Las lanzas guaraníes atemorizaban a los hacendados, modificaba las relaciones sociales y económicas, privilegiaba las voces originarias en la política y defensa del territorio. Para los cate era una ofensa a su persona el tener que andar aceptando a autoridades civiles y militares de origen guaraní, hasta hacía poco utilizados como servidumbre, esclavos y tropa regenteada por españoles o hacendados correntinos.