Daniel Noboa se inscribe entre los mandatarios que no respetan normas, con el amparo de poderes fácticos y el apoyo de parte de la población, que prefiere padecer una gestión desastrosa antes que vuelva el demonizado “correísmo”.
Con complicidad de los gobiernos alineados, el imperio yanqui aumenta su presencia militar. La excusa es la “lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”. Los verdaderos objetivos: recursos naturales y limitar la influencia china
Mientras el genocida indultado Alberto Fujimori amaga con volver a la política, el gobierno de Dina Boluarte intenta sortear investigaciones judiciales por represión y corrupción. Y le abrió la puerta al Ejército de EEUU.
La presunta “guerra contra el narcotráfico” promueve lo que dice combatir. Es una excusa para la injerencia de EEUU. Sólo militarización, sin poner la lupa sobre bancos que lavan, puertos privados y sociedades anónimas opacas.
El repertorio de los poderes fácticos para asaltar instituciones se diversificó y complejizó. Gobiernos elegidos por el voto se convierten en autoritarios, violentos y genocidas. El sistema se dinamita utilizando reglas propias.
Tuvo lugar en Maryland una nueva edición de la Conferencia de Acción Política. Fue un acto de campaña de Donald Trump, que estuvo acompañado por dirigentes de todo el mundo que le rinden pleitesía, entre ellos Javier Milei.
Es difícil encontrar coherencia en el universo libertario. Una recorrida por planteos de referentes de Trump y Milei, entre otros ultraderechistas, permite denunciar las falsedades con que se busca justificar el exterminio social.
Los ejecutivos de las plataformas Meta, Facebook, Instagram, X, TikTok, Snap y Discord fueron interpelados en la audiencia del Senado de EEUU “Las grandes tecnologías y la crisis de la explotación sexual infantil en línea".
El mandatario salvadoreño ganó la reelección pese a que la Constitución no lo permitía, en medio de un estado de excepción que sirve de marco a medidas propias de una dictadura: detenciones arbitrarias, desapariciones, torturas.
La Corte aceptó el tratado de cooperación militar con EEUU y dijo que no es necesario pasar por la Asamblea Nacional. Una vez más llegó Laura Richardson, del Comando Sur: “Queremos ayudar a éste y a los demás países de la región”.
