La Banda de Les Papas Fritas se abre paso a las tablas en un persistente escenario de pandemia. De cara a su recital en Distrito Siete, la cantante Julia Castillo advierte: “Se está criminalizando mucho la expresión artística en la región”.
La Banda de Les Papas Fritas es una agrupación musical y humorística con vuelo artístico, oficio y compromiso con los derechos humanos, la lucha social y ecológica. Su talento se puede comprobar en sus presentaciones presenciales, poniendo el oído a Mundo Crocante, su primera producción discográfica, y también apreciando sus registros audiovisuales en YouTube.
Nacieron en 2013 y, actualmente, este grupo de trabajo autogestivo está integrado por Julia y Alejo Castillo; Lucas Cristóforo De Vicenti; Mauro Orizi e invitados. Desde las aperturas a espectáculos por motivo de la pandemia, la banda realizó una serie de presentaciones en espacios públicos. Este viernes en la nocturnidad del 2 de abril, a la hora 20, subirán al escenario de Distrito Siete.
“Nosotros entramos a todo un circuito de música infantil que decimos que en realidad es para todas las edades. No es solamente para niñes el espectáculo, aunque nos encanta y trabajamos un montón a la hora de componer para ese público”, afirma Julia Castillo, compositora, vocalista y acordeonista de Papas Fritas, para pasar a explicar: “En la nocturnidad nos hemos presentado muchas veces con concurrencia de gente de todas las edades, tenemos público adulto que nos sigue, se nos han mixturado los niños y las niñas con los grandes, es un público mutante”.
Sobre la pandemia del coronavirus que todavía acecha a la sociedad con la nueva ola, Castillo expresa que “hablar de salud sin cultura es heavy”. La acordeonista, que también toca quena y pandereta, remarca que la cuarentena “por un lado nos sirvió como grupo, es el octavo año que estamos con Les Papas Fritas, tuvimos una etapa más introspectiva y enriquecedora para el proceso artístico; luego de la crisis que todos los artistas vivimos -aclara-, porque también es una realidad que no poder salir fue muy duro. En nuestro caso, cuando pudimos como cooperativa de laburo y creación superar eso, trascendimos en una búsqueda diferente, porque antes de la pandemia estábamos laburando mucho, focalizados en las funciones”.
Con protocolo y distanciamiento, la agrupación se presentó en espacios públicos de la ciudad como el parque frente al Monumento a la Bandera, como así también hicieron una función para apoyar la lucha por la preservación de los Humedales. Pero no todas fueron buenas, una tarde intentaron brindar su espectáculo en la feria de calle Oroño, y fueron desalojados por la Guardia Urbana Municipal, porque según el órgano de control, el grupo no había gestionado el permiso a tiempo.
“La realidad es que no tenemos políticas públicas culturales que nos acompañen -subraya Castillo-, o sea, el sector de la cultura y sobre todo los artistas populares estamos bastante desprotegides excepto por un par de leyes y subsidios que nos han amparado. Está duro en ese sentido, se está criminalizando mucho la expresión artística en la región, ni hablar en Rosario. Y no es sólo a nosotres con lo que nos pasó con la Gum, todas las semanas se están sacando artistas de los lugares públicos, se encrudeció, se ha echado a gente de los lugares que tenía permiso, siendo que en otros ámbitos se ven aglomeraciones”.
Pandemia heavy
El impacto de la cuarentena por el coronavirus dejó sus huellas naturalmente en las nuevas composiciones de Les Papas Fritas.
“Al principio era bastante heavy metal todo lo que salía, no daba para ser tan depre, aparte nosotres mezclamos la música y humor, tenemos lo cómico dentro de la protesta. No nos podíamos reír de nada al principio, pero después pudimos subir la curva y apostar a otra mirada, esa cuestión de mezclar la música y la risa tiene que ver con que tenemos una mirada positiva de la vida; que no es negacionista, porque somos muy críticos y todo, pero pudimos vivir esa etapa, superarla y ahora lanzar nuevas canciones y gags junto a nuestros clásicos, que son muy pedidos por un público que nos sigue, con el cual compartimos”.
Sobre la presentación en el espacio cultural de Distrito Siete, donde realizaron durante años numerosos funciones, la compositora demostró su apoyo luego de la polémica agitada por sectores de Juntos por el Cambio local, que criticaron la exención de impuestos para el espacio cultural que nació como experiencia cultural de Ciudad Futura y que hoy funciona como una cooperativa con casi tres decenas de puestos laborales en juego.
“Nos encanta porque es un espacio de gente compañera más allá de cualquier afiliación política que tengan, es gente que se autogestiona y ha apostado a reinventarse para seguir sosteniendo la cultura local, han sostenido a capa y espada su trabajo. La reflexión que nos merece decir es, que sin cultura, ¿cómo salimos de esta situación? La cultura es lo más invisible que hay, es uno de los patrimonios valiosos que tenemos, es la parte complementaria de la salud, porque hoy lo que se mira es sólo lo sanitarista: ponerse el alcohol, la distancia y todo eso , pero el valor humano, el patrimonio, es la cultura, que está siendo amenazada y diezmada en este momento, y espacios como el D7, reivindican, sostienen, nos contienen a les artistas, contienen a toda la sociedad, los artistas somos parte emergente de una sociedad, y los artistas populares reflejamos a la cultura de la sociedad, por eso apoyamos los espacios que la pelean en ese sentido.
La Banda de Les Papas Fritas se presenta el viernes 2 de abril, a las 20, en Distrito Siete (Ovidio Lagos 790)
Las entradas se pueden adquirir en d7entradas.com.ar o en la puerta. La capacidad máxima es de 150 personas.
Nota relacionada:
Sumate y ampliá el arco informativo. Por 300 pesos por mes recibí info destacada de Redacción Rosario todos los días en tu correo electrónico y los sábados, en tu casa, el semanario El Eslabón. Suscribite en este enlace: Redacción Rosario + El Eslabón. O comunicate al WhatsApp +54 9 341 6407379.
