La lucha no se jubila
Miles de manifestantes siguieron desde las 12, en plaza San Martín y por pantalla gigante, las alternativas del debate en el Congreso Nacional por la reforma previsional impulsada por el gobierno de Mauricio Macri.
Miles de manifestantes siguieron desde las 12, en plaza San Martín y por pantalla gigante, las alternativas del debate en el Congreso Nacional por la reforma previsional impulsada por el gobierno de Mauricio Macri.
El jefe del bloque del kirchnerismo, Agustín Rossi, y la diputada Elisa Carrió (Cambiemos) tuvieron un duro encontronazo verbal en el arranque de la sesión de la Cámara de Diputados.
“No hablemos bajito para hacer creer que somos los buenos. Los buenos no les roban a los jubilados, a pensionados, a combatientes de Malvinas, a mujeres con la AUH ¡Para eso no se requiere tener huevos, se requiere ser hipócrita!”
Organizaciones de derechos humanos señalaron que hay persecuciones a manifestantes en moto y gran cantidad de detenidos, muchos heridos con balas de gomas y gente descompuesta por los gases.
Manifestantes en la plaza San Martín acompañan las alternativas del debate en el Congreso Nacional donde se trata la reforma previsional. Nadie se mueve y se suman personas a compartir las exposiciones a la espera de la votación.
La Policía dispara balas de goma, gases, hay desplazamiento de carros hidrantes, en medio de un clima de violencia en espiral. Los diputados opositores claman la suspensión de la sesión.
La plaza San Martín recibe desde los cuatro costados columnas de sindicatos, movimientos sociales y políticos, con el objetivo de volver a frenar el ajuste contra los jubilados, que se discute en el Congreso Nacional.
El PJ de Rosario rechazó a la reforma previsional, adhirió al paro convocado por la CGT y las CTA y llamó a sumarse a las las distintas manifestaciones convocadas por el movimiento obrero y organizaciones sociales.
A dos años de la gestión Cambiemos, el plan económico hace agua. El nivel de consumo popular sigue por debajo del de 2015, mientras la inflación se dispara. El gobierno busca imponer techo paritario y asusta con más despidos.
Macri reedita el escenario que Fernando de la Rúa montó en 2001, cuando intentó institucionalizar el Punguismo de Estado contra los más vulnerables. La resistencia política y gremial lo pararon en seco, al menos hasta el lunes.