Motoqueros (capítulo 6)
Están festejando el golazo que acaba de meter. Nada del otro mundo: al fin y al cabo, es un partido por amor al deporte, así que todo se reduce a un par de caricias en la cabeza y alguna palmadita en la espalda.
Están festejando el golazo que acaba de meter. Nada del otro mundo: al fin y al cabo, es un partido por amor al deporte, así que todo se reduce a un par de caricias en la cabeza y alguna palmadita en la espalda.
Al otro día se levanta tarde. La mujer salió temprano con los chicos, para llevarlos a la escuela. Después se fue a trabajar a alguna de las casas donde se ocupa del servicio doméstico: hasta la tarde no vuelve. Le duele un poco l
Julio Cúrtolo es uno de los 30 mil desaparecidos que se cobró la última y sangrienta dictadura cívico militar. Más de 40 años después, sus hijas y una de sus nietas, empiezan a reconstruir su historia.
Decidido a no volver esa noche al trabajo, para no tener que pelearse con el boliviano, se va a su casa. Entra, encontrándose con el comedor, que está al abrir la puerta de calle, vacío.
Ahora va por la avenida, pero en sentido contrario al de los otros viajes. Marcha hacia el sur, que es la zona de su casa.
Ahora está de nuevo en la pizzería. No llega al mostrador cuando el dueño, un boliviano petiso de ojos achinados, le extiende una caja con la boleta encima.
¡Rrrrrmmm! ... ¡Rrrrrmmm! ... ¡Rrrrmmm! ... La mano gira el acelerador, poniendo el motor a punto. Cuando siente que ha logrado suficiente potencia, arranca. No de a poco, como se recomienda hacerlo, sino de golpe.
Mientras transitamos nuestra estancia en España ocurren acontecimientos monárquicos. El más relevante, por estos días, ha sido la muerte de la reina Isabel de Inglaterra. Podría decirse que de monárquico tenía poco y nada.
Vista -o pensada- desde Barcelona, Argentina queda muy lejos. Su recuerdo, o mejor dicho, su idea, desde este lugar parece una mera abstracción. Pero Argentina no es solamente una referencia exterior. Es asimismo un conjunto de se
En estos días aparecieron una serie de pintadas en Rosario, la primera de ella en el Barquito de Papel de Parque Norte -lugar ciertamente icónico de la ciudad-, y después en el frente de diversos edificios públicos, como la Munici