La editorial Colectiva Aguará, que está integrada por comunicadores sociales, abogades, politólogues, militantes, dibujantes y educadores y que tiene una doble identidad, entrerriana y santafesina, presenta este viernes a partir de las 18, en la Biblioteca Argentina, dos nuevas historietas.

Se trata la historia de dos mujeres y su lucha contra un modelo de concentración de tenencia de la tierra y sus consecuencias, en distintos momentos históricos. El primer título es Desde la Raíz (guión de Luciano Redigonda y dibujos de Martina Cúneo) narra la militancia de Alicia López en las Ligas Agrarias Chaqueñas  en los ’70, su desaparición y el reclamo por Memoria, Verdad y Justicia. El trabajo está basado en una investigación de Juan Diego Ruiz y Noelia Figueroa.  Y el segundo es No fumiguen mi escuela (guión de Alfredo Hoffman e ilustrada por Lisandro Estherren), aborda la problemática que viven las escuelas rurales, víctimas de fumigaciones aéreas con agrotóxicos. La historieta cuenta el devenir de María Leiva, la docente de la localidad de Basavilbaso que se enfrentó a una fumigación en una escuela rural y lograr un juicio emblemático en todo el país donde se pudo juzgar a los responsables de la fumigación.

“Para nosotros estas historias tienen una relación que tiene que ver con la militancia revolucionaria de dos mujeres contra la concentración de la tenencia de tierras”, indicó Sabrina Gullino Valenzuela Negro en el programa Poné la pava que se emite por Radio Rebelde Rosario (99.3).

“Nuestro proyecto editorial trabaja con las biografías de personas que sufrieron graves vulneraciones a sus derechos humanos y lograron transmutar ese dolor en lucha colectiva”, agregó la militante de derechos humanos, nieta recuperada y también artista. Además, señaló que trabajan en contacto permanente con las organizaciones sociales, los organismos de derechos humanos, los docentes y los estudiantes porque el proyecto también está enfocado como recurso pedagógico.

“Venimos pensando en construir un recurso expresivo teniendo en cuenta la potencia que tiene el género de la historieta, siempre pensando en construir herramientas que abordan la problemática de los derechos humanos desde el presente que es lo que nos interpela. De esa manera vamos construyendo nuestro catálogo y también pensando en el mundo que queremos construir para el futuro para nuestros hijos e hijas”, concluyó Sabrina Gullino Valenzuela Negro.

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