Con la presencia de Sergio Palazzo, secretario general a nivel nacional de La Bancaria, se conmemoró en Rosario el vigésimo aniversario de la gran huelga y movilización de 2022, en defensa de unos 3 mil puestos laborales.
En el hall central de la sede bancaria de San Lorenzo 1346, tuvo lugar, este lunes, un emotivo reconocimiento a los integrantes de las comisiones gremiales internas que fueron parte de la gran huelga de trabajadoras y trabajadores bancarios y la marcha de mayo de 2002 –con la crisis del diciembre negro todavía al rojo vivo como telón de fondo–, que salió en defensa de unos 3 mil puestos laborales en juego de los bancos Bisel y Suquía, entidades bancarias absorbidas posteriormente por el Banco Macro.
Fueron parte del acto, además de Palazzo, Analia Ratner, secretaria general de la Bancaria Rosario y Sergio Rivolta, secretario adjunto de la Bancaria Rosario. También estuvieron presentes referentes locales del sindicalismo y la política, y las edilas Silvana Teisa y Norma López.
Palazzo destacó sobre aquellos momentos que fueron “tiempos extremadamente difíciles donde había una política económica que proviene desde hace tiempo en la Argentina y que es bueno aprovechar este escenario para recordar”.
“Esto no empieza ni con el «megacanje», ni con el «blindaje», ni con todo lo que pasó en el 2001. Esto empieza con la Ley de Entidades Financieras, a la que luego siguió la política de adscripción irrestricta a la política del Consenso de Washington y de ahí en adelante, un derrotero que hizo del sistema financiero que esté al servicio de la especulación y la usura y no de la producción y la generación de empleo”, definió el dirigente.
“Ojalá podamos avanzar en cambiar esa legislación que permitió el latrocinio laborales como lo fueron las caídas, fusiones y cierres de entidades públicas primero y luego privadas de capital nacional. Y después aquellos bancos internacionales que, como bien lo graficó Sergio (Rivolta), tiraron la llave cobardemente y se fueron dejando a millones de ahorristas y sus ahorros, a miles de trabajadores sin su empleo y en un estado de zozobra y angustia a la población en general, que no sabía si tenía su plata en los bancos o no la tenía en ese momento”, rememoró Palazzo, quien es además diputado nacional.
“Y había que luchar contra eso porque eso es luchar contra el poder. Cuando uno lucha contra los medios hegemónicos –que en lugar de criticar al que se iba criminalizaban la protesta de los que se defendían–, contra un poder económico que buscaba en algunos momentos pagar la mitad de las indemnizaciones, había que tener coraje y valentía y había que luchar además contra el descreimiento de la sociedad”, refirió el sindicalista.
“Y un grupo de dirigentes, consecuentes con sus ideas, como lo ha sido siempre esta Seccional Rosario desde hace un tiempo largo ya, –y particularmente reconozco en la figura de mi querido amigo y compañero de muchas historia y mucho tiempo, (Luis) Palo Ortega, el inicio de ese reconocimiento social que tiene hoy la bancaria–, tuvo esa valentía y esa valentía la expresaron en la movilización popular, la expresaron dando todos los debates y la expresaron en algo muy inteligente: articular con todos los actores sociales de la provincia”, destacó Palazzo y añadió: “Porque desde esa articulación se pudo resolver un conflicto sectorial, pero en el fondo además se trazaron los lazos necesarios de todos aquellos que tenemos un pensamiento político similar, independientemente de nuestro origen partidarios que es ni más ni menos que la defensa de lo nacional, de lo popular, de una banca nacional al servicio de la producción, del empleo y que también a los bancarios nos pone en un lugar distinto”.
“Porque a nosotros –continuó el referente nacional bancario– nos puede ir bien circunstancialmente un tiempo, un momento determinado de la historia, pero sí al resto de la sociedad le va mal y no somos parte de la lucha, va a ser nada más que por un tiempo que no nos vaya tan mal como a los demás. Y esta acción de lucha que encabezaron los compañeros en la Seccional Rosario y particularmente quienes eran del Bisel y del Suquía, sirvió para articular todos esos sectores sociales que salieron en auxilio de los trabajadores bancarios. Y aprovecho y pido a cada compañera y a cada compañero bancario que tomemos esto de ejemplo y donde haya un trabajador que tenga necesidad ahí tienen que estar todos los trabajadores bancarios, siempre”, expresó.
Memorias de una lucha ganada
Con anterioridad, Sergio Rivolta recordó: “Veníamos de una crisis política, social y económica muy profunda donde en un momento nos hablaban medio raro, nos hablaban de mega canje, nos hablaban de blindaje y la verdad que eso lo único que trajo a nuestro país y a nuestro pueblo fue más problemas, más pobreza, más desventura”.
“Hubo una represión en diciembre del 2001 para tratar de imponer ese modelo que nada tenía que ver con los intereses populares. Hubo cinco presidentes y la verdad que en el pueblo era famoso el que se vayan todos. Y la verdad es que la única salida, compañeros, al que se vayan todos, es la política, es más debate, es más democracia… Pero en mayo del 2002 se corría un rumor cuando se empezaba a vislumbrar que este país estaba medianamente acomodando de la debacle diciembre del 2001. En mayo del 2002, empieza a surgir un rumor que los franceses del Crédit Agricole iban agarrar las valijas y sin más se iban a ir del país”, rememoró el secretario adjunto de la Bancari Rosario .”Y la verdad es que el 17 de mayo eso que era un rumor, se concretó. Los franceses agarraron su valijita y huyeron del país como rata por tirante y dejaron miles y miles de compañeros y compañeras en la incertidumbre de perder su fuente de trabajo”, recordó.
“Inmediatamente la Bancaria Nacional, la Bancaria seccionales, las comisiones internas de los distintos bancos, planteamos que esto se revertiría. ¿Y cómo se revertiría?:Con lucha, con política, con movilizaciones, con toma de sucursales, porque el poder político estaba evaluando la solución que iba a darle a los tres bancos al Bisel, al Suquía y al Bersa. Acá hay una acotación–continuó con su relato Rivolta– porque el banco Bersa, como era agente financiero de la provincia de Entre Ríos, medianamente se podía solucionar. Pero la fuente de trabajo de 3000 compañeros en nuestra zona, que pertenecíamos al Bisel y al Suquía, no sabíamos cuál iba a ser nuestro destino”.
“En el poder político en Buenos Aires se estaba debatiendo, se estaba dilucidando la solución a la situación de los bancos, pero no había tiempo, porque el Banco Central había definido que el lunes 20 los bancos no habrían. Y en esa época, cuando un banco no abría el destino de los trabajadores, era la calle”, advirtió Rivolta.
“Y nosotros le jugamos la pulseada al destino. Y así fue como en una en una asamblea muy numerosa en la puerta del sindicato, el viernes 17 de mayo del 2002, se definieron los pasos a seguir. El lunes, el banco o los bancos se mantuvieron cerrados. Y el martes 21 de mayo, se hizo una movilización como pocas veces se vio en nuestra ciudad. Una movilización que nació desde abajo, una movilización que nació de los compañeros y las compañeras, no solo de la ciudad de Rosario, vinieron de todos los pueblos y ciudades vecinas, de Casilda, de San Lorenzo, de Alcorta, de Villa Constitución. Y no solo fueron los trabajadores y trabajadoras bancarios, fue la sociedad en su conjunto, fueron los ahorristas, fueron el movimiento obrero organizado, fueron las pequeñas y medianas industrias, las pequeñas y medianos comerciantes, los compañeros de la limpieza privada que trabajaban en nuestros bancos, los compañeros de la seguridad privada que trabajaban en nuestros bancos. En fin, fue una movilización popular como muy pocas veces se vio, con un objetivo claro y contundente de nuestra convicción era mantener la fuente de trabajo”, reseñó el dirigente sindical rosarino.
“Estamos convencidos que esa gran movilización en la ciudad de Rosario más otras acciones que se tomaron en las distintas seccionales, hizo que el poder político de entonces tomara la decisión que el Banco Nación se hiciera cargo de la habilitación de nuestros bancos. Y que el miércoles 22 de mayo de 2022 el banco Suquía y Bisel volvieran a abrir sus puertas”, consideró.
“Esa movilización no terminó ahí, compañeros –continuó con énfasis Rivolta–, porque también después de esa noche, de ese día, cada uno de ustedes, compañeros, compañeras, seguimos la lucha y saben cómo seguimos la lucha hablando por nuestros vecinos, por nuestros amigos, por nuestros clientes, porque pusimos el cuerpo y el alma para que nadie se llevara la cuenta a esos bancos. Porque iba nuestro prestigio. Porque iba en nuestra dignidad. ¡Y la verdad es que la ganamos compañeros y la verdad que triunfamos porque seguimos siendo bancarios y bancarios!”.
Unidad
Por su parte, Analia Ratner valoró la credibilidad de la referencia sindical. “Volviendo a esa situación (la de los años 2000), donde decíamos que no se creía en nada ni en nadie, pero sí se creyó en nuestro sindicato, sí se confió en nuestro sindicato”, destacó.
“Porque esas masivas movilizaciones de Rosario no sólo estaban integradas por las compañeras y los compañeros afiliados, estaban también los no afiliados, y después de esa gran lucha fue masiva la afiliación demostrando la confianza que tenían al gremio por algo que siempre se sostuvo: la defensa de nuestros derechos, la defensa de cada puesto de trabajo”, resaltó.
Y añadió: “Escuchaba hace un rato a Norma (López, la concejala) decir que necesitamos estar unidos y dar la lucha unidos, organizados. Creo que ese es el camino. Creo que ese fue el camino y va a seguir siendo el camino, porque las luchas continúan, porque hoy estamos conmemorando estos 20 años de esta gran movilización bancaria que ganamos y tenemos, desde mi humilde opinión, que seguir construyendo, respetarnos los unos a los otros, y tratar de construir desde la diversidad”.
