Bachillerato Popular Travesti Trans La Mocha Celis. Foto Pablo Añeli / Télam

Al menos 20 espacios educativos para personas travestis y trans de Argentina, pero también de Brasil, Paraguay, Chile y Costa Rica, se gestaron luego de la creación del Bachillerato Popular Mocha Celis, una iniciativa pionera en el mundo que “generó un precedente inédito” al dirigirse a esta comunidad con una educación “desde la ternura, lo colectivo y la valoración de las distintas identidades”.

“La importancia de La Mocha tiene que ver con haber sido el primer bachillerato popular travesti trans del mundo que generó un precedente inédito. Pensemos que fue creado antes de la ley de identidad de género”, dijo a Télam Manu Mireles, cofundadora y secretaria de la institución, en el marco del Día de la Visibilidad Travesti Trans que se conmemora cada 31 de marzo.

Bachillerato Popular Travesti Trans La Mocha Celis. Foto Pablo Añeli / Télam
El bachillerato cuenta actualmente con 280 estudiantes de entre 16 y 60 años. Foto Pablo Añeli / Télam

La Mocha fue fundada en 2011 con el objetivo de “promover la inclusión de personas trans/travestis en la educación formal para subsanar la discriminación estructural que enfrentan”.

Con más de 300 personas ya egresadas, el bachillerato cuenta actualmente con 280 estudiantes de entre 16 y 60 años, y es una escuela no exclusiva: también asisten personas no trans, LGBTI, afrodescendientes, migrantes y madres solteras.

La Mocha me hizo conocer mis derechos y me hizo acceder a esos derechos que estuvieron durante muchos años negados para nosotras”, expresó Virginia Silveira, quien egresó en 2014 y es docente en el bachillerato.

Además, consideró que para ella representa “un espacio de militancia, de resistencia, de lucha, donde las travas que nos encontramos en la zona para poder trabajar o vender o simplemente prostituirnos ahora somos compañeras de escuela”.

La “escuela ternura”, como fue bautizada La Mocha por sus estudiantes, inspiró la creación de programas similares en distintas provincias de la Argentina y en Brasil, Costa Rica, Paraguay y Chile.

“Cuando La Mocha comenzó pensábamos que ojalá que La Mocha no existiera para que todo el sistema educativo pudiera abrazar a las personas travestis, trans y no binarias. Y hoy pensamos que ojalá que La Mocha se extienda y haya muchas más Mochas Celis”, sostuvo Mireles, feliz de que la experiencia se haya replicado en más de 20 espacios.

Bachillerato Popular Travesti Trans La Mocha Celis. Foto Pablo Añeli / Télam
La escuela es referencia en la Argentina y la región. Foto Pablo Añeli / Télam

Durante el 2021, se crearon tres espacios educativos secundarios para personas travestis, trans y disidentes en las ciudades santafesinas de Rosario, Reconquista y Santa Fe, las “primeras escuelas secundarias públicas del país”, impulsadas por el Gobierno provincial.

En tanto, el gobierno de San Luis, en articulación con la Universidad de La Punta, inauguró en 2021 el espacio TransFormar, la primera escuela para personas trans, no binarias e intersex de la provincia, en la que alrededor de 20 estudiantes cursarán el ciclo lectivo 2023.

“La escuela surgió como respuesta a una demanda social que se vislumbra a partir de la primera encuesta que hizo la Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad de San Luis a población trans e intersex. La mayoría de las personas trans, superior al 80%, no había terminado los estudios secundarios y en muchos casos tampoco los primarios”, contó Maia López, coordinadora del Espacio Weye, donde funciona el centro educativo.

La Mocha Celis ha sido ejemplo y un faro, una propuesta que realmente le da inclusión a un colectivo que durante mucho tiempo no tuvo acceso al derecho a la educación”, agregó López.

Bachillerato Popular Travesti Trans La Mocha Celis. Foto Pablo Añeli / Télam
En Santa Fe, funcionan tres bachilleratos populares inspirados en La Mocha Celis. Foto: Pablo Añeli / Télam

La experiencia de La Mocha también fue replicada en el Centro Educativo Trans de Puertas Abiertas (Cetrans), en San Miguel de Tucumán; el Centro Maite Amaya, en Córdoba capital, y en el Proyecto de Continuidad de Trayectorias Escolares para el Colectivo LGBTTTIQ+, en la ciudad de Trelew.

Además, en la Escuela Shirley La Bombón, en La Plata; el Bachillerato TransFormarnos, en Temperley; Aula Diversa, en Campana; Escuela Diana Sacayán, en Gregorio de Laferrere y el Programa TransFormar, en Quilmes.

En tanto, en la ciudad de Buenos Aires funciona el Programa de Alfabetización, Educación Básica y Trabajo (Paebyt) de la organización Rosa Naranja, mientras en noviembre de 2022 el gobierno de Chaco licitó la construcción del primer establecimiento educativo diverso e inclusivo en la provincia.

“Personas de organizaciones, empresas y el Estado se nos acercaron para conocer la experiencia y crear otros espacios inspirados en La Mocha. Esto significó una gran responsabilidad para nosotres, que asumimos desde el amor y la ternura, para ayudar a personas a pensarse en sus territorios y poder garantizar el derecho a la educación y los derechos de manera integral de la comunidad”, compartió Mireles.

A nivel internacional, el programa de La Mocha fue replicado en la Escuela Trans-Formando, en Paraguay; De las Calles a las Aulas, en Costa Rica; Prepara Nem, en Brasil; Pre Universitario Mara Rita y la Escuela Primaria Centro Educativo Fundación Selenna, en Chile.

Según el informe La revolución de las mariposas, publicado por el Ministerio Público de la Defensa en 2017, el 59,8% de las travestis y mujeres trans entrevistadas y el 21,2% de los hombres trans no habían llegado a completar el nivel secundario.

“Yo intenté estudiar durante muchos años y la escuela fue siempre un espacio hostil, en el que siempre fui maltratada. Por eso creo que es importante la escuela (Mocha): es un espacio donde te tratan con amor, tratan de que vos estés bien, de poder incluirte, insertarte”, contó Virginia, egresada del Bachillerato.

En ese marco, La Mocha, además de ser un espacio educativo, fomenta la inserción laboral con talleres de formación en oficios, entrenamiento laboral, orientación ocupacional y derechos laborales.

A 12 años desde su creación, la escuela que es referencia en la Argentina y la región, aboga por “una educación con perspectiva transfeminista, una educación de la ternura, que abrace, visibilice y dispute el sentido y la importancia que tenemos las personas travestis y trans para garantizar la democracia y la justicia social”, concluyó Mireles.

Fuente: Télam

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