Fútbol para otros
La pelota cambia de dueños y el periodista de Canal 5 y comentarista en las transmisiones de fútbol pone el grito en el cielo: “El dinero que se le sacó al FPT se va a distribuir entre los otros medios”.
La pelota cambia de dueños y el periodista de Canal 5 y comentarista en las transmisiones de fútbol pone el grito en el cielo: “El dinero que se le sacó al FPT se va a distribuir entre los otros medios”.
Yo no sé, no. Pedro se acuerda de aquella casa, casilla bah, a la que le terminaron poniendo “la casa de la tetona”. Y recuerda que a la hora de la tardecita, hacia la puesta del sol, la sombra de sus pechos eran más grandes que e
Yo no sé, no. Pedro se acuerda que no cualquiera llegaba hasta Seguí y Oroño cuando éramos pibitos, porque era descampado y tenias que pegar algunas vueltas. A la primera escuela que fue, iba en el 52, que doblaba en esa esquina y
El escritor rosarino, autor del delirante cuento Un bien para la humanidad, en el que hinchas leprosos modifican el pasado para que una pelota de Zamora que dió en el palo sea gol, recomienda textos futboleros para pasar el verano
Las máquinas de la fábrica de llantas de Lagos al 4400 se pusieron en marcha gracias al empuje de los laburantes, que esperan para fin de mes definiciones patronales sobre el futuro de la empresa.
Yo no sé, no. Pedro se acuerda que cuando era pibe y lo agarraba el sol del mediodía, le sangraba la nariz. Y para colmo los partiditos, muchas veces eran al mediodía y a él le daba vergüenza andar cubriéndose el marote. Ni siquie
Dicen que el sol era la pelota de los antiguos dioses y que de ahí viene aquello de que los buenos jugadores se ven cuando la pelota quema en los pies. Cuando el partido viene bravo y hay que cuidarla, aguantarla un cachito aunque
Yo no sé, no. Pedro no recuerda si era un monte de arbustos o si siempre fueron árboles, lo cierto es que era casi como una manzana porque tenía como 100 metros de largo. Incluso se pensó en algún momento en hacer una canchita ahí
Yo no sé, no. Pedro no se acuerda bien si era cuando iba a hacer mandado y se equivocaba lo que tenía que comprar o cuando estaba estudiando y le pifiaba en aritmética o en la ortografía, pero lo cierto es que la vieja y la maestr