscales que investigan a la narcobanda llamada “Los Gorditos”.
La charla, interceptada por el Ministerio Público de la Acusación, es la siguiente:
Bay: escúchame de paso van a buscar el tornado y de paso matamos a un par de zombies, me voy a llevar a uno me voy a llevar.
Aguirre: y uno hay que llevarse cuñado
Bay: no, uno me voy a llevar (…) te mando un video con una motosierra, fíjate como lo voy a cortar en pedazo bien bien a lo mexicano le voy a dar.
Aguirre: y si a lo mexicano ahí está bien.
Bay: por eso ahí poné los pibes en auto, me entran a buscar la moto y se llevan a uno y lo mando a cortar en pedazo y que se vayan de la casa, le mando un video así con la motosierra ahí, pam pam, cortándolo en pedacito que se vayan de la casa (…) que se vayan todos de mi barrio”.
El audio fue transcripto este martes durante una audiencia en la que los fiscales Valeria Haurigot y Pablo Socca acusaron a dos hermanas de Bay, Aldana y Flavia, de conformar una asociación ilícita de la que también participarían otros dos miembros, Claudio Gustavo Ríos y Sebastián Eduardo Aguirre, bajo la conducción carcelaria de Brandon.
El audio se convirtió en una de las pistas que sigue el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Patricio Saldutti, por el hallazgo de dos cuerpos descuartizados que se produjo este martes en tres contenedores de residuos ubicados en el barrio Saladillo.
La morque identificó a las víctimas como Jorge David Giménez, de 29 años y antecedentes penales por drogas, y Víctor Martín Baralis, de 44 y entradas por amenazas y portación ilegal de armas.
Al menos Baralis tenía un disparo en la cabeza, que sería la causal de muerte. Luego los cuerpos fueron prolijamente descuartizados y los restos depositados en tres contenedores.
El vocero de la Fiscalía Regional Rosario, Sebastián Carranza, dijo este miércoles que “podemos asegurar que estas dos personas se conocían, que andaban juntos y se frecuentaban” y agregó que “se libraron actuaciones para conocer el origen de esa relación entre ambos y las posibles vinculaciones con organizaciones delictivas”.
Allí aparece la pista de Bay, imputado como jefe de una banda ligada a la venta de estupefacientes en barrio Norte de San Lorenzo, cuya disputa con otros tranzas de la zona derivó este año en varios asesinatos y balaceras.
Las hermanas del “Gordo” Bay, Aldana y Flavia, fueron detenidas el último sábado en el barrio Saladillo, el mismo donde el martes aparecieron los cuerpos descuartizados de Giménez y Baralis.
En la audiencia del martes en la que fueron imputadas, los fiscales Haurigot y Socca indicaron que el jefe de la organización es el “Gordo”, quien imparte las órdenes desde la cárcel, que son ejecutadas extra muros por las dos jóvenes y su madre, Érica Altamirano, además de Aguirre y Ríos, considerado “sicario de la organización”.
Originaria de la Villa Flamarión, en la zona sur de Rosario, la banda de “Los Gorditos” expandió su alance hasta San Lorenzo. Según el ministro de Seguridad provincial, Marcelo Sain, conforman “una franquicia de Los Monos”.
De acuerdo a los fiscales Haurigot y Socca, “esta organización criminal procuró ocupar sectores de la ciudad de San Lorenzo y excluir de allí a otras bandas antagónicas”, lo que explica tres homicidios ocurridos este año en una disputa narco. “Para llevar a cabo ese objetivo los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos, entre otros, la sustracción de vehículos, robos a viviendas, homicidios, lesiones, atentados contra las personas, amenazas y venta de estupefacientes”, señalaron en la acusación.
Y recordaron que “contaron con la connivencia de algunas personas integrantes de la Gendarmería Nacional y de la Policía de la Provincia de Santa Fe, que con su accionar al menos facilitaron la comisión de delitos”.
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