Cuando la derecha no gana las elecciones, embarra la cancha, recurre a la Justicia y discute sin pruebas los resultados. De esta manera, aumenta las dosis de noticias falsas y guerra judicial, que no siempre le alcanzan para ganar, pero resultan siempre efectivas para crear confusión e intentar torcer la voluntad popular. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 7 de febrero, el correísmo se alzó con una victoria contundente, pese a todas las estratagemas y actos de difamación de los poderes corporativos, EEUU y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Andrés Arauz, candidato de Unión por la Esperanza (Unes), consiguió una ventaja de más de diez puntos (alrededor de un millón de votos) y obtuvo el 32,70 por ciento de los votos.

El segundo lugar sigue disputado entre el empresario conservador Guillermo Lasso (19,74 por ciento y el candidato del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (PK) Yaku Pérez (19,38 por ciento).
En el tercer puesto se dio otra sorpresa: Xavier Hervas, agroempresario que exporta brócoli a Europa y que llevó adelante una campaña en Tik Tok que lo mostró recorriendo Ecuador en patineta, alcanzó casi el 16 por ciento de los votos como candidato de la Izquierda Democrática (ID).

El contubernio anticorreísta

Hasta el viernes 12, todo parecía estar más o menos claro. Arauz iría a segunda vuelta con Lasso o Pérez, entre los que había una diferencia de unos pocos centésimos. Pero ese día, en secreto, se produjo una reunión entre Lasso, Pérez, y miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y de la Organización de Estados Americanos (OEA). Allí se acordó un recuento de votos, cuando estaban contabilizados el 99,65 por ciento de los sufragios sin registrarse ninguna denuncia de irregularidad. No fueron invitados ni Arauz ni ninguno de los otros candidatos.

Y tuvo como ingrediente la intervención del fiscal general de Colombia, que acudió al llamado de su par de Ecuador para intentar seguir adelante con una de las noticias falsas, surgida de una nota periodística, sobre la presunta colaboración del grupo guerrillero colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la campaña de Arauz. Con esta estratagema se intentó perjudicar al correísmo en el marco de la avalancha de mentiras contra esa fuerza política, que incluso intentó ser proscripta. La presencia del fiscal colombiano indica que todavía el establishment no se resigna e intentará alguna jugada sucia.
Marco Teruggi, en su nota publicada el 16 febrero en Página 12, marcó la gravedad del hecho y las sospechas que despierta por la intervención de la OEA y su recordada y nefasta actuación en Bolivia, entre otros actores entre bambalinas. “Existe, además, otro elemento en la agenda de la contienda: la reciente visita a Quito realizada por el Fiscal de Colombia, Francisco Barbosa, quien, a pedido de la Fiscal ecuatoriana, Diana Salazar, trajo lo que denominó como «información», sobre el financiamiento del Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano a la campaña de Andrés Arauz”, escribió Teruggi. Y agregó: “La visita del fiscal de Colombia, relacionado con el partido del presidente Iván Duque, Centro Democrático, dirigido por Álvaro Uribe, levantó señales de alarma acerca de la existencia de posibles maniobras para impedir una participación de Arauz en el ballottage del 11 de abril”.

Pero pese a lo acordado el viernes entre Lasso, Pérez, el CNE y la OEA, el domingo el empresario se arrepintió y dijo que no quería el recuento de votos, que implicaba volver a revisar más de seis millones de sufragios. Y luego, el martes, también se arrepintió la CNE, que anunció que no habrá nuevo escrutinio. Por consiguiente, al cierre de esta edición, Arauz y Lasso competirán en segunda vuelta.

El acuerdo incluía un recuento de votos en 17 provincias del país: 100 por ciento en Guayas (donde Arauz ganó con contundencia) y 50 por ciento en las demás. El proceso duraría unas dos semanas a partir del martes 16, según anunció el lunes 15 el CNE. Apenas 24 horas después, este organismo se desdijo.
El contubernio había presionado a la CNE para hacer un recuento que embarrara la cancha y sirviera de puntapié inicial para un embate anticorreísta, configurado por un rejunte de fuerzas cuyo único objetivo es que “no vuelvan más”.

Pero luego Lasso se arrepintió y generó más confusión e incertidumbre sobre la segunda vuelta. El multimillonario publicó el domingo 14 una carta dirigida al CNE intimando a dar el resultado definitivo. Es más: señaló el carácter “supralegal” del acuerdo del viernes y hasta denunció el peligro que el poder electoral caiga en “actos ilegales y hasta delictivos”.

Además acusó a Pérez, horas después de mostrarse su aliado, de “estar intentando fraguar un fraude” con el proceso de recuento.

En las redes sociales, Lasso acusó a Pérez de “intento de fraude y caos a la democracia”. Y el candidato de Pachakutik dijo que es Lasso el que quiere hacer fraude: “Con qué autoridad moral usted aspira a ser presidente si hace fraude, primero dice que abran las urnas porque quien «nada debe, nada teme» y ahora que no abran las urnas, fraude tras fraude, una burla al CNE, a la OEA y al pueblo de Ecuador”.

En medio de esta confusión, Pérez sacó su gente a la calle para repudiar el “retracto del señor Lasso”. El martes 16 se produjo una importante movilización de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari). Pérez presidió esta agrupación entre 2013 y 2019, cuando ganó la gobernación de Azuay.

Ante la decisión de la CNE, Pérez denunció la existencia de un “pacto satánico” entre Rafael Correa y Lasso en el marco de una serie de marchas de protesta.

“Nos movilizamos para defender los intereses de los 18 millones de ecuatorianos: si hay que pelear tenemos que pelear, si hay que ir a la cárcel iremos a la cárcel, si nos asesinan seremos asesinados, pero de rodillas jamás”, afirmó Carlos Sucuzhañay, presidente de Ecuarunari, que forma parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE).

Por su parte Arauz señaló este lunes 15: “Quienes han cogobernado el país junto a Lenín Moreno quieren aferrarse al poder, por eso han intentado, por vías anti-democráticas, descalificar nuestra candidatura, ahora, con mentiras quieren presionar al sistema de justicia para un nuevo episodio de persecución. Toda esta patraña tiene una sola intención: impedir que el binomio Arauz-Rabascall que lidera la preferencia electoral participe de la segunda vuelta”.

Arauz de campaña en Nueva York

El candidato ganador de la primera vuelta se dio un baño de multitudes en Queens, Nueva York, donde vive una gran comunidad de migrantes ecuatorianos. “Estamos aquí celebrando nuestra victoria contundente en la primera vuelta. Nosotros ya estamos liderando de largo las preferencias para segunda vuelta y por eso están queriendo hacer triquiñuelas en el Consejo Nacional Electoral, para evitar nuestro triunfo contundente” afirmó.

Según informó Página 12, la visita de Arauz incluye reuniones con Alejandro Werner y Kirshna Srinivasan director y subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional. “Lo bueno es que va a ser una elección donde van a quedar contrastados claramente dos grandes planteamientos de lo que debe ser Ecuador. Uno que nos va a llevar a un país de unos privilegiados, unos pocos banqueros que quieren repartirse lo poco que le queda a la patria y otro por un país del progreso” agregó el candidato correísta.

 

Fuente: El Eslabón

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