Feletti, Guzmán, Kulfas, Cristina, Alberto. Dimes y diretes. Diagnósticos.

Incógnitas

Todavía no es posible desentrañar los motivos de la renuncia de Roberto Feletti. Las consignas y los gritos en las redes están lejos de explicar su acción, ejecutada cuando parecía estar armonizando su andar con el del Gobierno en conjunto. Las discrepancias instrumentales expresadas en esa dimisión existían desde el mismo día de su nombramiento; el veto fundacional a varios de sus colaboradores no admite dudas. Hay dos versiones fuertes sobre la cuestión, narradas con convicción por Fuentes de orientación contrastante. La primera indica que desde el kirchnerismo se le sugirió la salida un día antes de la reunión con el ministro Martín Guzmán. La otra, que fue el mismo Guzmán quien lo acorraló hasta forzar su retiro.

Rojo

Pero quién evocará al ex secretario de Comercio Interior en la reunión prevista para este martes. El vapuleado ministro cerrará la convención anual de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), donde también dirán lo suyo nada menos que Paolo Rocca (Techint), Luis Pagani (Arcor), Héctor Magnetto (Clarín), Federico Braun (La Anónima) y Alfredo Coto (COTO). Según sus colaboradores, Guzmán se encuentra tranquilo, preparando un discurso que caerá pesado en un ambiente hostil, proclive a exigir bajas impositivas y reformas laborales y previsionales. Ese clima ya está preparado a través de los grandes medios: la caracterización de la gestión oscila entre “debilidad” y “caída”.

¿De dónde surge la confianza de Guzmán? Básicamente, señalan esos adláteres, de datos concretos. Crecimiento industrial, alza del consumo, récord exportador, caída del desempleo y –contra todas las informaciones circulantes- manejo político de las variables que involucran al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El cruce se dará cuando, sutilmente, el funcionario se permita hacer algo de docencia y apunte que la persistente inflación tiene un perfil comprensible –aumentos tarifarios, precios internacionales, panorama global- y otro injustificable, anclado en el anhelo de algunos interlocutores para contrariar todo lo que haga un gobierno peronista. No lo dirá de ese modo, pero lo deslizará.

En el seno de AEA crece la “idea” de respaldar en el 2023 la candidatura liberal conservadora de Horacio Rodríguez Larreta. Las recientes declaraciones antipopulares del intendente porteño fueron escuchadas con suma atención por quienes requieren primarización relativa y no se perciben incluidos en los registros de mejoría industrial. La concentración comprobada en los tiempos recientes les ha brindado impulso para condicionar la administración, y la cobardía de sectores empresarios beneficiados –surgida de los aprietes judiciales, como en el caso de la Construcción– deja el camino abierto para que operen sin restricciones en sus ámbitos.

La serenidad de Guzmán también se asienta en su certeza acerca del paulatino declive inflacionario. Supone que sobre fin de año el indicador no superará los tres puntos. El problema es que los ingresos de los trabajadores informales están muy por debajo de las necesidades vitales y que la recuperación de los blancos es lenta; todos saben que hay varios elementos “propios” que coadyuvan a esa realidad: las mencionadas tarifas, la persistencia del Impuesto al Valor Agregado, la injusta carga sobre los monotributistas y la libertad de los conglomerados de telefonía, cables y añadidos para maltratar y expoliar a los ciudadanos. ¿Por qué no hay solución inmediata cuando todos esos ítems podrían modificarse con decretos precisos? Porque ante las dificultades para el fisco, implican recaudación.

Kulfas

Como si el panorama no fuera lo bastante complejo, surgió el encontrón de Cristina Fernández de Kirchner con Matías Kulfas. Entonces, aunque Guzmán intente evidenciar la calma que lo caracteriza, el alerta late. No debido al relevo, pues el equilibrio natural de Daniel Scioli –un referente que creció durante su estadía en Brasil– le permite inferir continuidad, sino por la confusa modalidad del envío a la estratósfera del autor de “Los tres kirchnerismos”. A ver.

-Varios medios dicen que en el gabinete se sorprendieron por la decisión de Alberto Fernández. “No. Eso lo ponen para seguir generando grietas, ahora dentro del equipo del presidente. La verdad, Cristina tuvo razón en molestarse y Alberto tuvo razón en despedir a Kulfas. No había opción”. –De dónde salió el twitt. “Del Ministerio de Producción”. –¿Se conoce al autor del envío? “Es relativamente fácil saberlo si se está adentro de la gestión económica”. –Obvio que no… “No, porqué lo vamos a difundir”. –¿Fue una cama para Kulfas? “Matías dijo lo mismo en entrevistas públicas, así que una vez que despejás el tema podés ver que el problema radica en el contenido”.

-Se considera que la salida de Kulfas genera debilidad en el Gobierno. “Es lógico, pero los salarios van a superar a la inflación, el crecimiento va a seguir y Guzmán va a incorporar conceptos políticos y sociales a su discurso. En pocos meses este horizonte se va a aclarar y la imagen del Gobierno va a mejorar”. –Francamente se necesita un freno a la inflación, no una desaceleración, y una mejora rápida de los ingresos informales. “La gente va a valorar los logros posibles. Este mes habrá desaceleración. En cuanto a los ingresos, se va a poner énfasis en mejorar las situaciones sociales más complicadas y también se va a seguir impulsando el consumo interno”. –No parece posible si se sigue dialogando como amigos con las firmas que generan el desequilibrio. “No te ofendas pero eso es demagogia, como vos apuntás con razón sobre otros asuntos. Cristina y todos los dirigentes de todos los sectores saben que hay determinadas reuniones que no se pueden evitar”.

-Banco Central. “Si nos preguntás por lo que dijo la vicepresidenta, tiene razón. Hay que enfocar con más precisión sobre las necesidades productivas. Es muy justo que proteste contra lo que llamó el festival de importaciones. Así que hay que asumir la crítica, trabajar mejor y muzzarella”. –¿Seguirá Miguel Angel Pesce? “Supongo que sí, pero eso no puedo decirlo porque las decisiones las toma el presidente”. –Se habla mucho. “Pasa que es una tormenta de rumores, aparece gente que opera y otra que se le ocurre algo y lo tira. Hay un descontrol informativo por llamarlo de algún modo”. –El Gobierno es responsable. Solo sostiene a los que lo condenan. “Ya lo hablamos, te acordás”. –Lo está pagando.

Contrastes agudos

Las repercusiones de la irrupción de Kulfas en el hiperespacio evidenciaron diagnósticos diametralmente opuestos. Mientras algunos sectores internos del Frente de Todos se solazaron por el derrumbe de un desarrollista sin conciencia social, otros pusieron de relieve la salida de la recesión y el intento de insuflar vida al mercado interno. Es más: se lo califica de pro pyme y anti pyme casi simultáneamente. Un repaso sobre los pronunciamientos más recientes de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) y del espacio Producción y Trabajo, que combina empresas, cooperativas y sindicatos, permitiría conclusiones menos pasionales y más precisas. Un recordatorio, lector, aunque ya lo sabe ¿no?: tome en cuenta que estamos en medio de un proceso cambiante y dinámico. Nada más alejado de la política que las fotos fijas.

Al respecto se pronunció nuestro compañero Néstor Miguel Gorojovsky. Pocas horas atrás puso de relieve, en un texto publicado por La Señal Medios, una visión que le costó no pocos dolores de cabeza y unas cuantas pullas. “Matías Kulfas dice algo muy simple: la restricción externa da la medida de la capacidad de redistribución desde el Estado”. Añadió que “Sin la rama de producción de bienes de capital (la ´rama II´ en lenguaje más marxista), el país no tiene capacidad de producir en su propio seno la suma total de valores que se requieren para reproducir el ciclo económico de ejercicio en ejercicio (o, en estos tiempos digitalizados, de milisegundo a milisegundo)”.

En relación, vindica al saliente por el intento de combinar posibilidades: “Kulfas, un neodesarrollista mucho más fino que el viejo Rogelio Frigerio, apostó a que el crecimiento industrial local fuera acompasándose a la necesidad de crear valores intercambiables en el mercado mundial para ir sustituyendo importaciones y desarrollando un nuevo sector pesado”. Y fundamenta que “Kulfas vino trabajando desde el día uno en función de esa tesis, no de ´derrame´, sino de construcción simultánea de un mercado interno y de la base que poco a poco lo haría sustentable”. Vale adentrarse en la nota completa.

Claudio Scaletta brindó su versión en El Destape, con una melodía aproximada: “Kulfas deja el ministerio en un contexto en el que la industria crece porque reapareció la política industrial, y no solo por el derivado del aumento del gasto en infraestructura que promovió las ramas vinculadas a la construcción, sino porque se protegieron sectores existentes, se promovió la sustitución de importaciones y la composición nacional, por ejemplo en el sector automotor, y se impulsaron sectores nuevos, como el hidrógeno verde y la electromovilidad, el cannabis medicinal, la industria del software, y especialmente la minería que, junto con los hidrocarburos, será uno de los dos nuevos principales proveedores de divisas en la economía que viene. Es una infidencia, pero en Producción estaba en construcción el proyecto de una nueva empresa minera nacional que le permitiría al sector público participar e impulsar esta actividad”.

Pero hay otras voces, y se expresan con contundencia. Al revés de las consideraciones antedichas, el economista Horacio Rovelli señaló en nuestra emisora, antes del cese del titular de Producción, que “La industria tiene un peso relativo cada vez menor en el total del PIB y predomina la especialización en las gamas más bajas y de menor calidad y variedad de la producción, donde es menor el valor agregado generado, la intensidad de conocimiento incorporada y la capacidad de innovación aprovechada. Se trata de sectores donde se compite fundamentalmente a través del precio del producto y del costo de la mano de obra, lo que instala una presión particular sobre las relaciones de trabajo, sobre la calidad del proceso de trabajo y, en suma, sobre el nivel de los salarios”.

Cabe indicar que en varias entrevistas, tanto Rovelli como otros economistas, responsabilizaron a Kulfas y a Guzmán por la persistencia de esta situación.

Dimes y diretes

Recorramos el tramo más reciente de un “debate” bien parecido a las peleas y las luchas de poder. Tras las palabras de la ex presidenta en Tecnópolis, durante el acto por los 100 años de YPF, surgió esto.

“Información en OFF. La lapicera la tienen que usar los funcionarios de Cristina, que fijaron las condiciones para darle la construcción de las cañerías del gasoducto de Vaca Muerta a Techint. Es Integración Energética Argentina (IASA), con funcionarios designados por ella, quienes hacen las licitaciones. Los que no usaron la lapicera como corresponde fueron sus funcionarios de Ieasa”.

El mensaje sigue así: “Ellos armaron un pliego de licitación a la medida de Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 mm de espesor. Si en lugar de poner esa especificación hubieran puesto 31mm, como son los gasoductos en Europa, se podría haber provisto caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Laminados industriales SA)”.

Asimismo, puntualiza que “la secretaría de Industria debía intervenir más activamente en el tema pero el presidente de Iesa, Agustín Gerez, dijo que si no respondían en el acto se le caía la licitación y no llegaban con los tiempos. Y también adjudicaron la provisión de válvulas a una empresa importadora en lugar de un fabricante argentino que ofrecía precios y condiciones similares, incumpliendo el compre nacional”.

Y cierra: “En definitiva, los que están usando incorrectamente la lapicera son los funcionarios de Cristina”.

Enseguida, la vicepresidenta reaccionó: “Muy injusto y, sobre todo, muy doloroso que este tipo de ataques lo ejecuten funcionarios del propio gobierno del Frente de Todos. Lo peor de todo: sin dar la cara, en off, mintiendo y utilizando periodistas. Con errores y aciertos, siempre hablé y actué de frente. Penoso”.

Al toque, compartió un comunicado publicado por Energía Argentina, el área atacada por la operación, el cual se informa que “A la categoría de funcionarios que no funcionan, planteada en el año 2020 por la Vicepresidenta, ahora se le agrega la de funcionarios del off que además de no saber, mienten y utilizan al periodismo para hacer operaciones políticas en contra de la Vicepresidenta”.

El texto ingresa en desmentidas sobre aspectos técnicos con derivación política: En referencia a la adquisición de caños, se afirma que es un tema “estrictamente normativo que está establecido en la NAG-100 (Parte C- Sección 105). Una condición previa para proceder a definir los espesores necesarios, es determinar la clase de trazado del gasoducto, cuestión que nos remite a la parte a de la Nag 100, Sección 5. La nota carece de conocimiento técnico y más precisamente del proceso licitatorio llevado adelante”.

Agrega que “previo a iniciar el proceso licitatorio, Energía Argentina procedió a solicitar a la Cámara Argentina de Fabricantes de Caños y Tubos de acero que indicara qué empresas podrán cumplir con los requisitos técnicos. La respuesta fue que solo SIAT S.A. cumplía. Pese a esto, se realizó un proceso licitatorio internacional para convocar a empresas extranjeras. Hubo consultas realizadas por seis empresas pero luego solo SIAT S.A. presentó oferta”.

Sobre la adquisición de válvulas, asevera que “este punto no merece mayores aclaraciones, ya que el proceso licitatorio GNK 01/2022 para la adquisición de válvulas aún se encuentra abierto y el mismo será declarado fracasado por parte de Energía Argentina debido a que ninguna de las ofertas recibidas cumplen con los plazos de entrega solicitados. No sólo es grave, sino muy penoso y sobre todas las cosas, incomprensible, que una obra de la magnitud e importancia para la Argentina y para el propio Gobierno, como lo es el gasoducto Néstor Kirchner, sea objeto de este tipo de acciones”. 

Poco más tarde, el presidente el Presidente criticó la “publicación fundada en un supuesto off salido de funcionarios del Gobierno”, por el cuestionado informe. “Es éticamente reprochable hablar en off en desmedro del otro. Así siempre lo he expresado públicamente. No avalo esos procederes y comparto el malestar expresado por Cristina Fernández de Kirchner”.

El jefe de Estado defendió a los funcionarios a cargo de la empresa Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa) a cargo de la licitación para la provisión de las cañerías, de quienes dijo que confiaba en su “integridad moral y en la idoneidad” de los mismos.

La división y el programa

Finalmente, este narrador considera pertinente admitir que la intensa prédica antinacional destinada a quebrar el Frente de Todos en general, el movimiento nacional con sus variantes y el peronismo en especial, ha logrado varios frutos. Aquella razonable división social que enojaba a muchos argentinos se ha trasladado hacia dentro de la coalición. Es posible visualizarlo con nitidez en las referencias mutuas: poca enjundia para cuestionar a quienes originaron la recesión y el endeudamiento, y gran entusiasmo para derramar adjetivos tremendos sobre las regiones más cercanas.

Esa “causa” se nutre de otros factores. Sin ellos no hubiera llegado tan lejos. La política comunicacional y el sectarismo confluyen en la configuración  del respaldo nacional y popular que la oligarquía necesita para lograr sus objetivos.

Forzar la descripción del presente para decir “viste”, implica cierta mezquindad; pero sobre todo, una mirada muy corta.

La división del espacio propio, las imputaciones permanentes y las definiciones absolutas que sitúan al adversario interno en el campo liberal conservador, antinacional y antipopular, no dejan lugar a programas, modelos o proyectos. Las mejores elaboraciones se transforman, apenas formuladas, en declamaciones. Sin poder, el decálogo más bello se asemeja a la poesía.

Herramienta útil en la batalla cultural y demasiado liviana cuando truenan los cañones de la política.

*Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal

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