“Nos movilizamos por nuestra soberanía y para denunciar a la mafia judicial y mediática”, afirmó Julio César Urien, referente de la movilización de organizaciones populares y federales.
El grupo de Cine Payé viajó 2.700 kilómetros desde Corrientes a El Bolsón, sumándose a la protesta popular, a la vez de armar un documental con mirada regional. Participó en la marcha el médico sanitarista Jorge Rachid, histórico dirigente peronista a quien conocía el trabajador de cine Camilo Gómez, graduado en La Plata tras dirigir su película Buscando a Andresito (2013), con Payé.
Dirigentes políticos, militantes gremiales y sociales de distintos puntos del país, que representan a más de 120 organizaciones, y el aguante de más de miles de personas, avanzaron junto a la Séptima Marcha Federal por la Soberanía del Lago Escondido. Duró siete días, desde el sábado 28 de enero al sábado 4 de febrero. La Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA) fue la organizadora de la iniciativa. Pero esta manifestación fue reprimida organizadamente por algunos pobladores financiados o identificados con el magnate británico Joe Lewis bajo la estricta mirada de las yutas provinciales.
“Vamos a reclamar por nuestra soberanía y también a denunciar a la mafia judicial y mediática”, resumió Julio César Urien, referente de la FIPCA.
La tranquera con que Lewis, amigo del ex presidente Mauricio Macri, bloquea el acceso al Lago Escondido, a 6 kilómetros de Chile, está en un paraíso natural ubicado casi en la frontera y que fue la sede de una reunión entre funcionarios porteños del Pro con jueces y fiscales organizada por emisarios del Grupo Clarín. Las organizaciones denunciaron que allí se levanta un “enclave británico” que funciona “como la sede de los negocios de la mafia judicial”.
Representantes de once provincias
Con el equipo Payé treparon a la montaña grupos de once provincias durante tres días de esfuerzo. “Pero desde hace tiempo –dice Camilo– hubo muchos entrenamientos muy fuertes y de meses, tanto de remo como de caminatas en zona de montaña”.
“Para llegar al Escondido hay tres caminos. El camino publico de Tacuifí (en mapudungun significa «tanto tiempo», no casualmente) declarado público por la justicia de Rio Negro. Corta la ruta 40 que une Bariloche con el Bolsón y se dice –según Camilo– que era el camino usado por el cacique Foyel y también por las tropas de Roca”, explica. Era un camino preexistente a la presencia de Lewis, ya que hay registro del mismo en documentos militares.
“Las tierras fueron compradas en los menemistas años 90 de forma fraudulenta ya que ninguna persona, sin importar su nacionalidad, puede comprar un territorio a menos de 50 kilómetros de la frontera. Lewis compró a sólo 6 kilómetros de la frontera, lo cual no sólo es ilegal, sino peligroso. Más aún, por estar en línea recta. Hacia el océano Atlántico, desde donde está la mansión de Lewis, se erige un aeropuerto más grande que el porteño en el que van y vienen vuelos sin control dada la falta de radares en la zona. Están a una hora y media de Malvinas”.
“Con la columna Juana Azurduy –agrega– intentamos llegar por el camino de servidumbre, el cual Macri señaló que era un camino familiar, fácil de transitar. Recorrerlo nos tomó tres días de caminata de montaña y luego tres de remo hasta llegar al lado este, donde se encuentra la mansión de Lewis. Llegamos, pero con gran dificultad ya que hay que llevar las mochilas, carpas, alimentos, los botes desinflados, y todo lo necesario para la travesía”.
No se trataba de un paseo
“Algunos no pudieron llegar y tuvieron que volverse antes, dando cuenta que no se trataba de un paseo en un camino familiar”, señalan para aquellos que decían que se trataba –a modo macrista– de una ridícula aventurita modo turismo de riesgo, y no un reclamo popular por soberanía en territorio patrio y para visualizar el cerco mediático que ampara el caso Lewis.
“A los inconvenientes se suma la presencia de los matones a sueldo de Lewis –amplía Camilo– quienes estaban armados y encendían motosierras para tratar de atemorizarnos, por lo que tuvimos que estar atentos toda la noche. Además arrojaban piedras. Lo que buscaban era que reaccionemos mal para desacreditar nuestra convicción. Fueron tres noches de hostigamientos, con situaciones violentas, pero resistimos a las provocaciones y pudimos llegar a la mansión de Lewis, quien se rehusó a dejarnos salir por Lago Escondido”.
“Entonces aparecieron representantes de la policía de Rio Negro y a nivel nacional para sacarnos de la zona de conflicto por el tercer camino, que es el camino privado de Lewis, el cual es muy corto en comparacion con los otros dos”.
Comenzaron las negociaciones que se extendieron durante casi doce horas. Reunidos en un local de ATE en El Bolsón, los referentes de FIPCA y sus abogados: la propia ministra Minor y el abogado de la empresa Hidden Lake SA, José Luis Blanco.
Relata Camilo: “Nos advirtieron que no podíamos hacer fuego ni poner música hasta el 31 de enero. Pero ellos destruyeron puentes, pusieron tranqueras y potentes reflectores para encandilarnos. También rodearon el lago poniendo cintas para achicar el lugar. Y asaron tres corderos mientras teníamos hambre, Además, conectaron a todo volumen risotadas como del personaje del Guasón. En tanto, la policía provincial miraba pero no intervino”.
Obra de Menem, Macri, Lewis y cipayos
La causa había comenzado en 2012 a partir de una denuncia por la ley que prohíbe la venta a extranjeros de tierras dentro de una zona de seguridad de fronteras. Sin embargo, Hidden Like SA, de capitales ingleses y sin vínculos familiares con Argentina, con una maniobra de triangulación, fue autorizada en 1996. Del expediente se traduce que el grupo Lewis creó una empresa ad hoc con participación directiva argentina que luego pasó a manos de los verdaderos dueños ingleses.
Pero para los capataces de Lewis, encabezados por el empresario local Nicolás Van Ditmar, la ley argentina no interesa dentro del territorio que custodian. Con la sentencia en la mano, Urien y los compañeros llegaron hasta el lugar y reclamaron “que la ley argentina se cumpla en territorio argentino. Y sino, se trata de un enclave extranjero, que sirve además como base de operaciones para las mafias locales”, explicaron.
Pero Macri lo defendió en público: dijo que no entendía la “sistemática búsqueda para agredirlo”. Y afirmó que gracias a él los vecinos de Escondido “tienen un mejor acceso que el que tenían antes”.
Soberanía como acción directa y popular
Julio César Urien, coordinador general de FIPCA, destacó que a “diferencia” de las anteriores, se logró ingresar por el camino de Tacuifí, a partir de la resolución de una jueza. Pero “los abogados de Joe Lewis dijeron que esta jueza los había traicionado y la sacaron de la justicia”.
El dirigente afirmó: “Esta fue una acción directa, no violenta, donde participaron representantes de más de 80 agrupaciones sindicales, sociales y políticas en forma coordinada”, destacó.
Por su parte, Rachid, médico sanitarista y dirigente peronista mencionó a “jueces, fiscales y funcionarios que van a recibir órdenes del diseño estratégico de la Otan para el Atlántico Sur”, y “también les dan las órdenes hasta a la Corte Suprema corrupta, canalla y criminal que hoy está siendo juzgada en el Parlamento”.
Por su parte, la abogada y ex senadora nacional por Río Negro, Magdalena Odarda, presentó un amparo en la causa judicial por el libre acceso a Lago Escondido, pidió la renuncia de la ministra de Seguridad de esa provincia, Betiana Minor, y de su jefe de Policía, Osvaldo Tellería, por “omitir actuar” ante los “ataques” que ayer recibieron manifestantes que intentaban ingresar al lago por el camino de Tacuifí.
El cineasta correntino Camilo Gómez sostiene: “Fue complicado hacer ese camino de por lo menos 6 horas y llevando las mochilas y kayak con cuerdas por el camino de montaña. Allí, y con 75 años, el padre Paco dio misas para 60 personas”.
“Me recordaba –agrega– imágenes de acendramiento a detenidos en la prisión de la Base Naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo, en Cuba: nos tiraron grandes piedras como también al dron que usamos de noche”.
“Como correntinos nos queda el orgullo de haber participado de una marcha federal, nacional y popular de una Patria Grande y debemos destacar el protagonismo de las compañeras, las abogadas y las que fueron por montaña”.
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