En mayo salió a la calle el número 15 de la revista Apología con un puñado de crónicas, relatos, entrevistas y recorridos, y con la misma impronta de siempre: visceral, corrosiva, pero con la intención de propiciar el encuentro y la escucha. “Me volví con menos ganas de llevar la contra y con más ganas de hermanarme con los demás”, contó Santiago Beretta, editor y fundador de la publicación.