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El Ministerio de Educación de Santa Fe inició este año el cambio de los planes de estudio para las Escuelas de Enseñanza Media Para Adultos (Eempas). Un debate postergado por doce años en la provincia de Santa Fe, y que ahora apuran resolver. Desde Amsafé reclaman que la discusión sobre los nuevos lineamientos pedagógicos se dé en tiempos y espacios reales, para que la transformación sea con consensos.

A través de un documento publicado en la página oficial de Amsafé, el sindicato del magisterio público fijó su posición ante la reforma curricular en las Eempas.

“Desde el Ministerio de Educación se plantearon jornadas institucionales referidas a la propuesta de actualización de la Eempa, y las posibles modificaciones de los lineamientos curriculares sobre la base de la lectura previa de los lineamientos de las resoluciones CFE N° 118/10 y 254/15”, dice el texto.

El documento resalta lo propio que hace a la identidad de estas escuelas dedicadas a personas jóvenes y adultas: “La historia de la modalidad de educación de adultos se caracteriza por haberse sostenido por más de 45 años como un bastión sólido garantizando el derecho social a la educación de estudiantes que, por diversas circunstancias personales y socioeconómicas, no pudieron culminar sus estudios en otras modalidades y niveles educativos”.

“Habiendo comenzado como un bachillerato libre, -continúa ese repaso- las Eempas se han consolidado en nuestra provincia, brindando educación a miles de santafesinos y santafesinas que, a través de su paso por la modalidad, lograron no sólo obtener un título secundario, sino también ampliar sus horizontes laborales y personales”.

Razones que Amsafé entiende valiosas para que tener presente el trabajo educativo construido. “No puede desconocerse el trabajo que en este casi medio siglo de historia han realizado nuestras escuelas, ni tampoco puede desconocerse la diversidad de la población escolar, sus realidades y sus intereses”, piden considerar.

Lo que sigue en el documento de Amsafé es un punteo de temas que señalan claves sobre la reforma planteada desde el Ministerio de Educación provincial. “El primer aspecto que queremos señalar es que el puesto de trabajo docente no puede ser reemplazado por ningún otro actor social que no posea título docente. Todos los roles y funciones, si no son ejercidos por un docente, no tienen especificidad educativa. Cualquier cambio en este sentido significaría un gran retroceso y estaría fuera de la normativa que encuadra nuestra carrera y que tiene su origen en acuerdos paritarios”, alertan.

Respecto de la modificación de la carga horaria propuesta en los lineamientos oficiales, desde el sindicato docente subrayan que “se debe tener en cuenta que el estudiante adulto que asiste a escuelas nocturnas no cuenta con el tiempo suficiente fuera de su asistencia a clases, debido a sus cargas laborales y familiares”.

También sobre el trabajo docente y la relación con las y los estudiantes, y el valor de la presencialidad señalan: “Nos preguntamos también cuales serían los alcances de la propuesta de trabajo independiente y si se ha evaluado en relación con la realidad de los alumnos y alumnas. Nuestra población escolar necesita la presencia del docente y la relación con sus pares. Basta pensar seriamente en lo que significó para nuestras escuelas el transitar los tiempos más duros de la pandemia y sus dificultades; la falta no solo de conectividad sino de incentivos para continuar estudiando, incentivos que nuestros alumnos necesitan y siempre obtienen del contacto cotidiano con sus docentes. Plantear una carga horaria a distancia puede significar una sobrecarga laboral a nivel institucional, para el docente, y un factor de deserción del alumno que no se debe minimizar”.

Un punto clave que toma el documento de Amsafé es sobre la organización por módulos impulsada a nivel oficial. “El cambio disciplinar a lo modular e interdisciplinar para cada ciclo debe debatirse, tomando en cuenta el alcance de las políticas públicas de enseñanza de la modalidad, atendiendo a los actores, al cambio de contexto social y a las propuestas pedagógicas que se vienen desarrollando en el nivel secundario y también su incidencia en el puesto de trabajo”, reclaman.

El texto también refiere al trabajo con los recursos digitales y la formación docente, también abarcadas en los documentos oficiales. “En cuanto a incorporar la conectividad para la alfabetización digital y la actualización didáctica de los docentes, sostenemos que es el Estado quien debe garantizarla”, explicitan y recuerdan que “durante la pandemia se hizo insostenible poder brindar soporte a los docentes en las instituciones, por lo que la experiencia indica que es imposible contar con conectividad si no hay inversión educativa en equipamiento tecnológico para uso de los docentes y los estudiantes del nivel de adultos”.

El documento lleva el pedido explícito de dar los tiempos y espacios de un debate real, con la participación del sindicato. “Desde Amsafé sostenemos que son necesarios los espacios de discusión reales, donde los profesores de la modalidad puedan analizar ampliamente los contenidos, donde además la Amsafé, como gremio representativo mayoritario de los trabajadores de la educación de toda la provincia, pueda intervenir para garantizar un amplio proceso de debate que genere lineamientos pedagógicos de amplio consenso”.

Piden que cualquier transformación educativa a la que aspire darse se haga respetando la participación de la docencia, que es la que conoce las necesidades y urgencias de sus alumnas y alumnos. “La modalidad tiene muchas problemáticas a ser resueltas: falta de cargos, edificios compartidos, necesidad de creación de escuelas en diferentes localidades, conectividad, asistencia a los alumnos y alumnas. Con este panorama, con estas dificultades, seguimos garantizando el derecho social a la educación a una vastísima población de nuestra provincia. Somos las y los docentes quienes conocemos a nuestra población escolar y podemos dar cuenta de nuestro trabajo, por eso planteamos: ninguna reforma inconsulta, ninguna modificación al puesto de trabajo, más derechos para las y los estudiantes y mayor atención a la modalidad desde el Ministerio de Educación”, expresan.

Resoluciones federales

El documento de trabajo enviado a las Eempas desde las Direcciones Provinciales de Educación de Jóvenes y Adultos y de la de Educación en Contextos de Privación de la Libertad se apoyan en dos resoluciones tomadas por el Consejo Federal de Educación -reúne a las ministras y ministros del área de todo el país- una en 2010 y otra en 2015.

Esas resoluciones -la N° 118 de 2010 y la N°254 de 2015- son las que establecen acuerdos federales para la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (EPJA), qué deben tener en cuenta las provincias al encarar los cambios para sus propios diseños curriculares. También esas normativas hablan de un tiempo progresivo y gradual para llevar adelante las transformaciones.

Sin embargo, en Santa Fe pasaron doce años desde esa resolución 118 fijada en el año 2010. Lo cual marca la demora concreta de la provincia en responder a los acuerdos federales. Pero también -tal como reclaman desde Amsafé- la necesidad de no correr tras los tiempos y disponer de espacios reales para el debate.

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