“La escuela no va a ser la misma”, dice la gerenta de Educ.ar, Laura Marés, al analizar qué pasa con la educación tras un año y medio de escolaridad en la pandemia. Marés está a cargo del Plan Federal Juana Manso, diseñado por el Ministerio de Educación de la Nación y que promueve el uso de tecnologías en el sistema educativo. Un proyecto que define de “soberanía tecnológica y pedagógica”.
Considera que es un buen momento para dar las conversaciones imprescindibles para pensar qué escuela se quiere, qué transformaciones necesita. Mientras tanto, desde el Plan Juana Manso ya trabajan en propuestas pedagógicas pensadas “para escenarios combinados” (presencialidad y virtualidad), y también de alguna manera “como una extensión de la jornada de clases”.
El Plan se anunció en 2020 y se puso en marcha en distintas etapas. Las primeras tuvieron que ver con el desarrollo de las plataformas educativas para ofrecer contenidos a las escuelas, en especial en tiempo de aislamientos estrictos. Pero también se avanzó en la fabricación y entrega de computadoras, además de proyectar que todas las escuelas tengan conectividad. Que sea un plan con recursos propios.
Los pilares del plan –se lee en juanamanso.edu.ar– pasan por la conectividad, el equipamiento, la plataforma y capacitación para docentes, estudiantes y familias. En charla con El Eslabón, Marés prefiere no compararlo con el Programa Conectar Igualdad. “Muchos de quienes trabajamos en Juana Manso formamos parte de Conectar Igualdad. Lo que hay aquí es una recuperación de las mejores prácticas de aquel programa. De todo lo que se hizo ponemos en valor lo bueno y agregamos lo nuevo”.
—El Plan Federal Juana Manso se presenta con la idea de “promover, acompañar y brindar los medios para el uso de tecnologías en el sistema educativo argentino” a corto y largo plazo, ¿cómo se están cumpliendo esas metas?
—Venimos trabajando muy bien con las distintas jurisdicciones en el uso de la plataforma, en un uso creciente, de acuerdo a cada jurisdicción. Algunas ya no tenían plataformas y adoptaron Juana Manso. También hay otros casos que ya tenían su propia plataforma, y ahora usan la propia de la provincia y la de Nación. Estamos trabajando pensando en escenarios combinados, ya que cada vez tenemos más escuelas que están volviendo a la presencialidad; pensamos cómo aprovechar la tecnología para que se mantenga en el tiempo y funcione de alguna manera como una extensión de la jornada de clases.
—Algunas educadoras y educadores hablan del diseño de una escuela donde convivan casi cotidianamente la presencialidad y la virtualidad, ¿es así?
—Exacto. Este año y medio de escolaridad (en la pandemia), que casi van a ser dos, definitivamente deja cambios. Quedará para analizar la profundidad de esos cambios y qué es lo que implican. Pero sí, seguramente, la escuela no va a ser la misma. Así como se plantea en el ámbito laboral la posibilidad de ir al teletrabajo o de ir algunos días al lugar de trabajo y otros días trabajar desde la casa, quizás también esos escenarios puedan darse a nivel de la escuela. No digo que esto vaya a pasar. Sí, que estas conversaciones se están dando. También que lo que se piensa es cómo podemos aprovechar este momento para pensar esa mejora y transformación de la escuela.
—También, luego de este año y medio de pandemia, muchas chicas y chicos mantienen dificultades en sus trayectorias escolares, ¿cómo contribuye el plan para revertirlas?
—Más que con la plataforma en sí, es con la entrega de computadoras que se puede contribuir. Se trata de privilegiar a los chicos que están en situaciones de mayor vulnerabilidad social, son quienes pueden necesitar los equipos. Se van a empezar a entregar herramientas que los ayuden a continuar sus estudios, en las zonas de mayores necesidades, que en general es donde hay más abandono. En paralelo, el Ministerio (de Educación de la Nación) tiene varias líneas de trabajo dentro de lo que es el Plan Acompañar, y que apuntan a recuperar a quienes han perdido la escolaridad o están en riesgo de abandonarla.
—¿Cómo se posiciona Santa Fe en relación al uso y apropiación del Plan Juana Manso?
—Con Santa Fe estamos trabajando súper bien. La provincia tuvo un crecimiento muy alto en los últimos meses de aulas registradas, también estamos haciendo capacitaciones para los directores y docentes. Santa Fe tiene además un recorrido previo en el uso de tecnologías de la educación. No es una provincia que parta de cero, sino que ya había tenido distintas iniciativas en su historia, entonces hay equipos técnicos formados para trabajar en estos temas. Creemos que de acá a fin de año podremos avanzar mucho.
—Un informe reciente de la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL) advierte sobre el avance de las corporaciones tecnológicas en la educación. ¿Cómo sostiene la soberanía digital el Plan Juana Manso?
—La plataforma está justamente hecha desde el Estado para el Estado y alojada en el Estado. O sea, los servidores están en Arsat, por lo que los datos de alumnos y docentes están protegidos. Es lo que tratamos de combatir cuando se habla muchas veces de la mercantilización de la educación o de la plataformización de la educación. Las plataformas como Google Classroom o como Facebook, toman los datos de nuestros estudiantes y docentes y lo que hacen es ir modelando el mercado. Por eso decimos que nuestro plan (Juana Manso) es un proyecto de soberanía tecnológica y pedagógica. Soberanía tecnológica en cuanto al cuidado de esta protección de los datos dentro de la órbita del Estado. También porque, en lugar del sector privado, es el Estado quien dice cuáles son los modelos pedagógicos y cuáles son las propuestas didácticas que se quieren aplicar. Esto no quiere decir que no trabajemos o estemos en contra del sector privado, sino que buscamos espacios de trabajo y de contratación, pero dentro de lo que el Estado piensa, en el marco de la ley de educación, lo que es la mejor relación de los alumnos con la tecnología.
—¿Qué es lo que más le gusta del Plan Federal Juana Manso?
—Que sea integral. Pensamos en la plataforma, pero también en la formación docente, en la producción de contenidos, en la conectividad. En asegurar la conectividad de todas las escuelas, que es el gran desafío. No solo conectarlas, sino que forme parte del presupuesto nacional la provisión anual de la conectividad.
¿Por qué el nombre Juana Manso?
“Juana Manso (1819-1875) fue una gran educadora, una gran feminista, una mujer que siempre iba por más pero que además defendía mucho los derechos de los chicos y los espacios de juego y de recreación como espacios de aprendizaje. Y eso es algo que nosotros queremos poner en valor”. La explicación sobre las razones de por qué el Plan Federal lleva ese nombre la daba la gerenta del portal educativo de la Nación, Laura Marés, en una entrevista realizada en junio del año pasado para Redacción Rosario.
La decisión del nombre había surgido –señalaba Marés– en distintos intercambios con el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta. Una de las ideas de Juana Manso que se buscó resaltar fue la del sentido lúdico que le daba a los aprendizajes.
“Muchas veces, en los medios, cuando se quiere atacar al Conectar Igualdad se dice que los chicos usaban las computadoras para jugar o ver películas. Sin embargo, eso también es aprender. Cuando un chico puede estar con la familia, almorzar juntos y conversar sobre algo que escuchó en la televisión o en la radio, eso también es aprendizaje. Creemos que entender que el aprendizaje pasa por muchos lugares distintos es un gran homenaje a Juana Manso”, argumentaba Laura Marés.
Computadoras para Santa Fe
A fines de julio pasado, el ministro de Educación de la Nación estuvo en Santa Fe. En esa visita anunció que, en el marco del Plan Federal Juana Manso, se entregarán en una primera etapa a la provincia 37.442 netbooks, que beneficiarán a 455 escuelas de todo el territorio santafesino.
Trotta destacó en esa oportunidad que esta distribución implicaba “una restitución de derechos”. Hay que recordar que durante los cuatros años del gobierno nacional de Mauricio Macri no sólo se discontinuó el Plan Conectar Igualdad (creado en 2010), sino que además se lo vació y dejó caer en su sostenimiento. Hasta 2015 se habían entregado más de 5 millones de netbooks a las escuelas argentinas.
El ministro repasó que “se estaban fabricando en suelo argentino 633 mil computadoras con una inversión por parte del Estado nacional de más de 20 mil millones de pesos y generando más de dos mil puestos de trabajo”. También que se proyectaba “fortalecer esa inversión”; porque a esas 633 mil computadoras se les sumarán otras 500 mil, que permitirán llegar a todas y todos los estudiantes del primer año de la escuela secundaria”.
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