La sospechosa venta del 16,67 por ciento de las acciones de Vicentin en la planta de Renova a la firma holandesa Renaisco BV –controlada por la multinacional suiza Glencore– es uno de los casos de presunta administración fraudulenta por los que el fiscal de Delitos Complejos, Miguel Moreno, imputó esta semana al directorio de la agroexportadora radicada en Santa Fe, acusada también por conformar una supuesta asociación ilícita destinada a la “planificación y comisión de una pluralidad de delitos”.

El año pasado, en una nota titulada “Los Simuladores”, este semanario brindó detalles de aquella sospechosa operación de venta de una parte del principal activo de Vicentin, que se realizó un día antes de que declarara su “estrés financiero”, es decir, que defaulteara su deuda por unos 1.500 millones de dólares.

La operación, narrada a partir de las actas del directorio tanto de Renova como de Vicentin –en los que se repiten los apellidos de los ejecutivos– y el seguimiento de la ruta del dinero, son reveladoras de un presunto fraude o de una mera simulación de compra-venta con el fin de enajenar ese bien del patrimonio de la agroexportadora. Que, así, consiguió excluirlo del concurso preventivo de acreedores.

Simulación

La apresurada venta, decidida en apenas 5 días, fue cuestionada judicialmente también por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que consideró que se trató de “una simulación” para exteriorizar uno de los mayores activos de Vicentin antes de anunciar su default y solicitar el concurso preventivo de acreedores.

Según la investigación del fiscal Moreno, la venta se realizó el 2 de diciembre de 2019, aunque al directorio de Vicentin la aprobó en una asamblea del 3, un día antes de dar a conocer públicamente su situación de “estrés financiero”, que redundó en la posterior apertura del concurso de acreedores por 1.500 millones de dólares.

Hasta entonces, Vicentin y Viterra (la ex Glencore) compartían el 50 por ciento de las acciones cada una en las plantas de molienda y biodiesel que Renova posee en el cordón agroindustrial de San Lorenzo.

La operación se concretó por 122.700.000 de dólares con la firma Renaisco BV, una sociedad holandesa controlada por Glencore que tiene sede en el paraíso fiscal de las islas británicas de Jersey.

Al fiscal Moreno le llamó la atención que los vendedores y compradores, en algunos casos, coincidían.

“Cabe destacar que Daniel Néstor Buyatti se desempeñaba en ese momento como Presidente de Vicentin y, al mismo tiempo, era Director de Renova; Sergio Manuel Nardelli, era Director de Vicentin y a la vez era Presidente de Renova. En tanto que Máximo Javier Padoan era, simultáneamente, Director en Vicentin y Director suplente en Renova”, sostuvo el fiscal.

En su imputación, Moreno señaló que los acusados “dispusieron la venta y transferencia de acciones de Renova un día antes de declarar el estrés financiero”, mientras que “en ningún momento dieron cuenta ni analizaron el motivo de la venta ni cuál sería el destino de los fondos, como así tampoco hicieron mención de la grave situación económica y financiera que atravesaba la empresa”.

“Justamente –siguió– concretaron esta operación horas antes de hacer público el «estrés financiero»”, el 4 de diciembre de 2019.

“Por ello, la disposición de la venta del paquete accionario de Renova, que representaba uno de los mayores activos de Vicentin, es considerada por este Ministerio como un primer acto de administración fraudulenta”, sostuvo el fiscal de Delitos Complejos, que imputó por asociación ilícita a los directores de la agroexportadora de aquél momento.

También indicó que la “negociación que se caracterizó por la falta de transparencia y por ser contraria a conservar o mejorar la situación patrimonial de la empresa”.

“Por el contrario, afectó la integridad del patrimonio de la firma, y otra de las consecuencias fue que perjudicó la posibilidad de negociación con los eventuales acreedores que se presentarían a verificar sus créditos en el concurso preventivo, con el peligro concreto de conducir a Vicentin a una futura quiebra y el perjuicio que ello conllevaría a la sociedad y sus socios”, cerró.

Sin respaldo

En un informe sobre Vicentin, la Sindicatura General de la Nación (Sigén) también cuestionó el accionar del directorio al señalar que de las actas no surge “la existencia de ningún informe técnico, contable o jurídico que respalde la decisión que se adopta, o la razonabilidad del monto involucrado en esta operación o el destino a otorgarle a los fondos ingresados”.

Si bien públicamente se conoció que la venta del 16,67 por ciento de las acciones de Renova en manos de Vicentin fueron acordadas con Glencore, la transacción se realizó con Renaisco BV, una sociedad holandesa controlada por la firma suiza que tiene sede en el paraíso fiscal de las islas británicas de Jersey.

La oferta irrevocable de venta de las acciones a Renaisco BV se realiza un 2 de diciembre, día que se acepta y se transfiere el primer pago. Pero el acta 2476 del 3 de diciembre recién autoriza a que se complete una operación que ya estaba ejecutada el día anterior. Y todo se mantiene en silencio hasta que recién se lo comunica públicamente un martes 17 de diciembre, trece días después del anuncio de default.

Así, Vicentin SAIC –que iba camino a concursarse– trasladaba parte de su patrimonio a otra razón social, dejándola fuera del alcance de los acreedores.

La ruta del dinero

Sobre el mismo asunto, el fiscal Moreno acusó a los miembros del directorio de Vicentin de 2019 por administración fraudulenta con “parte de los fondos obtenidos con la venta de Renova y transferidos a Argentina, que los imputados utilizaron para realizar pagos en favor de empresas relacionadas y vinculadas a Vicentin”.

Según el siguiente detalle: 360 millones de pesos de los 80 millones de dólares transferidos a Argentina fueron utilizados en beneficio de su controlada, Friar SA (Friar) a través de transferencias realizadas a su cuenta ICBC en cuatro pagos realizados entre el 10 y el 26 de diciembre de 2019.

Otros 16.300.000 pesos fueron transferidos a la cuenta del Banco Macro de Oleaginosa San Lorenzo el 6 de diciembre de 2019, sociedad sobre la que Vicentin detenta un 99 por ciento de su paquete accionario.

Mientras que 36.100.000 pesos, fueron “sin justificación alguna”, en favor de Servipack SRL en fecha 6 y 9 de diciembre de 2019.

“Para justificar esas transacciones, las autoridades de Vicentin incluyeron en el Libro IVA de la empresa –con fecha 30 de diciembre de 2019 y 2 de enero de 2020–, dos facturas que sumadas conforman dicho importe (facturas que, de acuerdo a las órdenes de pago, fueron abonadas el 8 de enero de 2020)”, sostuvo Moreno en su investigación.

“Uno de los socios gerentes de esta sociedad es Daniel Oreste Foschiatti, que fue nombrado director en la nueva composición del Directorio de Vicentin”, abundó.

Es decir que los millones por la venta de acciones que Vicentin SAIC tenía en Renova, fueron a firmas relacionadas pero no a solventar los inconvenientes financieros que la empresa atravesaba.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 06/05/23

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