El carácter antidemocrático, golpista, racista, elitista y violento de la derecha regional al servicio del imperio y los poderes fácticos no es noticia. Lejos de serlo, es una verdad de Perogrullo. Pero este hecho, evidente y denunciado en incontables oportunidades, en los últimos días fue judicializado y está siendo investigado. Y surgen, literalmente día a día, pruebas contundentes de la participación de Argentina, Ecuador, Brasil y Chile, con la coordinación de EEUU, en la destitución de Evo Morales en 2019.

La Justicia de Bolivia presentó pruebas sobre el envío de armas desde Argentina y Ecuador para reprimir al pueblo boliviano. La revista brasileña Forum señaló la existencia de una reunión, en mayo de 2019, entre Luis Fernando Camacho, quien encabezó la invasión del Palacio de Gobierno de Bolivia con una Biblia, y el por entonces canciller de Brasil, Ernesto Araújo, “para hablar de Bolivia”. Al igual que Mauricio Macri, Lenin Moreno y Jair Bolsonaro, Araújo negó, en todo momento, que hubiera un golpe de Estado en Bolivia. “No hay golpe de Estado. El intento de fraude electoral masivo deslegitimó a Evo Morales, quien tuvo la actitud justa para renunciar ante el clamor popular. Brasil apoyará la transición democrática y constitucional. La narrativa golpista solo sirve para incitar a la violencia”, señaló el ex canciller, ofreciendo una síntesis muy representativa del golpismo regional. De hecho, los medios hegemónicos al servicio de los poderes fácticos (actores fundamentales de la derecha) siguen negando que en Bolivia hubo golpe.

Según la investigación de la revista brasileña, existen además audios revelados por el diario boliviano El Periódico que muestran a un interlocutor hablando del apoyo “de las iglesias evangélicas y del gobierno brasileño” al golpe, y de un supuesto “hombre de confianza de Jair Bolsonaro, que asesora a un candidato presidencial”.

“Tenemos que empezar a organizarnos para hablar de política en las iglesias, como se hace desde hace mucho tiempo en Brasil, que ya tiene diputados, alcaldes y hasta gobernadores de la iglesia (evangélica)”, se escucha en la grabación.

La investigación, firmada por Plinio Teodoro y publicada el 18 de julio, se titula “Bolívia investiga participação do governo Bolsonaro em golpe contra Evo”.

La nota afirma que un portavoz del gobierno boliviano, Jorge Richter, señaló que las investigaciones indican que además de Argentina y Chile, Brasil puede haber ayudado en el golpe. “Esto está siendo observado. Vamos a investigar qué relaciones pudieron haber tenido en ese momento en cuanto a ayudas y aportes de Chile y Brasil”, indicó Richter, al tiempo que prometió más datos sobre el caso Chile en los próximos días.

Por su parte, el ministro de Gobierno del Estado Plurinacional, Carlos Eduardo Del Castillo, confirmó, en diálogo con Página 12, que el “gobierno de Bolivia tiene identificado a un uniformado argentino que habría coordinado la entrega de las 70 mil balas antitumulto que llevó la Gendarmería cuando el golpe de Estado ya había derrocado a Evo Morales. El funcionario también explicó que esperan informes de la Fuerza Aérea para determinar si el material represivo enviado por la gestión de Mauricio Macri fue empleado en dos masacres y confirmó que existe un registro de que 26.900 cartuchos ingresaron a la Policía de Bolivia.

La coordinación general del plan golpista continental estuvo a cargo de EEUU. En este sentido, el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que “La CIA contrató inteligencia argentina para el golpe”, en el marco de una entrevista con Página 12 publicada el 18 de julio.

Evo hizo referencia a los “presidentes de derecha sometidos al imperio que colaboraron con el golpe de Estado contra su gobierno en noviembre de 2019”. Y definió a Macri como “un agente del imperio y de las transnacionales”. Asimismo, aseguró que “pronto se sabrá el rol de Brasil en el golpe”. Evo dio por descontada la participación de agentes de inteligencia argentinos que enviaban información a la CIA, y reclamó que Macri sea juzgado para que nunca más sucedan golpes como el que lo arrancó del gobierno.

El ministro de Gobierno de Bolivia también denunció que el 16 de noviembre de 2019, cuatro días después de que asumiera el mando el gobierno ilegítimo de Jeanine Añez, ingresaron al país armas, proyectiles y granadas procedentes de Ecuador. Según el funcionario, toda la información del préstamo o importación de los equipos se realizó “con un perfil bajo”.

“El 16 de noviembre ya habrían ingresado armas, proyectiles, granadas y otros a territorio nacional”, dijo Del Castillo quien evitó mencionar mayores detalles aunque dijo que se encuentran recolectando “todos los elementos, informes oficiales y extraoficiales” al respecto.

A través de una misiva difundida por Bolivia Tv, se hizo conocer que Ecuador entregó en calidad de “préstamo” al gobierno de Añez un total de 8.449 unidades de armamento no letal, entre ellos proyectiles y granadas, señaló Del Castillo al sitio de noticias boliviano Erbol.

El funcionario boliviano también ofreció detalles precisos sobre la injerencia de EEUU. Según informó Página 12, Del Castillo afirmó que “el 24 de julio de 2019 el subsecretario adjunto del Departamento de Estado de EEUU para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kevin O’Reilly, se reunió en La Paz y Santa Cruz con diplomáticos, dirigentes políticos y periodistas: anticipaba un fraude electoral a tres meses de los comicios”.

“O’Reilly tuvo varios encuentros con dirigentes políticos, cívicos y periodistas en La Paz y Santa Cruz, de acuerdo a un cable diplomático transmitido el 30 de julio de 2019 a la Cancillería de Argentina por su embajada en La Paz, al que tuvo acceso el diario La Razón. A tres meses de los comicios presidenciales, el funcionario estadounidense había expresado sus dudas sobre la transparencia de los comicios, la organización, el área informática e incluso el sistema de conteo rápido de votos. A continuación vino el triunfo de Evo Morales y la posterior denuncia de fraude de la OEA, lo que desembocó en un escenario de polarización y violencia en las calles que derivó en la renuncia del ex presidente de Bolivia”, señala Del Castillo, en la nota de Página 12 publicada el 19 de julio.

El funcionario denunció “un plan continental para reprimir al pueblo boliviano” y acusó al gobierno de Donald Trump de marcar una “hoja de ruta” para el golpe de Estado.

La derecha regional tiene dos “sedes” muy visibles: Colombia y Miami. Desde allí se ataca a los gobiernos que no responden a Washington. Además, son un semillero de mercenarios y sicarios. De allí salieron los responsables del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise. Desde Miami y Colombia se planean, financian y perpetran los actos de violencia en Venezuela. Y el ciberataque a Cuba partió también, entre otros sitios, de Florida.

“No es la primera vez que se habla de mercenarios de origen colombiano, hace años cientos de militares salieron del país para enfrentar conflictos ajenos gracias a las capacidades que desarrollaron enfrentando a las guerrillas”, señala Infobae en una nota fechada el 9 de julio.

“Así lo reveló en 2014 una investigación periodística de The New York Times que visibilizó cómo los Emiratos Árabes Unidos han enviado a cientos de mercenarios colombianos a Yemen”, agrega la nota.

 

Fuente: El Eslabón

 

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