El 4 de abril que viene la Ética cumplirá diez años de trabajo en Nuevo Alberdi. Es el primer bachillerato para jóvenes y adultos de gestión social de la provincia. Dos años más tarde se sumó el Bachi Tablada, en el corazón de la zona sur de Rosario. Uno y otro reciben a estudiantes de estos barrios, sobre todo jóvenes y la mayoría mujeres, que quieren completar su educación obligatoria. Por estos días inscriben para el ciclo 2021 y planifican las clases como el resto de las escuelas de la provincia: un poco presencial, otro poco trabajando en la casa. También analizan –dicen sus docentes– cómo aprovechar la experiencia educativa y social desplegada en la pandemia para “potenciar el proyecto pedagógico” de estas escuelas.

Los bachilleratos populares –en los que se inscriben la Ética y el Bachi Tablada– son definidos como escuelas de gestión social (reconocidos por la ley de educación nacional 26.206). En 2018 la Ética logró el visto bueno del Ministerio de Educación de Santa Fe, y fue “autorizada” –el término legal dentro del sistema de enseñanza privada de la provincia, como escuela experimental–. Y esta semana se difundió que fue “incorporada” a dicho sistema, que en lo concreto significa el subsidio estatal para sostener 60 horas cátedra, un cargo de personal administrativo y otro de dirección.

El Bachi Tablada está en la lucha para conseguir que se la reconozca como un anexo de la Ética. Desde una y otra escuela celebran ser alternativas de educación popular para los sectores menos favorecidos socialmente. Las dos son impulsadas por Ciudad Futura, una expresión política que reúne a distintos movimientos sociales de la ciudad.

Para este ciclo

Maximiliano Tomatis es profesor de la Ética –Escuela N°3188 del Territorio Insurgente Camino Andado–, ubicada en Somoza 3075 en Nuevo Alberdi. Repasa que ante la situación de incertidumbre con que comenzó el ciclo lectivo en 2020, “en un contexto de posmacrismo, donde muchos viven de la changa y hay mucho por hacer”, entendieron que una forma de dar contención era recibiendo a todas y todos en la enseñanza a la distancia.

Actualmente los cursos son de entre 50 y 55 estudiantes, muy numerosos. Algo que los obliga a inscribir –desde este 1° de marzo– solamente a los primeros años. El espacio donde funcionan es una casa con muchas limitaciones físicas para responder al trabajo en burbujas y organizar la bimodalidad que demandan los protocolos. “Estamos evaluando alquilar otra casa para darle más continuidad a la presencialidad. Sabemos que lo que hace la diferencia es el encontrarse”, adelanta Maximiliano.

Al igual que las demás escuelas ubicadas en zonas periféricas, mantener la virtualidad en 2020 fue difícil: “Aquí era Whatsapp, un teléfono por familia. Así logramos sostenerla y con bajísima merma”.  Sumada la entrega de materiales impresos. Y además a eso se unió la tarea social y militante de atender “a esas familias que todo el tiempo estaban maquinando cómo comer” antes que otras urgencias. Ayudaron, por ejemplo, a tramitar el IFE o la beca Progresar. También recibieron el aporte de la Universidad Nacional de Rosario con las y los egresados de la Ética, para lograr becas de conectividad y otros beneficios puntuales.

A la Ética asisten entre 130 y 140 estudiantes al bachiller, y unas 30 niñas y niños al jardín de infantes que funciona en la misma casa. “La mayoría son del barrio, pero a veces llegan jóvenes de barrios cercanos, porque un amigo o familiar les contó «que la escuela está buena y es distinta»”, valora Maximiliano sobre la posibilidad también “de construir una ciudad mejor”.

En la zona sur 

 

Bachi Tablada
Trabajo grupal y aprendizaje colectivos. Una clase en el Bachi Tablada, antes de la pandemia.

En el Bachillerato Popular Tablada –más conocido como el Bachi Tablada– arrancaron con las inscripciones en la última semana de febrero para todos los cursos. “Comenzamos un poco antes para poder organizarnos con los protocolos que establece el Ministerio, el trabajo en burbujas y en la bimodalidad”, dice Laura Scopetta, quien integra el equipo de coordinación del Bachi.

La idea –explica– es poder cruzar la información a la hora de organizar los horarios y considerar las diferentes realidades de las y los estudiantes. El Bachi Tablada está ubicado en Spiro y Tafí, en Villa Manuelita. En el 2020 reunió una matrícula de unos 65 estudiantes, entre los cuales egresaron 20.

“La educación de adultes tiene esa complejidad. El año pasado tuvieron que realizar las tareas de sus hijes y a la vez dedicarle un tiempo a su instancia formativa. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo para sostener ese vínculo, con personas atravesadas por un sinfín de problemáticas, en especial las mujeres en su doble rol de madres”, señala Laura y afirma que la cuestión de los cuidados estuvo en el centro de los debates.

Considera que la presencialidad es primordial, pero no a toda costa. Por eso dice que el esfuerzo ahora está en garantizarla, con los cuidados esenciales: “La presencialidad en el Bachi es también una posibilidad de tener un espacio propio para poder salir de la casa, un ámbito propicio para el estudio y el trabajo, que muchas veces es difícil encontrar en el propio hogar”.

Además resalta la urgencia de atender a un piso de igualdad en el acceso a internet y a las pantallas. “Si hay algo que la pandemia puso en el centro es la gran brecha social y el problema de la conectividad. No podemos pensar en el derecho a la educación para todes si no se cuenta con estas herramientas”, manifiesta la educadora. Este planteo lo elevaron este miércoles pasado en una audiencia convocada por las comisiones de Salud y Educación de la Cámara de Diputados santafesina.

Laura recorre lo realizado desde el Bachi en la pandemia y asegura que la experiencia resultó una invitación a seguir pensándose como escuela. “Si bien el año pasado lo pedagógico tuvo su lugar –profundiza–, nos convertimos en un espacio de lucha y contención de otras problemáticas que atraviesan a les estudiantes. Este año vamos a redoblar los esfuerzos y pensar de qué manera podemos hacer que esa experiencia potencie el proyecto pedagógico de la escuela”

Para inscribirse

La Etica inscribe al nivel secundario desde el 1° y hasta el 5 de marzo, únicamente para el primer año. Hay que dirigirse a la sede de Somoza 3075 de 17 a 19. Se solicita llevar fotocopias de DNI y de la partida de nacimiento, además de certificado de 7° grado.

El Bachi Tablada inscribe hasta el 12 de marzo próximo a los distintos cursos, de 18 a 19.30 en la sede de Spiro y Tafí. Solicitan para la inscripción llevar fotocopias del DNI, de la partida de nacimiento y certificado de estudios incompletos.

Fuente: El Eslabón

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