En una tarde plagada de fallas de arqueros y defensas, la Lepra y el Calamar igualaron 2 a 2 en Vicente López, por la primera fecha. Sordo (que erró un penal) y Panchito González, los tantos rojinegros; Morgantini y Baldassarra, los del local.

En el debut de Gabriel Heinze como DT de Newell’s, y el de Martín Palermo como DT de Platense, su equipos no se sacaron ventaja en el estadio Ciudad de Vicente López, en la jornada inicial del campeonato de Primera División. Ambos estuvieron en ventaja en el marcador, pero ninguno lo supo sostener

La tarde arrancó bien para la Lepra, que no tardó demasiado en ponerse en ventaja. A los 10’, un largo pelotazo de Lucas Hoyos desde su área agarró mal parada a la defensa calamar. Francisco González se la bajó de primera a Ramito Sordo, que sólo debió empujarla al arco vacío.

Pero el equipo del Gringo Heinze empezó a tener dificultades en su sector izquierdo para frenar los ataques del dueño de casa. A los 26’, el lateral Nicolás Morgantini aprovechó descuidos de Bruno Pittón y Sordo por ese lado, y más una floja respuesta de Hoyos, estampó el empate.

Ya en el complemento, la Lepra contó con una inmejorable chance de ponerse en ventaja a los 13’, cuando el árbitro Nicolás Ramírez marcó penal por una mano dentro del área, pero Sordo esta vez no pudo: Ignacio Arce le adivinó la intención del remate casi al medio, y evitó una nueva caída.

De todas maneras, lo peor estaba por venir para la visita. Es que a los 16’, otro error de Hoyos (este fue más grosero) le permitió ponerse en ventaja al local. Arce sacó desde su propio campo, el arquero rojinegro calculó mal el pique y estuvo a punto de enmendar su yerro rechazando la pelota sobre la línea, pero Franco Baldassarra capturó el rebote y la mandó al fondo de la red.

La suerte cambió en cuestión de minutos para el conjunto del Parque Independencia, aunque logró reponerse rápido de ese doble golpe: ahora fue Arce quien despejó a medias un remate del ingresado Djokaeff Reasco, y Panchito González no perdonó con una definición cruzada, cuando corrían 19’.

Después no pasó mucho más. La igualdad fue justa. La cantidad de goles en la tarde fueron producto, más de errores en las áreas, que de virtudes en los ataques. Ambos sintieron las pretemporadas y la larga inactividad. 

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