Ambas fuerzas deben convivir en el frágil equilibrio del ciclista sobre el cable de acero, a 300 metros de un suelo sin red. Intereses en común son interpelados por futuros escenarios electorales y, así, la nave va.
Ambas fuerzas deben convivir en el frágil equilibrio del ciclista sobre el cable de acero, a 300 metros de un suelo sin red. Intereses en común son interpelados por futuros escenarios electorales y, así, la nave va.
Los cipayos de la región olieron sangre y van por más. Ya “reconquistaron” a la Argentina. Ahora quieren derrocar a Nicolás Maduro y Dilma Rousseff. Y allí está Bolivia, de pie, profundizando un proceso de liberación que la convirtió en otro país. Es la piedra en el zapato del imperio.
Desde el foro económico neoliberal de Davos, Prat Gay anunció que el FMI volverá, después de diez años, a supervisar la marcha de la economía argentina. Por anticipado, el macrismo aplica un plan económico de ajuste a medida del organismo, que ya muestra sus consecuencias.
He visto la filmación del discurso que Martin Luther King dio en Washington en 1963, conocido como “I have a dream” muchas veces. Esa repetición fue produciendo diferencias en mis maneras de mirar el registro. En una de las últimas ocasiones, reparé en algo que no había notado hasta el momento.
Cándida Frutos fue testigo y partícipe de momentos cruciales de la historia argentina. A sus 98 años, Canda llenó la ficha y se afilió al Partido Justicialista, porque quiere “que vuelva Cristina”.
En un artículo publicado en el periódico Perfil, el director de Consultora Equis, Artemio López, ensaya una respuesta en torno del traslado a precios de la megadevaluación nominal del macrismo, y en cuánto podría ponderarse.
Entre los más entusiastas a la hora de convocar a afiliarse al Partido Justicialista se cuenta Guillermo Moreno, quien ocupa un lugar de privilegio en el cuadro de honor de dirigentes kirchneristas demonizados hasta el hartazgo en los últimos años.
Las primeras medidas económicas del gobierno de Macri, similares a las implementadas por el ministro Martínez de Hoz en la última dictadura, generaron incentivos concretos para que las empresas con mayor poder de mercado aumenten su capacidad de acumular riqueza.
La consigna “todo el poder a las corporaciones y los gerentes” no la inventó Mauricio Macri. Viene de la mano de la financiarización del capitalismo mundial. La aplicó Sebastián Piñera en Chile y fue un rotundo fracaso. Ni siquiera fue “eficiente”, que es lo que dice buscar la derecha cuando “gestiona”.
El justicialismo se debate hacia adentro entre dos grupos que disputan la orientación política y, por ende, la conducción del partido derrotado en las últimas elecciones, el principal de la oposición. Existe un intenso debate en torno de dos cuestiones: si el PJ debe encuadrar al FPV o viceversa.