La bella princesa fenicia recogía flores y disfrutaba de la playa, cual Heidi mediterránea, cuando sobrevino el rapto, que comenzó con engañifa. La aparición de un manso toro blanco distrajo a la joven, que al acariciarlo cayó en la trampa. El animal era Zeus, que mutó en toro para engañarla y poseerla. Cebado y sobado, el falso bovino la llevó …