El 30 de abril de 1977, un grupo de mujeres se reunió en Plaza de Mayo para reclamar por la desaparición de sus hijos e hijas: 45 años después, su lucha se mantiene vigente.
Desde este viernes 29 de abril, para todo el país, estará disponible, en la plataforma Contar, el emblemático documental Madres, de Eduardo Walger, en el que diecisiete Madres de Plaza de Mayo –incluidas cuatro participantes de aquella primera reunión de abril del 77– desgranan recuerdos de vida cotidiana y lucha social antes, durante y después del genocidio. Un relato colectivo que nos abre un mundo de intimidad y compromiso con la vida y el bien común.
La película emociona desde la introducción, sintetizando los ideales de los/las jóvenes militantes de los setenta en la carta de Ana Baravalle a su madre Mirta; homenajeando a las madres secuestradas en diciembre de 1977: Azucena Villaflor de De Vincenti, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, cuyos cuerpos fueron arrojados al mar, devueltos por las aguas de la costa bonaerense e identificados en 2005 a través de exámenes de ADN; y adelantando un compendio de imágenes que recrean el clima de utopía y de urgencias revolucionarias de aquella época.
“¿Vos querés que te cuente?”, pregunta Pepa Noia con su impagable espontaneidad, mientras corre el telón de la memoria para que hechos y personajes se levanten y anden durante casi dos horas. El bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955, que tiñó, de muerte y sangre del pueblo, la infancia de los futuros militantes; las dictaduras militares; el legado de Eva Perón; la Revolución cubana y el sueño libertario de los países latinoamericanos. Los sacerdotes tercermundistas, la liberación o dependencia y las luchas juveniles (con armas o sin ellas) por una sociedad más justa. Perón y la primavera camporista. Y una generación que apretaba el acelerador de la historia para llevar la imaginación al poder y tomar el cielo por asalto.
Madres es el resultado de tres años de gestiones, investigación, rodaje, montaje y posproducción. A partir de los testimonios y filmaciones que las muestran en situaciones cotidianas íntimas y públicas, la obra de Eduardo Walger nos ayuda a comprender cómo un grupo de mujeres –en su mayoría, amas de casa– se transformaron en militantes activas por los derechos humanos, la justicia, la igualdad y la inclusión social.
Los relatos se complementan con copioso material fílmico y fotográfico de época facilitado –entre otras fuentes– por el Archivo General de la Nación, el Museo del Cine de la Ciudad de Buenos Aires, Televisión Española, organismos europeos, reporteros gráficos, filmaciones privadas de las madres y archivo fílmico documental inédito de los años setenta provisto por militantes, además del archivo fotográfico de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Tanto la fotografía como la posproducción de imagen y sonido sorprenden por su nivel de excelencia artística y riqueza de recursos técnicos, inusual para el género documental de la época. Mención aparte merece la seductora banda de sonido, que incluye las canciones Más que un deseo y Rey de los divinos, interpretadas por Las Pelotas.
Se trata de una coproducción del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y la Asociación Civil y Cultural El Fisgón, con la colaboración y supervisión de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Cuenta con la colaboración del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, BAFilm, la Fundación Banco Provincia y Provincia Seguros, y es auspiciada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El equipo de producción del documental (Argentina, 2007) está integrado por Eduardo Félix Walger (guión, dirección y montaje), Andrea Bello (producción), M. Darío Marchini (investigación y archivo), Eduardo Szyszlikan (dirección de fotografía y cámara), Eduardo Enrique Walger (posproducción de imagen), Stavros Digital Sound (posproducción de sonido), Rafael Walger (sonido directo) y Gabriela Martínez y Pablo Estévez (música).
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