A contramano de lo que supuestamente manda la industria discográfica, Daiana Leonelli sacó su tercer álbum despidiendo el año. La compositora ofrece 11 canciones que se suman a las incluidas en Todo como es y Porque lo digo yo, sus anteriores LP.

Cuando mi cuñado me hizo escuchar a Daiana me dio algo de bronca no haberla conocido antes, aún hoy no entiendo por qué mis amistades no la tienen en sus playlists. Su música está al servicio de contar historias que suelen tener bastante de angustia frente al paisaje social cotidiano opresivo y esperanzador, al mismo tiempo que estalla en comicidad y también al revés (de la comicidad a la angustia).

Daiana Leonelli tiene 30 años, le dicen Didi y acaba de lanzar su tercer trabajo discográfico al que bautizó Turula. “Me gustan más los perros que las personas, salvo por algunas personas que me gustan lo mismo que los perros”, asume. Hace diez años que hace canciones y hace dos que arregla bicicletas.

En su casa no solía escucharse música pero en la secundaria a la que iba “había jipis tocando la guitarra en el patio”, recuerda. “Ahí descubrí que podía cantar y empecé a aprender. Y desde que pude tocar un par de acordes ya estaba haciendo canciones. Después empecé a subir algunas a Youtube. Lo que tomó más tiempo fue descubrir que había lugares donde se podían tocar canciones propias y eso me pasó de casualidad gracias a un ciclo que se llamaba Sucede”. La gente de ese ciclo había visto sus videos y la contactó para participar.

“Creo que mi primer toque en vivo fue en 2013. De más está aclarar que eran pésimas mis canciones, pero hace falta tocar en escenarios bastante para entender el estilo de uno, nunca está todo pulido antes de salir a tocarlo. Al menos no en mi experiencia”.

Vivió en Buenos Aires hasta hace poco, cuando se vino a Rosario. “Hace rato estaba harta pero la pandemia nos cambia la perspectiva y la urgencia por hacer eso que pensamos siempre que «algún día vamos a hacer». Primero me fui con mi madre a Gualeguaychú (ella es de allá), pero después de un tiempo me empecé a sentir una jubilada y a querer buscar un lugar igual de lindo pero que tuviera más vida de ciudad y más lugares para tocar. Se me ocurrió Rosario, porque ya había venido a tocar. Le pregunté a mi amiga Cami si me podía quedar un tiempo en su departamento y estuve dos semanas en su casa antes de empezar una serie de mudanzas porque no tenía plata (dos hostels, otro departamento prestado, una habitación horrible y ahora un monoambiente). Me mudé sin nada, recomiendo esa experiencia, pero es dura. Se construye muy de a poco. Ahora que llevo dos años acá, estoy un poco más asentada. Tengo cosas. Tengo trabajo. Tengo otra vida”.

A Didi la mueve “la necesidad de protestar contra lo injusto”. “Tengo un fuerte sentido justiciero y soy la típica que sale en defensa de la cajera del súper cuando una señora la putea porque hay mucha fila”, admite. “Intento cambiar todo lo malo que me rodea y nunca dejar de nombrarlo. Porque en el mundo hay cosas muy hermosas que quiero proteger pero también hay cosas de mierda que no nos permiten nombrar porque son tabú o porque «hay que ser agradecido». Mi lema es: podría ser peor, pero debería ser mejor”.

Foto: Roque Olguín

Su primer disco, Todo como es, lo produjo Nahuel Briones, y se grabó “con la banda entera tocando en una habitación. Todo junto: la batería, las voces, todo. Llegamos a hacer hasta ocho tomas de una canción, porque todos teníamos que acordar que era la mejor versión. Me encantó la experiencia, me hizo amar a mi banda”.

El segundo disco, Porque lo digo yo, lo produjo Nicolás Pestarino y trabajaron juntos en la preproducción por alrededor de un año. “Esa diferencia se nota mucho en el audio, todo suena más premeditado y prolijo. Entonces el primer disco tiene esa frescura y urgencia de lo que tengo que hacer como se pueda y el segundo una premeditación un poco más adulta”, desliza.

En los últimos tiempos, Daiana estuvo sacando algunos singles y videos de canciones que forman parte de Turula, su tercer disco. En esta ocasión, Javier Mareco estuvo a cargo de la producción. “Con Javi ya habíamos trabajado un tema del disco anterior y me gustó mucho cómo labura. En este disco seguimos por el camino adulto del segundo, pero tratando de dejarnos llevar un poco por el juego, de no afinar demasiado, de que suene humano. Lo nuevo es que Javi hizo unos arreglos de cuerdas hermosos, es la primera vez que hay cuerdas en un disco mío”.

Si le preguntás a Daiana cómo le pegó la pandemia, la respuesta es taxativa: “Pésimo. Desbloqueó miedos nuevos, perdimos algo que no sabía que podíamos perder, se corrió el límite de las cosas de mierda que pueden pasar. Para mi familia fue especialmente horrible. No me termino de recuperar y no creo que lo haga nunca del todo”.

Todas las canciones de Turula, el disco recién estrenado, las compuso en plena pandemia. “No busqué una unidad temática, pero suele darse sola cuando todas las canciones se hacen en el mismo momento. Aparecen muchos finales (separarse, morirse, dejar ir, mudarse) y la resiliencia con la que quiero encararlos”, evalúa.

Foto: Roque Olguín

El título del disco surge de una palabra que una amiga de Daiana “dice siempre cuando se quiere referir a nuestra locura. El término locura suele ser usado con maldad, pero la palabra turula suena musical y tierna. Yo adopté también el término ahora y cuando tengo ataques de pánico o se activa un trauma pienso: tranqui, estoy turula, funciono diferente, pero funciono”.

La tapa del disco la hizo Ceci Fernández y es un collage que incluye una estatua de la plaza Pringles. “Ahí las estatuas no tienen cabeza y fue una de las primeras cosas que noté cuando me mudé. Ya tenía la canción Turula, pero cuando vi esa estatua fue que quise ponerle ese nombre al disco”.

Daiana trabaja con Sato Valiente en guitarra, Claudia Farías en teclado, Ariel Roclaw en el bajo y Pablo Manuel González en la batería. “Quizás pronto haya otra banda, integrada por rosarines”, arriesga. “En la producción de todo, por primera vez no estoy sola. Trabajamos en equipo con Camila Castillo, ella es mi manager y hace un montón de cosas que yo nunca había pensado que un músico tiene que hacer”.

Hay una fuerte producción audiovisual alrededor de los trabajos de Didi. Hay un video de poco más de 24 minutos con todo el disco Porque Lo Digo Yo que puede encontrarse en Youtube y hace poco sacó un par de videoclips. El último, Mejor no, fue filmado en Rosario, en el Parque Independencia. “Me parece un proceso muy divertido, pero sólo si uno tiene plata para ejecutar las ideas. Yo plata no tengo, así que fue muy difícil y todo a base de pedir millones de favores y andar por todos lados consiguiendo cosas. Todo esto encima después de la jornada laboral, cuando ya no querés trabajar más. Pero es parte del oficio y lo cierto es que amo pensar las ideas y que me encanta ver el resultado final, aunque no pueda evitar pensar que lo haría diferente si tuviera plata”.

Turula y los discos anteriores de Daiana Leonelli pueden escucharse en Bandcamp, Spotify y Youtube. En Instagram suele publicar las fechas en las que toca.

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