En el año de su aniversario número 15, Encuentro –el canal educativo y cultural del Estado argentino– presenta un ciclo de cine dedicado al director Leonardo Favio: Amar y ser amado, con la conducción de Antonella Costa. Será este jueves 3 de noviembre, a las 23.
El ciclo –un homenaje a diez años de su fallecimiento— reúne cuatro filmes. Tres de ellos dirigidos por el propio Leonardo Favio y que son un clásico en su género: El dependiente, El romance del Aniceto y la Francisca, y Juan Moreira. Se completa, además, con una película dirigida por Eduardo Calcagno y en la que Favio actúa: Fuiste mía un verano.
¿Es posible un cine masivo, popular y político?, ¿cómo enunciar los lenguajes del pueblo?, ¿cómo logra Favio un cine que convoque a las masas?, ¿existe una poética de la dependencia?, ¿cuál es el lugar de la fotografía en el cine de Favio?, ¿cómo vivir a la espera de la muerte?, son algunos de los interrogantes que intentará responder este ciclo.
Canal Encuentro proyectará además un documental especial, rodado en Mendoza, Corazón que destella colores, en el que se develan historias que nos permiten conocer una faceta poco explorada de este inmenso artista.
El ciclo de cine organizado en homenaje a Leonardo Favio tiene como contenidistas a Carlos Vallina, Lía Gómez y Franco Jaubet.
“En sus múltiples facetas como artista, logró lo que muy pocos pudieron: representar la voz del pueblo y la identidad nacional. Lo hizo con las historias que eligió contar y con su manera de narrarlas, a través de imágenes y símbolos de nuestra cultura”, expresan desde Canal Encuentro sobre Leonardo Favio.
La señal propone, a través de cuatro películas fundamentales en su trayectoria, descubrir al Favio actor, al Favio cantor y al Favio cineasta.
El dependiente lo posiciona como director de culto e instala su poética para siempre en el cine nacional. En El romance del Aniceto y la Francisca despliega las obsesiones que marcan su cine: el espacio, el amor, la mirada, el trabajo. Juan Moreira marca el comienzo de una etapa de masividad y reconocimiento. Y en Fuiste mía un verano aparece como actor y cantante en una película a todo color que acompañó su creciente popularidad como artista.
La actriz Antonella Costa –cuyo padre, Martín Andrade, fue actor y amigo de Favio–, presenta estos cuatro filmes que celebran a un artista integral y comprometido. Favio actor, Favio cineasta y Favio cantor unidos por un mismo pulso: el de ser un gran artista del pueblo.
Los filmes
El dependiente, drama (87 minutos), se presenta el jueves 3. Una película clave en la filmografía de Leonardo Favio, El dependiente, cuya poética le dio una marca registrada y, a la vez, instalada para siempre en el cine nacional. En El dependiente, el protagonista está encarnado por Walter Vidarte quien interpreta a un empleado de ferretería. Graciela Borges le da vida a un personaje ajeno a su universo compositivo: una joven retraída que vive con su madre en una casa de la que parecen no salir jamás. Estrenada en 1969 en Argentina, meses antes del Cordobazo, El dependiente se convirtió en la imagen de un cine que cuestionó la dependencia como camino para el desarrollo de una Nación.
Juan Moreira, Argentina (1973), drama histórico (102 minutos), se presenta el jueves 10 de noviembre. El filme marcó el comienzo de una etapa de masividad y reconocimiento en la carrera de Leonardo Favio. Con dos millones y medio de espectadores, fue la película argentina más vista de la historia durante 20 años. El director nos propone viajar al siglo XIX para conocer a este mítico personaje y reconocer en el gaucho el origen de las clases populares. Moreira fue un hombre que emergió de las multitudes, sin proponérselo, para luchar contra la desigualdad social.
Favio eligió a un joven Rodolfo Bebán para el personaje principal: un gaucho recio de ojos azules y cuchillo entre los dientes que conquista instantáneamente el corazón del pueblo. El filme significó para el director la posibilidad de hablar sobre las transformaciones sociales y políticas que se estaban viviendo a principios de los 70.
Favio cruzó, en el filme, influencias del western y del cine japonés. También se valió de recursos de la historieta y el cómic para construir las escenas de acción. El Moreira de Leonardo Favio logró una identificación real con el pueblo y quedó para siempre en la memoria y en la historia del cine argentino.
El romance del Aniceto y la Francisca, Argentina (1967), drama (63 minutos) se presenta el jueves 17 de noviembre. Un filme que despliega las obsesiones que marcan el cine de Favio: el espacio, el amor, la mirada, el trabajo. Está protagonizada por Federico Luppi. Elsa Daniel compone a “la Francisca”, una muchacha dulce y fiel. Su contrapunto es la misteriosa Lucía, interpretada por María Vaner. Una es la luz; la otra, la oscuridad. Una es el remanso; la otra, el caos. La potencia de esta historia trascendió el tiempo y las generaciones, incluso para el mismo Favio que volvió a filmarla hacia el final de su vida, en 2008. En este filme, Favio demuestra que era un poeta de la imagen y un cineasta que hacía política a través de la poesía.
Fuiste mía un verano, Argentina (1969) se presenta el jueves 24 de noviembre. La fama de Leonardo Favio como cantante trascendió las fronteras de Argentina y se multiplicó por toda Latinoamérica, incluso en lugares a los que no llegaba con su cine. La actriz Antonella Costa presenta el filme Fuiste mía un verano, una celebración del magnetismo de Favio con su público.
La película toma en clave de videoclip los trece temas del disco que lleva el mismo nombre unidos a situaciones del detrás de escena del artista. Una cámara en mano sigue a Favio todo el tiempo.
Se juega con la sensación del minuto a minuto y se recupera tanto el fervor de la gente por el ídolo como esos momentos de intimidad que no captan los flashes. Personajes reales de la vida de Favio forman parte del filme, como su esposa Carola Leyton, sus músicos y hasta Susana Giménez. Fue dirigida por Eduardo Calcagno y estrenada en 1969. Fuiste mía un verano recupera las facetas de actor y cantante del gran artista y demuestra cómo sus canciones parecen construidas para tocar directamente el corazón popular.
Corazón que destella colores, unitario documental (52 minutos), se presenta el sábado 5 de noviembre a las 22. Un Leonardo Favio niño, amigo, vecino, ídolo, padre, militante, y artista. Un corazón que destella colores se va manifestando a lo largo de este unitario documental.
Mediante testimonios de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y entablar una relación con él, se develan historias que nos permiten conocer una faceta poco explorada de este inmenso artista.
La palabra que hilvana el documental no es la de especialistas en la obra de Favio, es la de sus fans, familiares y amigos. Su vida y su dimensión artística aparecen en fragmentos elegidos por la memoria de estos interlocutores íntimos, como Nicolás Favio o Zuhair Jury, hijo y hermano de Leonardo Favio, entre otras voces y miradas.
A su vez, la voz de Leonardo Favio narra distintos momentos de su vida, y de su carrera artística como actor, director y músico. Este documental fue rodado en Mendoza, sobre todo, en Las Catitas, localidad donde nació y sitio de inspiración recurrente del gran Leonardo Favio.
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