Maité Gálvez de 14, Maxi Luján de 13 y Jeremías López de 15 años son los nombres de las nuevas víctimas de la violencia narcocriminal que gana los barrios de Rosario. Apenas una niña, apenas unos niños. La violencia y el miedo generalizados obligó a la delegación local del Ministerio de Educación a suspender, este martes, las clases en tres escuelas secundarias.

¿Qué hacer desde las aulas ante tanto dolor y miedo? La pregunta la recoge la profesora Gabriela Pereyra, delegada de Amsafé provincial e integrante del Movimiento Escuelas como territorios de paz. Construyendo comunidades. “Lo primero es pensar que la escuela sola no puede y menos ante esta situación que desborda, en la que cualquier estrategia que pensemos nos sobrepasa”, dice y resalta que por esa razón “es preciso tejer redes”.

En esa idea de una salida colectiva se apoya el Movimiento Escuelas como territorio de paz. Una propuesta tomada de la experiencia colombiana, desarrollada en otro contexto, pero a la que le buscan la vuelta para construir una alternativa. Lo central de este movimiento está en profundizar los lazos que existen entre las organizaciones e instituciones de los barrios o crearlos donde no están. Y aquí cuentan la escuela, los centros de salud, los Distritos Municipales, las vecinales, las bibliotecas populares y los partidos políticos, por nombrar un puñado de estos actores.

Gabriela Pereyra dice que esa organización en red “es una forma de construir” para también exigir por las necesidades que tienen los barrios”, en materia de políticas públicas: como el agua, la iluminación, las cloacas o el transporte, y que hacen también a la seguridad.

“Tenemos que pensar que la escuela es la institución del Estado que tiene contacto con la comunidad todos los días”, remarca la educadora como punto de partida y para resaltar el valor de las instituciones educativas.

Desde el Movimiento de Escuelas como territorios de paz consideran que “un camino de solución es sacar la escuela afuera, con la comunidad, habitar los espacios públicos, no dejárselos a la narcocriminalidad”. La docente admite que es una tarea “difícil, que no es de un día para otro, y porque además la violencia paraliza”.

“La tarea fundamental de la escuela es alojar a las infancias y a las  adolescencias”, dice y reconoce una vez más que sola no puede, que hay que preguntarse qué pasa cuando las chicas y los chicos no están en las aulas, “qué hacer para que su destino no sea ser soldaditos”.

Por la esperanza

“No perder la esperanza, ir sumando más escuelas, compañeras y organizaciones es la tarea”, dice firme Gabriela Pereyra sobre qué se proponen desde el Movimiento Escuelas como territorios de paz. Con esa meta de habitar el espacio público y hacer visibles caminos de construcción solidaria, organizaron para este sábado 20 de mayo, a las 14, el Festival La paz es nuestro mensaje, en la plaza Mariano Moreno, de Córdoba y Alsina.

El encuentro está organizado por este Movimiento que suma a distintas organizaciones sociales y espacios multisectoriales.

Suspensión de clases

El delegado de la Regional VI de Educación, Osvaldo Biaggiotti, confirmó a Redacción Rosario que decidió suspender las clases en tres escuelas secundarias del barrio, dada la situación de amenazas que se vivía. Ante el compromiso de mayor presencia policial, este miércoles retomarán el dictado.

“Este lunes por la mañana estuvimos en la Escuela 1.315, a la que iba Maxi, era alumno de 7° grado”, repasó Biaggiotti y señaló que esa escuela al igual que la Secundaria N°540 -de barrio La Cerámica- estuvieron cerradas por duelo.

En esa primaria escuchó del temor que viven las docentes y “las asistentes escolares que llegan cuando todavía es de noche”. La información la compartió con personal de Seguridad de la provincia, que “se comprometió a reforzar la presencia policial”. Un pedido que se hizo extensivo a la Secundaria N°540.

El recrudecimiento de las amenazas de las bandas narco y los disparos que se escuchaban por la noche de este lunes, “empezó a generar un clima de conmoción tal en toda la zona de La cerámica, Rucci, Parque Field y El Churrasco, que a última hora de la noche decidimos que se suspendan las clases este martes” en tres escuelas secundarias de la zona.

Las escuelas afectadas -reúnen entre todas a unos 1.300 estudiantes- son la N°540 Camino de los Granaderos (Salvat 1150), la N°309 Ovidio Lagos (Panizza 2100) que comparte edificio con la Técnica N° 683 General Pascual Echagüe. El director regional aseguró que este miércoles, con mayor presencia policial asegurada, se volverá a las clases, “respetando la decisión de las familias que opten por no mandar a sus hijos”.

Hasta este mediodía se trataba de definir -señaló Biaggiotti- qué pasaría con la primaria nocturna que funciona en la Escuela 1.315 y con la Eempa que dicta clases en el edificio de la 309 y 683 -dependen de la Dirección provincial de Educación de Adultos- dado que “la situación es más delicada porque dan clases por la noche”.

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Las escuelas no se tocan

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