La sala sanitaria donde se desempeñaba como enfermero el militante Ariel Morandi, desaparecido durante la última dictadura, lleva desde este martes una placa con su nombre y su historia, colocada en el marco del Programa de Señalética de Marcas de Memoria que desarrolla el municipio.

“Lo que se busca es hacer visibles esas marcas, que a veces no son tan conocidas o pasan desapercibidas cuando circulamos en la ciudad”, dijo durante la actividad Alicia Gutiérrez, directora de Derechos Humanos y Memoria de Rosario. “Y contar las historias de luchas por la ampliación o el acceso a diferentes derechos que cada una representa”, completó.

 

La colocación de la “señal” fue la primera de nueve que el Programa tiene previstas hasta diciembre próximo, entre las que se destacan la señalización de los Tribunales Federales –donde se sustancian los juicios por delitos de lesa humanidad- y la de los Tribunales provinciales, para simbolizar la lucha de los familiares de las víctimas de la represión estatal el 19 y 20 de diciembre de 2001.

Gutiérrez sostuvo que “un lugar emblemático para la lucha de memoria, verdad y justicia son los Tribunales Federales, en el que se llevan adelante los juicios que juzgan los crímenes del terrorismo de Estado, y donde vamos a destacar el compromiso de sobrevivientes, víctimas, organismos, fiscales, abogadas y abogados en este largo proceso que no tiene precedentes en el mundo”.

El acto de señalización de este martes, en el centro de salud del barrio Plata que lleva el nombre de Morandi, recuerda al enfermero Ariel Eduardo Morandi, un joven que tenía 24 años cuando fue secuestrado en su lugar de trabajo, el Sanatorio Plaza.

Militante Montonero, Morandi fue secuestrado junto a la también enfermera Susana Miranda el 11 de mayo de 1978, y tras pasar por la ex Jefatura de Policía de Rosario estuvo detenido ilegalmente en el centro clandestino que funcionó en entonces Fábrica de Armas “Domingo Matheu”.

La sobreviviente de la dictadura, Olga Moyano, declaró en los juicios de lesa humanidad que vio por última vez a Morandi y Miranda en ese lugar, del que fueron “trasladados”. Ambos permanecen todavía desparecidos y por sus secuestros y torturas fueron condenados cinco represores del Batallón de Inteligencia 121 del Ejército.

El Programa “Marcas de la Memoria”, que lleva adelante el municipio local, tiene como objetivo “visibilizar en el espacio público las memorias de las luchas políticas, sociales y culturales, mediante la colocación de marcas físicas en distintos puntos de la ciudad”.

“Dichas marcas incorporan contenidos explicativos que buscan favorecer la circulación y la democratización de las memorias a toda la ciudadanía”, informó la Intendencia.

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