El tiempo nos ayuda a olvidar
Yo no sé, no. Con Pedro nos acordábamos cuando vivíamos en la casa de Zeballos casi Callao y teníamos una vecinita, Graciela, cuyos padres tenían una verdulería. Pedro preguntaba siempre por ella y un día la abuela le dijo: ¿Vos cuántos años tenés, Pedro? Y Pedro, para hacerse el grande, le contestó: Me faltan dos para tener 8. Ya cuando …