La literatura no es más que una invención. Algunos imaginan que es un reflejo o una copia de la realidad: nada más errado que ello. Porque, aunque la literatura hable del mundo real –¿y de qué otra cosa podría hablar, por más que narre sueños, fantasías o sucesos imaginarios?–, nunca lo reproduce como si fuese su espejo. Todo lo contrario: …