Tratando de crecer
Yo no sé, no. Con Pedro nos acordábamos que camino a la escuela, antes de entrar, nos mandábamos al club Acindar, que tenía su cancha con medidas como las profesionales, como las de primera. Nosotros encarábamos uno de los arcos y pegábamos un salto, como para ver cuánto nos faltaba para llegar a tocar el travesaño. Lo hacíamos contra uno …