La séptima Marcha por la Soberanía al Lago Escondido intentó ingresar al Camino del Tacuifí, prohibido para el tránsito por decisión ilegal del británico Joe Lewis, secundado por supuestos peones rurales y funcionarios provinciales y el macrismo.

“Queremos que el camino se abra. El nombre Tacuifí nació de las familias de pueblos originarios que vivían ahí, que lograron ese paso, pero después, en los noventa, un empresario extranjero se apropió del territorio”, señaló Orlando Carriqueo, werken (vocero) del Parlamento.

Tacuifí en mapuzungun significa “tanto tiempo”. A la vez, el werken opinó que “la necesidad de agua de las sociedades en el mundo es actual. En cuanto a lo de Joe Lewis (cuya propiedad está a orillas del lago Escondido), lo tenemos claro: sus tierras son mal habidas”.

“Quince años, 24 jueces, derechos constitucionales vulnerados, una sentencia incumplida: el costo de pelear contra Lewis por el acceso al lago Escondido”. En esos términos la senadora Magdalena Odarda se refirió a los diez años transcurridos desde el fallo del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que ordenó al Estado provincial y la empresa Hidden Lake, propiedad de Joe Lewis, abrir el camino Tacuifí para garantizar el acceso al lago Escondido.

“Innumerables han sido las maniobras dilatorias, denuncias improcedentes y hostigamiento artero de los apoderados de la empresa Hidden Lake SA, José Luis Bianco y Pablo González. Ambos letrados son responsables de dilatar indebidamente el cumplimiento de la sentencia judicial impartida por el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro en 2009”, señaló Odarda.

La causa se inició en 2005 con amparos que incluyeron a varias organizaciones sociales y una sentencia judicial firme ordena, desde 2009, la apertura del camino de Tacuifí (preexistente a la estancia Hidden Lake).

Organizaciones políticas y gremiales pertenecientes a una veintena de espacios sociales, sindicales y religiosos, provenientes de once provincias de la Argentina, partieron el sábado desde la chacra Wharton, unos 12 kilómetros al noroeste de El Bolsón, Río Negro, rumbo a los senderos de montaña que conducen a Cajón del Azul, al Lago Soberanía y al Lago Escondido a través de uno de los dos accesos que exige una caminata de dificultad media durante dos a tres días. Unas sesenta personas, entre quienes se encuentran el Padre Paco Oliveira y José Pepe Sabatella, referentes sociales y sindicales, se lanzaron a ese plan de actividades que finaliza el próximo 14 de febrero. 

Foto: Télam

La marcha es organizada por Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA), agrupamientos sanmartinianos, sindicatos, organizaciones políticas y sociales, científicos y profesionales que realizan “movilizaciones pacíficas” por todo el país para denunciar “la entrega sistemática” de “nuestra soberanía y nuestros recursos naturales” a “extranjeros, multinacionales, y capitales privados”.

Se originó luego de que Mauricio Macri afirmara, en defensa de su amigo Lewis –al que ha descrito como un empresario que colabora desinteresadamente con el país–, que el acceso al Lago Escondido ya estaba garantizado por un sendero de montaña.

Lo que no dijo el entonces Presidente, sin embargo, es que para llegar al lago por ese acceso se demora 3 días y se necesita un entrenamiento adecuado, ya que hay que recorrer un trayecto de 44 kilómetros.

En aquel momento, más de 300 personas marcharon de forma pacífica hasta la reja que colocó el británico Joe Lewis para impedir el ingreso al camino Tacuifí, en reclamo por el cumplimiento de la Ley Argentina y el fallo provincial que exigía su apertura inmediata.

Los manifestantes instalados en el camino de Tacuifí llevaban numerosas pancartas, una de ellas decía: “Fuera ingleses de la Patagonia y Malvinas”. En rigor, Lago Escondido es mucho más accesible ahora que cuando estaban los antiguos dueños, los Montero, cuentan los vecinos de la zona. Entonces, en los 90, el camino de Tacuifí se llamaba Montero y era básicamente una huella.

Dólares para convencer

Con los años, Lewis inició acciones para “convencer o ponerle pesos a los vínculos con los vecinos que incluyen visitas guiadas de escuelas y otras organizaciones, permisos de pesca, y hasta una pista de vehículos que construyó especialmente para los fanáticos de El Bolsón.

En la noche y la madrugada previa a la marcha, los “gauchos” de la zona utilizaron mensajes de Whatsapp para alertar a la población de El Bolsón y Bariloche por la avanzada de la columna. “Queridos vecinos de la comarca, soy propietario de un campito en El Foyel, donde somos agredidos por gente que viene de Buenos Aires, hoy llegaron un montón de micros a querernos atropellar, a tirarnos el portón abajo, y necesitamos su apoyo. Vienen patotas, vienen barras bravas, viene sindicalismo, les agradecemos si alguno puede ayudar”, se escucha en uno de los audios que circuló.

Foto: Télam

El propósito de las organizaciones que se movilizan hacia El Foyel, frente a la tranquera con que el magnate inglés Joe Lewis bloquea el paso, dista mucho de lo que sugieren con malicia algunos medios hegemónicos, siempre al servicio de intereses ajenos a los de argentinos y argentinas.

Peones rurales que trabajan en la estancia del magnate inglés impidieron el ingreso de los manifestantes. Hubo forcejeos e incidentes frente a la reja mientras más de un centenar de efectivos policiales provinciales custodia el predio.

Con la ayuda de mis amigos

Lewis adquirió miles de hectáreas en zona de frontera, apropiándose del lago y todos sus accesos, violando la Ley argentina que establece con claridad que todas las costas de lagos, ríos y océanos deben tener acceso libre e irrestricto. Esto no sería posible sin la connivencia de sus aliados, que son, entre otros, fiscales, jueces, agentes de inteligencia y gerentes de los mismos medios de comunicación mafiosos que luego reproducen información falsa sobre la organización y sus propósitos.

Para la movilización a El Foyel se espera la llegada de varios referentes políticos, sociales, sindicales y culturales como Julio Urien, titular de FIPCA; Jorge Rachid, Mempo Giardinelli, Daniel Gollán, Daniel Catalano, Liliana Mazzure, Telma Luzzani y Camilo Gómez, de Cine Paye.

Los manifestantes intentaron ingresar el pasado miércoles al Camino del Tacuifí, uno de los accesos al Lago Escondido, que se encuentra prohibido para el tránsito público por decisión del magnate británico Joe Lewis, lo que fue impedido por parte de peones rurales que trabajan en la estancia. Al cierre de esta edición se habían registrado serios incidentes.

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