Yo no sé, no. Pedro se acuerda de aquella tarde, la tercera de una lluvia constante, en la que apenas aflojó un poco lo mandaron a comprar lo que siempre hay que tener: velas, fósforos, bencina para el carusita. Salió con unas ganas de jugar a lo que sea pero lo único que había camino al almacén para entretenerse era esa zanja que casi desbordaba, con una corriente de agua especial para una carrera con palitos. Por suerte él llevaba unos cuantos en el bolsillo. La carrera la comenzó solo, ya que no había nadie en la calle, pero cuando llegó a Biedma, que estaba pavimentada, encontró a unos amigos. En ese tramo, los palitos para la carrera que se armó, los de él eran de los fósforos, por ser más livianos y flotadores.

Ese año en la escuela le enseñarían los números romanos, en los que casi siempre aparecen los palitos, y siempre se acordaba del primer once que escribió con dos palitos. Por aquel tiempo también aprendió a jugar con dos palitos, uno chico y otro mediano como bate. Mientras tanto, en la familia, las tías discutían si había que seguir comprando un billete para fin de año con terminación once. El primer premio, el gordo de esa navidad, sería de dos millones (dos palos). También por ese entonces se esperaba el once de cada mes porque ese día, después de pagar las deudas, se sabría cuánto quedaba para las salidas (cine, pizzas, parques, cancha). A poco de cumplir once, la mirada y la sonrisa de una piba le hicieron temblar las patas como si fueran dos palitos.

A los años, un marzo vió una pintada que rezaba: “¡El 11 vote a la 11!”. Y sí, después del temporal de tantos años, votar a la lista 11 (FREJULI) era la gran opción de liberación que tenía el pueblo. El dólar, el dólar superaba apenas los 11 mangos. El otro día, luego de una lluvia que amagó ser eterna, mientras escuchábamos los miles de palitos que nos exige el FMI que garpemos, Pedro me dice, mirando una corriente de agua pegadita a la vereda, la verdad que si logramos que a cada familia le ingresen dos palitos al año, salimos a flote y nos ponemos en carrera para definitivamente tener una Patria para Todos.

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