Dirigentes, defensores de DDHH, movimientos sociales y artistas (muchos de ellos estadounidenses) pidieron al presidente Biden que ponga fin a las sanciones. “Es sólo el comienzo”, respondió.

“Es hora de tomar un nuevo camino hacia adelante en las relaciones entre EEUU y Cuba. Nosotros, los abajo firmantes, le hacemos este llamado público urgente para que rechace las políticas crueles implementadas por la Casa Blanca de Trump que han creado tanto sufrimiento entre el pueblo cubano”, señala el primer párrafo de la carta abierta dirigida al presidente de EEUU, Joe Biden.

“Cuba, un país de once millones de habitantes, atraviesa una difícil crisis debido a la creciente escasez de alimentos y medicinas. Las protestas recientes han llamado la atención del mundo sobre esto. Si bien la pandemia de Covid-19 ha demostrado ser un desafío para todos los países, lo ha sido aún más para una pequeña isla bajo el peso de un embargo económico”, sigue diciendo el texto firmado por los ex presidentes de Brasil, Lula da Silva, y de Ecuador, Rafael Correa; los intelectuales Noam Chomsky, Frei Betto y Atilio Borón; el cienasta Oliver Stone y los actores Danny Glover, Jane Fonda y Susan Sarandon, entre otros.

“Nos parece inconcebible, especialmente durante una pandemia, bloquear intencionalmente las remesas y el uso de las instituciones financieras globales por parte de Cuba, dado que el acceso a dólares es necesario para la importación de alimentos y medicinas”, dice el texto publicado en el diario estadounidense New York Times por una iniciativa del Centro Memorial Martin Luther King y las organizaciones The People’s Forum y Codepink para “cambiar la política inmoral y miope de EEUU hacia Cuba” y “proporcionar medicamentos y suministros médicos muy necesarios para el pueblo cubano”.

Los firmantes señalaron que el 12 de junio, a través de un comunicado, Biden manifestó su apoyo al pueblo cubano. “Si es así, le pedimos que firme inmediatamente una orden ejecutiva y anule las 243 medidas coercitivas del ex presidente Donald Trump”, dice el texto.

“Cuando la pandemia azotó la isla, su gente y su gobierno perdieron miles de millones en ingresos del turismo internacional que normalmente irían a su sistema de salud pública, a la distribución de alimentos y a la ayuda económica”, señala la carta, al tiempo que recuerda que el 23 de junio la mayoría de los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votó contra el bloqueo. Este organismo internacional, cuyas resoluciones EEUU ignora por completo, votó 29 veces contra esta medida unilateral.

En la última votación, 184 naciones votaron por unanimidad en contra del embargo comercial. Sólo EEUU e Israel votaron contra esa resolución, mientras que tres países se abstuvieron: Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos.

La carta recuerda que durante la pandemia, la administración Trump (2017-2021) endureció el embargo, hizo a un lado la apertura parcial del presidente Barack Obama, y puso en marcha 243 “medidas coercitivas” que han estrangulado intencionalmente la vida en la isla y creado más sufrimiento.

El magnate neoyorquino prohibió en noviembre de 2020 el envío de remesas a Cuba, una medida que agravó profundamente el ahogo económico a la isla. Y todo indica que Biden no sólo va a mantenerla sino a endurecerla.

En plena pandemia, EEUU impide a Cuba la compra de respiradores. La asfixia, en este caso, deja de ser una metáfora. Pero, según EEUU, es Cuba quien viola los derechos humanos.

Donald Biden y Joe Trump

“En 1961, durante la última semana del mandato del presidente Dwight Eisenhower, el Departamento de Estado emitió una orden que les prohibía a los y las estadounidenses viajar a Cuba sin un permiso especial. Y el 3 de febrero de 1962 se formalizó el bloqueo a Cuba mediante la Proclama Presidencial No. 3447, firmada por el Presidente John F. Kennedy”, señala el informe de la organización humanitaria Oxfam, con sede en Reino Unido, fechado en mayo de 2021 y titulado “Derecho a vivir sin bloqueo”.

No es nuevo que las administraciones demócratas son, además de las responsables de establecer el bloqueo, tanto o más crueles, violentas e injerencistas que las republicanas. Y BIden se mostró más duro que su predecesor: “Este es sólo el comienzo: EEUU seguirá sancionando a individuos responsables de la opresión del pueblo de Cuba”, amenazó en un comunicado oficial, después de que el Departamento del Tesoro anunciara sanciones contra el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, Álvaro López-Miera, y contra una unidad militar de élite conocida popularmente como “avispas negras” o “boinas negras”.

Biden, pese a Guantánamo, pese a las cárceles secretas de la CIA repartidas en todo el mundo (donde EEUU, con la complicidad de la Unión Europea, mantiene prisioneros sin juicio alguno, tortura y asesina a discreción), osó condenar “las detenciones masivas y los juicios falsos que están condenando injustamente a prisión a quienes se atreven a expresarse” en Cuba.

El comunicado oficial del gobierno de EEUU publicado en el sitio de la Casa Blanca se titula “Hoja informativa: Medidas de la Administración Biden-Harris sobre Cuba” (“Fact Sheet: Biden-Harris Administration Measures on Cuba”) y se monta en las protestas ocurridas en Cuba para justificar el genocidio en nombre de la “libertad” y contra “la represión del gobierno autoritario” de la isla.

“El mundo observó el 11 de julio cómo decenas de miles de ciudadanos cubanos marcharon en ciudades de Cuba para exigir libertad tanto de la pandemia como de las décadas de represión y sufrimiento económico a las que han sido sometidos por el régimen autoritario de Cuba. EEUU apoya al pueblo cubano y, por lo tanto, abordar el momento y la situación actual en Cuba es una de las principales prioridades de la Administración Biden-Harris. Bajo la dirección del presidente Biden, EEUU está aplicando activamente medidas que apoyarán al pueblo cubano y harán que el régimen cubano rinda cuentas”, señala el primer párrafo, dando por sentado que EEUU es el único país en el mundo que tiene una suerte de “jurisdicción universal” para violar la soberanía de los países y la libre autodeterminación de los pueblos, desconociendo todas las normativas internacionales vigentes.

El imperio desoye el clamor de buena parte del planeta (con ciudadanas y ciudadanos yanquis incluidos) y señala que las medidas coercitivas contra el pueblo cubano se dirigen “a los perpetradores de graves violaciones de los derechos humanos y corrupción en todo el mundo”. 

Para EEUU, Cuba, al igual que Venezuela, constituyen un peligro “para todo el mundo”. Resulta difícil encontrar información sobre cuántos actos terroristas, genocidios, golpes de estado y apoyo a dictaduras asesinas cometieron estos países latinoamericanos. Pero no hay que olvidar que, mucho antes de que se utilizara el término “noticia falsa” (“fake news”), la historia del imperio, según registran los propios documentos desclasificados de la CIA, está jalonada de falsedades, tergiversaciones, puestas en escena, asesinatos impunes, ataques terroristas, auto-atentados y las más burdas mentiras para justificar invasiones y genocidios en todos los rincones del planeta.

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