La crisis alimenta a las bestias
La devaluación pos electoral dispuesta por el gobierno y exigida por el Fondo le pegó de lleno a los precios y provocó un shock inflacionario, abonando al descontento social frente a la situación económica.
La devaluación pos electoral dispuesta por el gobierno y exigida por el Fondo le pegó de lleno a los precios y provocó un shock inflacionario, abonando al descontento social frente a la situación económica.
“Hay una gran incertidumbre”, aseguró el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, quien además alertó sobre faltantes de productos básicos. También lamentó que la eliminación del IVA no corra para frutas, verduras ni carnes.
La moneda norteamericana terminó la semana arriba y superó los $46 en algunos bancos. La divisa continuó este viernes con tendencia alcista y cerró a un promedio de $45,88, por lo que acumuló en siete días un incremento de $1,37.
La moneda estadounidense trepó unos 70 centavos y rondó los 41 pesos, su máximo en cinco meses, en agencias y bancos, apenas culminado la apertura del presidente de las sesiones legislativas en el Congreso de la Nación.
Un informe privado señaló que la relativa quietud en la cotización de la divisa es como una olla a presión y que no hace más que ocasionar mayores perjuicios a la economía real.
La venta de automóviles cero kilómetro retrocedió en noviembre pasado un 45,9 por ciento en comparación con lo que las agencias vendieron en 2017, según un informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara).
La brusca devaluación con impacto en precios, tarifazos y el tope oficial en paritarias provoca una sostenida pérdida del poder adquisitivo de los asalariados. El bajón en la capacidad de compra este año será el mayor desde 2002.
El impacto de la devaluación y los tarifazos están a la vista: la inflación de septiembre llegó al 7%, la más alta desde 2002. Y las proyecciones estiman un 45% para todo el año. Los cierres de fábricas y despidos no se detienen.
En el final de una jornada caótica, se escucharon repiques de ollas y sartenes en algunas esquinas emblemáticas del centro y barrios rosarinos. La bronca fue contra el gobierno de Cambiemos ante el bochorno devaluatorio.
El dólar pegó este viernes un fuerte salto de 1,11 pesos y cerró la cotización a 29,80. A lo largo de la jornada, la divisa norteamericana había superado los 30 pesos.