La historia tiene una dimensión propia y personal producto de las condiciones que la vida pone en el camino y las decisiones que se tomen –o no– al respecto. Pero más allá de lo individual, hay mandatos y preceptos que suelen atravesar culturalmente a toda la sociedad. El amor entre padres e hijos, que no se discute siquiera en las peores relaciones. En el fondo los quiero, me quieren, pero ¿desde cuándo? ¿Por qué?