Yo no sé, no. Pedro se acordaba de ese baldío que estaba en Pasaje Independencia y Cafferata donde había una canchita en la que apenas caían cuatro gotas, aparecían unos charquitos bárbaros, a los cuales se les prestaba mucha atención: si aparecían globitos, el aguacero no cesaría. Y no fallaba. Se comentaba que hasta el cura de la Francisquito se …