En Brasil se juzgará a civiles y militares que hayan participado en el intento de golpe de Estado. El ministro de Justicia reveló que uno de los detenidos “estaba recibiendo instrucciones para disparar un tiro de fusil contra el presidente el día de su asunción”.

El juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), Alexandre de Moraes, decidió que se juzgará a los civiles y militares que estuvieron involucrados en el intento de golpe de Estado del 8 de enero. A pocas horas de la medida judicial, se filtraron declaraciones del jefe del Ejército brasileño, general Tomás Paiva, que dijo a sus subordinados en enero, antes de asumir el cargo, que la victoria del presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue algo “lamentable” porque no era “el deseo de los militares”. 

Según informó Telesur con relación a las investigaciones sobre el intento de golpe, en su decisión, el magistrado destacó la “competencia” del STF para el caso “sin distinguir civiles y militares” y autorizó a la Policía Federal a iniciar una investigación por “eventuales delitos” cometidos por militares.

Moraes justificó su falló en el Estatuto Antiterrorista que estipula que, en actos que atentan contra la democracia, la Justicia “no está asociada a la función militar”, que tiene su propia jurisprudencia.

La Policía Federal (PF) había solicitado al STF la autorización para investigar la supuesta participación de efectivos de las Fuerzas Armadas y de las Policías Militarizadas en el delito de “abolición violenta del Estado democrático de derecho y golpe de Estado”.

La decisión del máximo tribunal de Brasil prorrogó sesenta días las investigaciones por los actos golpistas, y noventa días aquellas que avanzan sobre las “milicias digitales antidemocráticas” que habrían fomentado las acciones golpistas a través de las redes sociales.

Las investigaciones emprendidas por la fuerza policial forman parte del proceso sobre el atentado golpista promovido por simpatizantes del ex presidente Jair Bolsonaro el 8 de enero de 2023, que dejó un saldo de casi dos mil detenidos.

“Establezco la competencia del Supremo Tribunal Federal para perseguir y juzgar los delitos ocurridos el 08/01/2023, independientemente de que los investigados sean civiles o militares y otorgo la representación de la Policía Federal y autorizo el establecimiento de un órgano de investigación para determinar la autoría y materialidad de los delitos cometidos por miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Militar relacionados con atentados contra la Democracia que culminaron con los hechos delictivos y terroristas del 8 de enero de 2023”, escribió el juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil.

El portal de noticias brasileño UOL señaló que la decisión se dictó en medio de la expectativa de que avancen las investigaciones sobre los militares. 

Las investigaciones ya identificaron la participación de al menos un militar en servicio activo involucrado en los actos del golpe de enero, aseguró el medio brasileño. 

Según informó la PF, los militares que declararon acerca de la quinta fase de la Operación Lesa Patria (nombre de la investigación sobre el intento de golpe) “indicaron posible participación/omisión de militares del Ejército Brasileño, responsables de la Oficina de Seguridad Institucional y del Batallón de la Guardia Presidencial”. Ambos organismos son responsables de la seguridad del Palacio del Planalto, que fue vandalizado por simpatizantes del ex presidente Bolsonaro, así como de los edificios del STF y del Congreso.

“El Código Penal Militar no protege a la persona del militar, sino a la dignidad de la institución misma de las Fuerzas Armadas”, señaló Moraes en su escrito, donde además aclara por qué no se aplica la jurisdicción castrense.

Según Moraes, ninguna de las hipótesis que están presentes en la investigación de los hechos golpistas podría enviar los casos a la Justicia Militar, ya que los delitos investigados “no atañen al interés jurídico típicamente asociado a la función militar”.

La decisión de mantener la investigación dentro del STF y no en los tribunales militares, encuentra apoyo incluso dentro del Ejército. Según UOL, en la cúpula del Ejército se considera que los militares involucrados en casos de vandalismo e invasión a la sede de los tres poderes cometieron delitos civiles y, por tanto, deben responder como civiles.

Planeaban matar a Lula el día de su asunción

El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, dijo que el golpe de Estado en Brasil “sufrió una derrota, pero no se extinguió”. Y reveló, además, que uno de los detenidos antes de los atentados, en diciembre, “estaba recibiendo instrucciones para disparar un tiro de fusil contra Lula el día de su asunción”. 

El funcionario precisó que George Washington de Oliveira Sousa, que fue detenido por colocar una bomba cerca del aeropuerto de Brasilia el 24 de diciembre, estaba entrenando y recibiendo instrucciones sobre cómo disparar un rifle de larga distancia. “Hay un diálogo en el que busca información sobre cuál es el mejor rifle, cuál es la mejor puntería para tantos metros de distancia”, aseguró el titular de la cartera de Justicia y Seguridad Pública.

En una entrevista con el medio brasileño Estadão, Dino afirmó que para “el espíritu golpista y terrorista, todo vale”. Y agregó que “eso sigue ahí, en estado de latencia”. Al ser consultado sobre si esa violencia antidemocrática podría volver a emerger, el funcionario consideró que “no a corto plazo”, pero reiteró que todo dependerá de si la gestión de Lula puede dar respuestas a los enormes desafíos que tiene por delante.

El triunfo de Lula “fue lamentable”

Antes de asumir su cargo, el jefe del Ejército brasileño, general Tomás Paiva, dijo a sus subordinados que la victoria de Lula fue algo “lamentable” porque no era “el deseo de los militares”, informó Página 12. 

Al mismo tiempo, Paiva condenó la interferencia política en las Fuerzas Armadas por parte del ex mandatario Jair Bolsonaro y ratificó que en las elecciones “no hubo fraude”.

“No se puede decir que hubo irregularidades en la elección. Lamentablemente se dio un resultado no deseado para la mayoría de nosotros, pero ocurrió”, dijo Paiva, en un discurso que dio ante sus subordinados el 18 de enero tres días antes de asumir el cargo.

“Bolsonaro tuvo más votos que nunca en esta elección y la diferencia fue mínima. Entonces vienen y me dicen «general, hubo fraude». Nosotros participamos de la fiscalización, hicimos informes, todo, no se constató fraude”, aseguró.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 04/03/23

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