El 10 de noviembre último se inauguró la novena edición de Explorar el azar, un ciclo de exposiciones que reúne a variados artistas y estilos (en este caso, Virginia Molinari y Lacast) y que finaliza son un “saqueo”: los presentes se llevan copias de las obras. Puede visitarse hasta el 18 de diciembre en Bon Scott (Pichincha 131).
Explorar el azar es un ciclo de muestras que organiza la artista y curadora Pauline Fondevila en el bar Bon Scott desde principios del 2020. Su continuidad y regularidad estuvo atada a los vaivenes de los protocolos sanitarios. De hecho la idea inicial tuvo mucho que ver con la imposibilidad de los museos, galerías y otros espacios de arte de mantener sus puertas abiertas durante el confinamiento más estricto.
A decir verdad, Explorar el Azar, más que una serie de muestras es un muestrario. En cada episodio los artistas convocados presentan una selección de sus trabajos más representativos o de una línea en particular de su obra. Estas imágenes serán impresas en fotocopias en blanco y negro y gigantografías distribuidas por todas las paredes del local. La obra “Con mayúsculas” se reserva para otros espacios dando lugar a esta especie de “unplugged” y como dice el dicho: “para muestra, basta un botón”.
En cada edición se convoca a dos autores bien diferentes: pueden ser artistas, diseñadores, animadores, fotógrafos o dibujantes amateurs. Por esto mismo, los elencos han sido muy variados y los cruces no se hicieron esperar: imágenes hechas en Paint, esténciles, paisajes a tinta, consignas políticas y ecológicas pintadas con lápices, letras de canciones, citas a la pintura rosarina, personajes de dibujos animados y un largo etcétera.
El montaje mantiene el espíritu de las habitaciones adolescentes donde los pósters de músicos conviven con cartas manuscritas y dibujos rudimentarios llenando las paredes sin orden ni lógica aparente. En cada cierre se lleva a cabo “el saqueo”. Un momento donde las fotocopias son descolgadas y los espectadores casuales se pueden llevar sus reproducciones a casa en un acto que recuerda la poética de Félix Gonzáles-Torres cuyas obras eran repartidas en las salas de exposición.
El título de este ciclo de muestras, tomado de una de las consignas del Mayo Francés, remite a esos encuentros azarosos que propician los bares y, a su vez, a la mística de los cafetines donde han surgido multitud de revistas, cruces insospechados entre disciplinas y numerosos grupos de artistas en momentos de persecuciones, penurias y crisis varias. Un punto neurálgico donde se dan cita tanto el arte como la política. Dos universos que siempre atraviesan las propuestas de Pauline Fondevila.
La última edición de Explorar el azar, la número 9, reúne a Lacast y a Virginia Molinari. La mayoría conocemos a Lacast por sus esténciles de monos colocados en distintas paredes de la ciudad. Monos que se encuentran en situaciones de lo más variadas: cantando, bailando, tomando selfies. En esta ocasión, sus primates invaden el bar llevando comida y bebidas alcohólicas. Se desplazan orgullosos por las paredes como lo harían los gatos: con cuidado pero con curiosidad. Un gato al borde de una cama también aparece en una de las fotografías de Vir Molinari. Sus imágenes nos muestran escenas cargadas de intimidad, encuadres cinematográficos de situaciones cotidianas donde la distensión y el relax son la regla: una mujer despreocupada fuma mirando hacia un costado, una conversación privada se muestra en la pantalla de una computadora, dos personas arman un corazón con la luz del sol y el río como fondo.
Explorar el azar puede visitarse hasta el 18 de diciembre en Bon Scott (Pichincha 131).
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