Revelan que, desde antes de asumir, Jair Bolsonaro infiltró en el máximo tribunal a una pasante vinculada a un bloguero ultraderechista para informar sobre los movimientos de ese tribunal.

Son decenas las investigaciones contra Bolsonaro. Lo investiga el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF). También una comisión especial del Senado. Y fue denunciado, por distintas agrupaciones y delitos varios, ante la Corte Penal Internacional de la Haya (CPI). A esto hay que sumar los más de cien pedidos de juicio político en su contra, que descansan en los cajones de la Cámara de Diputados. La lista de presuntos ilícitos cometidos es un universo en expansión.

Las acciones por las que se lo investiga van desde corrupción (por ejemplo, por sobreprecios en la compra de insumos necesarios para la pandemia), la instalación de un centro de operaciones para propalar noticias falsas, sus permanentes llamados a un golpe de Estado y sus críticas al sistema electoral. Asimismo, el mandatario está muy comprometido con el escándalo por la realización de experimentos con personas que, sin dar su consentimiento, fueron utilizadas como conejillos de indias con medicamentos no autorizados como hidroxicloroquina, azitromicina e ivermectina, lo que habría producido muertes que se ocultaron.

Se lo acusa además por su incesante prédica golpista, por sus provocaciones a los otros poderes del Estado (que incluyeron tanques en las calle para provocar al Congreso e intento de toma de la Corte), y por su tenaz negacionismo con relación a la pandemia y a las vacunas, posición que incluso reiteró en su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Además, se lo acusa de interferencia política en el funcionamiento de la Policía Federal para proteger a sus familiares y amigos, que también están salpicados por hechos de corrupción.

El 17 de diciembre de 2020, Bolsonaro se convirtió en el primer presidente brasileño en funciones investigado en la CPI de La Haya, cuando este organismo aceptó la denuncia de la Comisión Paulo Evaristo Arns y la agrupación Abogados Brasileños por los Derechos Humanos, que lo acusaron de incitar al genocidio de los pueblos originarios.

En octubre de 2021, el Movimiento Brasil Libre (MBL) también denunció al presidente ultraderechista ante la CPI por “genocidio”, debido a su gestión de la crisis sanitaria de la Covid-19.

El 9 de agosto de 2021, la Articulación de los Pueblos Indígenas presentó una denuncia ante el mismo tribunal. En esa ocasión, se responsabilizaba al ex capitán del ejército por la muerte de 1.162 personas de cerca de 163 comunidades originarias a causa de su pésima gestión de la pandemia.

Desde que Bolsonaro asumió el cargo, los pueblos originarios presentaron tres denuncias ante la CPI por “ecocidio” o “genocidio”.

La más reciente se formalizó el 12 de octubre, y se relaciona con la deforestación de la Amazonia y su impacto para la salud a escala mundial. “El planeta contra Bolsonaro”, se titula la denuncia presentada por la ONG AllRise (“Todos se levantan”). El escrito busca crear jurisprudencia al estimar que las acciones del presidente brasileño (y de su administración) no solo suponen un ataque contra la Amazonia sino contra toda la humanidad.

Presuntos delitos desde antes de asumir

Foto: Alan Santos

En medio del renacido enfrentamiento entre el presidente de Brasil con el STF, se conoció que el bolsonarismo infiltró como informante a una pasante que trabajó en la máxima corte de Brasil, que hace años lleva causas contra seguidores del mandatario y el propio Jair Bolsonaro por atentar contra la democracia. La espía actuó durante la campaña electoral, antes del triunfo de Bolsonaro.

La infiltrada fue una pasante estudiante de Derecho que trabajó por tres años en el despacho del juez Ricardo Lewandowski.

Tatiana García Bressan, de 45 años, fue pasante hasta que asumió el presidente Bolsonaro, pero durante la campaña electoral informó al bloguero Allan dos Santos, un furibundo ultraderechista, sobre todos los movimientos que registraba en la Corte. Por entonces, Dos Santos tenía el programa Terça Livre (Martes Libre) hasta que sus propiedades fueron allanadas en 2019 por el juez de la Corte Alexandre de Moraes, quien lo investiga por diseminar noticias falsas y hacer campaña para cerrar el STF o intervenirlo militarmente.

Por su parte, el diario brasileño Poder 360 informó que el juez del TS, Alexandre de Moraes ordenó a la Policía Federal recabar el testimonio de Tatiana García Bressan.

El caso fue revelado el 6 de octubre de 2021 por el diario Folha de Sao Paulo, que obtuvo acceso a un informe de la Dirección de Investigación y Combate a la Delincuencia Organizada de la Policía Federal. Los mensajes fueron recopilados a partir de la violación de la confidencialidad telefónica por parte de Dos Santos y son conversaciones entre el bloguero y García Bressan que datan del 23 de octubre de 2018 al 31 de marzo de 2020.

Según las conversaciones que reproduce Poder 360, el contacto inicial lo realizó García Bressan, quien habló con Dos Santos mostrando interés en trabajar en el equipo de la congresista Bia Kicis (Partido Social Liberal, de ultraderecha). En la primera comunicación, García Bressan dijo que es pasante de Lewandowski. “Quédese allí (en la Corte) como nuestro informante”, le responde Allan dos Santos. Ante esta sugerencia, la pasante replicó: “Será un honor. Estoy ahí jajaja”.

En el mismo diálogo, Dos Santos le preguntó a García Bressan qué veía como lo más “asombroso” de la oficina. La infiltrada dijo que los ministros del STF “deciden lo que quieren y cómo lo quieren”. “Algunas decisiones se modifican porque alguien importante llama al ministro”, agregó García Bressan.

Según informó la revista brasileña Veja, el 8 de octubre, Twitter suspendió dos cuentas de Dos Santos, por difundir noticias falsas y mensajes antidemocráticos.

García Bressan le dijo a Folha de Sao Paulo que nunca actuó como informante de Dos Santos. Según ella, la conexión con el bloguero se debía a que ambos eran alumnos del escritor Olavo de Carvalho, un astrólogo y gurú anticomunista que vive en EEUU y tiene una gran influencia sobre Bolsonaro. García Bressan adujo que se puso en contacto con Allan porque quería un trabajo.

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